LAS DISCIPLINAS DE UN HOMBRE PIADOSO
©2015 Segunda edición por Editorial Patmos
Miami, Florida, EE. UU.
Todos los derechos reservados
Originalmente publicado en inglés con el título
Disciplines of a Godly Man
Publicado por Crossway Books, Wheaton, Illinois
©1991, 2001 R. Kent Hughes
e-ISBN: 978-1-64691-112-7
Conversión a epub: Cumbuca Studio
1 Portada
2 Portadilla
3 Creditos LAS DISCIPLINAS DE UN HOMBRE PIADOSO ©2015 Segunda edición por Editorial Patmos Miami, Florida, EE. UU. Todos los derechos reservados Originalmente publicado en inglés con el título Disciplines of a Godly Man Publicado por Crossway Books, Wheaton, Illinois ©1991, 2001 R. Kent Hughes e-ISBN: 978-1-64691-112-7 Conversión a epub: Cumbuca Studio
4 Reconocimientos RECONOCIMIENTOS Deseo dar las gracias a mi secretaria, Sharon Fritz, por su cuidado y excelente destreza al escribir a máquina las múltiples revisiones del manuscrito; a Hebert Carlburg, por su corrección semanal de las pruebas y por sus numerosas sugerencias para mejorar el trabajo; a George Grant, por su hábil revisión final a pesar de sus numerosas ocupaciones en la remota Inglaterra; a Ted Griffin, editor gerente de Crossway Books, por su penetrante juicio que ha hecho comprensible lo incomprensible; y a mi esposa, Barbara, que posee la amable sabiduría de detectar lo que esta fuera de lugar e ir al grano con la eterna pregunta, propia de Santiago: “Y eso, de qué sirve?”
5 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN
1 La disciplina para la santidad
6 LAS RELACIONES 2 La disciplina de la pureza 3 La disciplina del matrimonio 4 La disciplina de la paternidad 5 La disciplina de la amistad
7 EL ALMA 6 La disciplina de la mente 7 La disciplina de la vida devocional 8 La disciplina de la oración 9 La disciplina de la adoración
8 EL CARÁCTER 10 La disciplina de la integridad 11 La disciplina de la lengua 12 La disciplina del trabajo
9 EL MINISTERIO 13 La disciplina de la iglesia 14 La disciplina del liderazgo 15 La disciplina del dar 16 La disciplina de testificar 17 La disciplina del servicio
10 DISCIPLINA 18 La gracia de la disciplina
11 RECURSOS A James y Deby Fellowes testifican de su fe B El calendario M’Cheyne de lecturas bíblicas diarias C Proverbios selectos en cuanto al use de la lengua D Salmos de alabanza apropiados para la adoración personal
12 NOTAS
1 Portada
2 Portadilla
3 Creditos LAS DISCIPLINAS DE UN HOMBRE PIADOSO ©2015 Segunda edición por Editorial Patmos Miami, Florida, EE. UU. Todos los derechos reservados Originalmente publicado en inglés con el título Disciplines of a Godly Man Publicado por Crossway Books, Wheaton, Illinois ©1991, 2001 R. Kent Hughes e-ISBN: 978-1-64691-112-7 Conversión a epub: Cumbuca Studio
4 Índice
5 Reconocimientos RECONOCIMIENTOS Deseo dar las gracias a mi secretaria, Sharon Fritz, por su cuidado y excelente destreza al escribir a máquina las múltiples revisiones del manuscrito; a Hebert Carlburg, por su corrección semanal de las pruebas y por sus numerosas sugerencias para mejorar el trabajo; a George Grant, por su hábil revisión final a pesar de sus numerosas ocupaciones en la remota Inglaterra; a Ted Griffin, editor gerente de Crossway Books, por su penetrante juicio que ha hecho comprensible lo incomprensible; y a mi esposa, Barbara, que posee la amable sabiduría de detectar lo que esta fuera de lugar e ir al grano con la eterna pregunta, propia de Santiago: “Y eso, de qué sirve?”
6 Dedicación
7 Introducción
Deseo dar las gracias a mi secretaria, Sharon Fritz, por su cuidado y excelente destreza al escribir a máquina las múltiples revisiones del manuscrito; a Hebert Carlburg, por su corrección semanal de las pruebas y por sus numerosas sugerencias para mejorar el trabajo; a George Grant, por su hábil revisión final a pesar de sus numerosas ocupaciones en la remota Inglaterra; a Ted Griffin, editor gerente de Crossway Books, por su penetrante juicio que ha hecho comprensible lo incomprensible; y a mi esposa, Barbara, que posee la amable sabiduría de detectar lo que esta fuera de lugar e ir al grano con la eterna pregunta, propia de Santiago: “Y eso, de qué sirve?”
Dedico este libro a mis hijos Brian Thomas Hoch, James Jefferson Simpson, Richard Kent Hughes II y William Carey Hughes.
INTRODUCCIÓN
DISCIPLINA PARA LA SANTIDAD
En CIERTA OCASIÓN, al comienzo del verano, antes de entrar al séptimo grado de la escuela básica, mientras transitaba por un campo de béisbol, utilicé una raqueta de tenis por primera vez ...iy quedé prendado! No transcurrió mucho tiempo antes que, a mis diez años de edad, me convirtiera en un holgazán, solo pendiente del tenis. Mi pasión por este deporte se volvió tan intensa que al tener una pelota de tenis en mis manos mi primer impulso era acercármela a la nariz para olerla. El aspirar la fragancia a goma al abrir una lata de pelotas nuevas se convirtió para mí en algo embriagador. El golpe tras golpe a la pelota y el persistente sonido de una pelota suavemente golpeada, especialmente en la quietud de los primeros momentos de la mañana, era algo grato. Mis recuerdos de ese verano y del siguiente, son los de canchas de tenis negras bajo un sol abrasador; de pies irritados; de sudor salobre; de largos tragos de deliciosa agua tibia tomados de una lata de pelotas vacía; de las breves sombras del mediodía dirigiéndose hacia el este seguidas de las luces de la cancha, y de los siempre presentes y horripilantes murciélagos nocturnos bombardeando en picada nuestros voleos altos y tendidos de la pelota de tenis.
Ese otoño decidí convertirme en un jugador de tenis y gasté todos mis ahorros secretamente atesorados en una de esas antiguas raquetas de tenis Davis Imperial hermosamente enchapadas, un tesoro con el que hasta dormía. iY vaya si era disciplinado! Jugaba todos los días después de regresar del colegio (salvo durante la temporada de baloncesto) y todos los fines de semana. Cuando llegaba la primavera iba en mi bicicleta a la cancha donde practicaba el equipo de la escuela secundaria local a impacientemente los veía jugar hasta que finalmente accedían a dejarme jugar con ellos. Las dos vacaciones de verano siguientes tome clases de tenis, participé en algunos torneos y practicaba de seis a ocho horas diarias, regresando a casa solo después que apagaban las luces.
Y me volví un buen jugador, tan bueno en realidad, que a los doce y medio años de edad, siendo estudiante de primer año de secundaria y pesando unos cincuenta y cinco kilos, ya era acompañante del equipo de tenis de mi colegio californiano de tres mil estudiantes.
Pero no solo jugaba bien, sino que también aprendí que la disciplina personal era la clave indispensable para lograr cualquier cosa en esta vida. Desde entonces comprendí que en la disciplina está la clave de lo que llamamos genio.
EJEMPLOS
Los que han visto jugar a Mike Singletary, (el eterno campeón de la liga profesional de fútbol americano, ganador en dos oportunidades del premio como Mejor Jugador Defensivo del Año, y que es miembro de los Cachorros de Chicago, Equipo Campeón del XXV Super Bowl) y han observado la intensidad que hay en sus ojos abiertos al máximo, así como sus lanzamientos violentos y demoledores, por lo general se muestran sorprendidos cuando lo conocen personalmente.
Читать дальше