Como hemos dicho, la oración de Núñez fue reeditada en frankfurt en 1591, junto a las oraciones de otros dos profesores valencianos, bartolomé José Pascual y Juan bautista Monllor, que habían estado ya divulgadas por estos anteriormente y que son más breves, si bien la orientación es similar. 21 La de Pascual había estado pronunciada en 1565 y la de Monllor figura, una parte, en su Paraphrasis et Scholia in duos priores libros Analyticorum y la otra a De entelechia apud Aristotelem, disputatio (Valencia, 1569). Pascual insiste en que hay que interpretar Aristóteles a partir de él mismo y Monllor, en la segunda parte de la oración, defiende enérgicamente la libertad filosófica: el filósofo debe posponer todo a la verdad; Aristóteles fue un hombre y se podía equivocar, y no hay que darle crédito en todas las cosas, puesto que la filosofía no es una cuestión de fe. En muchos temas, se puede encontrar mejor tratamiento en otros autores; por ejemplo, en astronomía Aristóteles no era muy competente y es preferible seguir a Ptolomeo. La guía del filósofo debe ser la razón, la experiencia y los sentidos. No obstante, la libertad filosófica debe combinarse con la solidez y la madurez.
Las décadas centrales del siglo fueron unos de los periodos de mayor relieve de la medicina y la ciencia en la Universidad de Valencia. En los años treinta y cuarenta, Miguel Jerónimo Ledesma y Pedro Jaime Esteve impusieron la orientación humanista en la enseñanza de la medicina, labor que sería continuada por Pedro Jimeno y Luis Collado. Estos últimos, discípulos y seguidores de Vesalio, introdujeron las reformas en la enseñanza de la anatomía que éste propugnaba en Valencia y, directa o indirectamente, las introdujeron también en otras destacadas universidades de las coronas de Aragón y Castilla, como las de Zaragoza, barcelona, Alcalá y Salamanca. Asimismo, y aunque desde su fundación la Universidad contaba con una cátedra de materia médica unida a la de anatomía, su verdadero relieve se inició cuando ocupó esta cátedra (llamada de anatomía y simples) Pedro Jaime Esteve, en 1545, el cual llevó a cabo una importante labor botánica aplicada al País Valenciano. Labor que sería continuada por su sucesor Juan Plaza en 1567, cuando la cátedra de simples se separó de la de anatomía. La cátedra de simples, además, contó con un «huerto» o jardín botánico, siendo el primero establecido en España y uno de los primeros de Europa de tipo universitario. 22
LOS PROGRESOS EN LAS MATEMÁTICAS DENTRO DEL PROGRAMA HUMANISTA
Desde 1503, existía también una cátedra de matemáticas en la que, en los años cuarenta se enseñaba aritmética, geometría, perspectiva, música, astrología judiciaria y cosmografía (astronomía y geografía). 23 El cultivo de las matemáticas y sus aplicaciones experimentó una gran expansión en la Europa renacentista y cambios profundos en el status social de la disciplina y sus practicantes. Todo ello relacionado con las transformaciones económicas y sociales y el desarrollo técnico de la época. El crecimiento urbano y el desarrollo de los estados absolutistas planteó múltiples exigencias administrativas y técnicas, tales como problemas de provisión de aguas, reclamaciones de tierras, realización de catastros sistemáticos, redes de carreteras, técnicas de construcción de puentes, trazado de mapas para el control del espacio, además de todas las actividades relacionadas con la expansión marítima y el control de las tierras descubiertas. A ello hay que añadir la revolución en las técnicas de guerra y fortificación, el desarrollo del comercio y la actividad mercantil. Además, las matemáticas también se desarrollaron enormemente gracias al esfuerzo combinado de los humanistas y los científicos, que a menudo eran la misma persona, por recuperar el legado de los matemáticos de la antigüedad clásica en su integridad. Los humanistas, además, insistieron en la utilidad práctica de estas disciplinas. Así, Vives, en su tratado sobre la enseñanza de las disciplinas, a propósito de las matemáticas, dice, de la aritmética, que ningún aspecto de la vida puede prescindir de ella, y critica las actitudes de algunos nobles de desdén por esta materia; sobre la geometría, subraya sus aplicaciones a la óptica o perspectiva, la arquitectura, la mecánica y la topografía; sobre las aplicaciones de la astronomía, menciona la medida del tiempo y el cálculo de coordenadas geográficas para la cartografía y la náutica. 24
Aunque la actividad matemática que hemos citado en relación a las nuevas exigencias se desarrolló en gran medida fuera de las universidades, estas últimas no quedaron al margen de esta expansión, si bien la respuesta varió considerablemente de unos centros a otros y entre los diversos países o ámbitos culturales. En la Universidad de Valencia, la enseñanza de las disciplinas matemáticas tenía una función propedéutica. La aritmética y la geometría se consideraban necesarias para entender el Organon aristotélico y la filosofía natural. En relación con ello cabe citar los Elementa Arithmeticae ac Geometricae, ad disciplinas omnes, Aristoteleam praesertim Dialecticam, ac Philosophiam apprime necessaria (1559? 1566? 1569) de Pedro Juan Monzó. En cuanto a la astronomía, una de las motivaciones de su enseñanza y cultivo fue por sus aplicaciones a la medicina a través de la astrología. Como en otros muchos lugares de Europa, algunos destacados médicos valencianos mostraron un especial interés por estas materias. Y al entrar la medicina valenciana en su máximo periodo de esplendor, a mediados de la centuria, el cultivo de la astronomía y la astrología se intensificó entre los médicos humanistas que veían en ella un excelente apoyo para la interpretación de los textos hipocráticos. Así, Pedro Jaime Esteve, en sus comentarios al libro segundo de las Epidemias hipocráticas (Valencia, 1551), una excelente muestra de la edición humanista de un clásico, subraya con énfasis: «medicus astronomiae ignarus non est sectator Hipocratis». 25 Esteve, además, fue profesor de astronomía en 1555-56, el último año de su vida. En la introducción a dicha obra Esteve describe las estrellas del hemisferio boreal y la variación de sus posiciones desde los tiempos de Ptolomeo debida a la precesión de los equinoccios. Menciona, también observaciones realizadas por él mismo de posiciones estelares. Todos los datos astronómicos los considera indispensable para estudiar el clima en las distintas regiones y predecir las mutaciones del aire. Según diversos testimonios, Esteve elaboró también unas efemérides para los años 1488-1600.
En el periodo 1559-62 ocupó la cátedra de astronomía baltasar Manuel bou, quien al parecer se había formado en esta materia en Italia con Luca Gaurico, un astrónomo napolitano, autor y editor de diversas obras de astronomía y numerosos pronósticos astrológicos, entre ellos la predicción de que Alessandro farnesio llegaría a ser papa. Bou compuso una versión libre de la Sphaera de Johannes de Sacrobosco (el manual más utilizado en la baja Edad Media y en el Renacimiento como introducción a la astronomía y a la geografia), con citas abundantes de los clásicos latinos, especialmente de Manilio y Ovidio, y referencias a algunos de los principales tratadistas de la astronomía: Ptolomeo, Alfonso, Georg Peurbach, Johannes Regiomontanus, Giovanni bianchini, Pedro Apiano, Johannes Schöner, Gemma frisius., etc.; de geografía: Ptolomeo, Solino, Pomponio Mela y Estrabón; y de astrología: Ptolomeo, Albumasar, Abenragel, Omar Tiberiadis (al-Tabari, en realidad, traducido por Juan de Sevilla), Guido bonatti y Pedro Ciruelo. 26 Sobre la teoría de las zonas, bou afirma que todas son habitables, contra lo que pensaban los antiguos, y cita expresamente versos de la Metamorfosis de Ovidio que negaban este hecho. Bou preparó tablas para calcular el orto y el ocaso de los planetas, las posiciones del Sol y su altura en el horizonte de Valencia. La obra de bou incluye también dos poemas al autor de Pedro Jaime Esteve y Antonio José Villafranca, este último también médico como Esteve.
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