En la época de Muñoz la actividad cosmográfica impulsada y protagonizada por la monarquía se centró en el Consejo de indias, que llevó a cabo una serie de reformas impulsadas por Juan de Ovando. Un resultado importante fue la creación del puesto de cosmógrafo-cronista mayor de indias, para el que Ovando nombró a López de Velasco, sobre cuyas actividades cosmográficas se han realizado importantes estudios. 21 Pero mi interés ahora se centra en el desarrollo de la cosmografía a partir de 1580, es decir, del año de la anexión de Portugal, y en las actividades de Juan de Herrera, el arquitecto real y aposentador de Palacio.
Herrera fue el principal consejero de Felipe ii en cuestiones técnicas y científicas. Como arquitecto, Herrera siguió el modelo de Vitrubio con respecto a la importancia de las matemáticas, la mecánica y las cuestiones tecnológicas. En opinión de Herrera, «la arquitectura… presupone algo de todas las artes y ciencias… particularmente la geometría, la aritmética,, la perspectiva, la música, la astrología, la gnomónica y la mecánica». 22 Además de la arquitectura, Herrera practicó otras disciplinas, incluida la cosmografía y la instrumentación científica. Herrera, que según algunos testimonios ya había diseñado algunos instrumentos, intensificó sus intereses en cosmografía y náutica durante su estancia en Portugal, tras la anexión de este reino a la monarquía hispánica. Los portugueses habían inventado el arte de navegar y algunos de sus matemáticos/cosmógrafos, y en particular Pedro Nunes, habían desarrollado los fundamentos matemáticos del arte y ciencia de navegar más que ningún otro autor. Así, junto a la tradición española, Herrera en Portugal pudo entrar en contacto directamente con las novedades más adelantadas de Europa en el ámbito de la cosmografía y la náutica.
Herrera desarrolló varios proyectos conectados con sus nuevos intereses. Uno de ellos fue la creación de la Academia de Matemáticas en Madrid. 23 Anteriormente he citado los objetivos de la Academia según Herrera. Para cada materia o actividad Herrera recomendó un grupo relevante de textos, que muestran su gran familiaridad con las disciplinas matemáticas y sus aplicaciones. Además, recomendó que las clases se enseñaran en castellano. Para facilitar esto, se preparó un amplio plan de traducciones de textos de matemáticas. Pedro Ambrosio de Ondériz, que había estudiado lenguas clásicas, tradujo la Óptica y la pseudo-Catóptrica de Euclides; los libros XI y XIII de los Elementos , los Esféricos de Teodosio y Sobre el equilibrio de los planos de Arquímedes.
Como es bien sabido, João Baptista Lavanha, un cosmógrafo portugués, fue nombrado en 1582 «para que se ocupe en nuestra corte y donde se le ordenare en cosas de Cosmografía, Geografía y Topografía, y en leer matemáticas». Al propio tiempo se nombró a Pedro Ambrosio de Ondériz ayudante de Lavanha y se le encargó de la traducción de textos científicos, como ya he señalado. No tengo tiempo para describir las actividades de esta academia, sobre la que tenemos una información fragmentaria, a pesar de los esfuerzos de algunos estudiosos como isabel Vicente y Mariano Esteban. 24 Sólo quiero destacar algunos aspectos relevantes para mis propósitos. En primer lugar, parece indudable que uno de los principales objetivos de la Academia fue la formación de cosmógrafos y pilotos. Pero también tenemos testimonios de que en la Academia se enseñaron, en algunos periodos (al final del siglo, en particular) táctica militar, fortificaciones, artillería y mecánica, todo ello más orientado a la formación de ingenieros y arquitectos. Pero además la Academia ayudó a crear un espacio de sociabilidad y discusión de diversas cuestiones científicas. En otro trabajo me he ocupado de algunos debates entre los académicos, como el relativo al Mechanicorum liber de Guidobaldo del Monte y las proposiciones sobre la balanza. 25
Uno de los «académicos» que intervino en este debate fue Andrés García de Céspedes, un distinguido cosmógrafo, astrónomo e ingeniero, autor de numerosos trabajos sobre estos temas de los que dos fueron publicados: el Libro de instrumentos nuevos de geometría para medir distancias y alturas (1606) y el Regimiento de Navegación (1606). 26
El Libro de instrumentos incluye, además de la descripción y uso de una serie de instrumentos como el cuadrante, la ballestilla, y el nivel, un tratado de hidráulica, el más amplio sobre el tema publicado en la España de esta época, según García Tapia. 27 El libro también incluye un capítulo sobre balística. García de Céspedes señala que la artillería «se puede llamar máquina de las máquinas» y añade que su escaso progreso se debe a que de ella se han ocupado gentes que no son matemáticos ni filósofos. Para explicar la «potencia» del tiro según el ángulo del mismo, se basa en el Mechanicorum liber de Guidobaldo.
El Regimiento de Navegación de García de Céspedes no era un manual del arte de la navegación para uso de los pilotos, sino más bien un tratado de cosmografía aplicado a la navegación. Además era una auténtica suma y síntesis de los conocimientos y técnicas desarrollados en España y Portugal sobre el arte y ciencia de navegar. La obra constaba de dos partes. La primera era una revisión de todos los regimientos, tablas e instrumentos; la segunda, una revisión de la construcción de cartas de navegar particulares y del mapa padrón universal de acuerdo con toda la información disponible en la época.
Para revisar el regimiento del Sol y el de la estrella del Norte, García de Céspedes llevó a cabo una serie de observaciones con nuevos instrumentos designados a tal propósito. Quiero indicar que, según mi conocimiento, García de Cépedes en España y Thomas Harriot en inglaterra fueron los primeros autores de tablas de longitud solar basadas en nuevas observaciones y en el cálculo de la órbita solar (independientemente de Tycho Brahe y orientadas a la astronomía náutica). 28 García de Céspedes llevó a cabo sus observaciones durante su estancia en Lisboa al servicio del archiduque Alberto, gobernador de Portugal, entre 1583 y 1593. A su regreso a Madrid y entre 1593 y 1596, García de Céspedes le propuso al monarca establecer un observatorio astronómico cuyo principal objetivo sería corregir las tablas astronómicas, tarea que continuó llevando a cabo por su cuenta. 29
García de Céspedes, como científico cultivador de las matemáticas tenía ambiciones teóricas que trascendían sus funciones como cosmógrafo del Consejo de indias, aunque es cierto que en sus obras publicadas encontramos muy escasas referencias a las cuestiones de filosofía natural; más bien hay una defensa de la certeza de las matemáticas frente a la incertidumbre de las especulaciones filosóficas. García de Céspedes estuvo al frente de la Academia de Matemáticas entre 1607 y 1611. En cuestiones astronómicas y cosmológicas tenemos algunos indicios de que sus ideas eran similares a las de Muñoz y sus discípulos, aunque no las expresó públicamente.
El sucesor de Garía de Céspedes al frente de la Academia fue Juan Cedillo Díaz, que ocupó el puesto entre 1611 y 1625, aunque anteriormente ya había ejercido como profesor de la Academia, al menos desde 1597. Cedillo continuó la labor de traducción de textos de matemáticas iniciada por Ondériz. Se conservan manuscritos de sus traducciones del Arte atque ratione navigandi de Pedro Nunes, de los Elemento s de Euclides, de la Nova Scientia de Tartaglia, de los tres primeros libros del De revolutionibus de Copérnico, y del Discurso del flusso e reflusso del mare de Galileo. También es posiblemente autor de la traducción del texto de Camillo Gloriosi dedicado a las cometas, que se conserva entre los manuscritos de Cedillo. Además se conservan observaciones suyas y de sus discípulos de cometas. En su traducción del texto de Copérnico presentó algunas de sus ideas cosmológicas, no totalmente coincidentes con las de Copérnico y similares a las de Muñoz. Tal es su afirmación de que los planetas se mueven por el aire cósmico como peces en el agua, como Jerónimo Muñoz (su probable profesor de astronomía) había afirmado. Pero Cedillo no publicó sus traducciones. 30
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