Sin solución de continuidad se pasa de los planos imaginarios violentos a los bélicos, aplicados a Lou, pero también a veces al propio Gui o a ambos, y con la reversibilidad antes constatada, de manera que, a veces, es Lou o su cuerpo el plano imaginario de una realidad bélica. Lou, el cuerpo de Lou, es aquí omnipresente, pero también los sentimientos de uno y otro. Algunas imágenes bélicas de Lou son propias del guerrero entusiasta, que renueva su ardor guerrero así, pensado en ella: «Ta bouche est la blessure ardente du courage» ( L 117), «Lance ta lettre, obus de ton artillerie, / Qui doit me redonner la vie et le sourire» ( L 191).
Las realidades vinculadas a la guerra metaforizan, como lo hacían las de la naturaleza, Lou, su cuerpo o parte concretas del mismo. Apollinaire, fino observador de lo que le rodea, encuentra sorprendentes vínculos entre las realidades bélicas cotidianas para él y la mujer que desea ardientemente. Pasa así del collage de realidades bélicas y ensueños o recuerdos eróticos a fusionarlos por medio de metáforas y comparaciones, en sus más diversas configuraciones sintácticas. Su condición de artillero, que coincide además con su fase de entusiasmo bélico, es evidente por la predilección que tiene por algunos planos imaginarios: las piernas de Lou son como dos bellos cañones pintados de blanco ( L 152); los cuerpos de los amantes agotados se quedan inertes «ainsi que deux canons tombés de leur affût» ( L 165); sin pudor, enumera partes del cuerpo de Lou para acabar con una metáfora in absentia llamativa: «tes totos chéris, ton cul splendide, tes poils, ton trou de balle» ( L 103); lo ojos de la amante infiel son obuses misteriosos ( L 276). Los obuses simbólicos parten, de hecho, de Lou a Gui o al revés: «je voudrais que tu sois un obus boche pour me tuer d’un soudain amour» ( L 310); «Je t’envoie un obus plein de fidélité / Et que t’atteigne, ô Lou, mon baiser éclaté» ( L 256).
Son sorprendentes los poemas en que Apollinaire combina la enumeración con una intensa metaforización, de tal manera que a Lou, o a las partes de su cuerpo, le corresponden, en un desarrollo proporcional, realidades bélicas, que casi siempre rodean directamente al poeta. Apollinaire tiene en mente la guerra y una mujer; encuentra así sorprendentes vínculos, que desarrolla de modo casi sistemático, entre los dos ámbitos. A veces, adelantándose a su tiempo, pasamos de vínculos sorprendentes a vínculos arbitrarios entre los planos real e imaginario, anunciadores del automatismo surrealista. En el poema que acompaña una carta escrita desde Nîmes ( L 34), Lou es el cuartel de Gui, los sentidos de Gui son los caballos de Lou, el recuerdo de Lou es su alfalfa, la banda militar en la noche suena como la voz de Lou, los 75 –cañones de 75 mm– son graciosos como el cuerpo de Lou, y sus cabellos son anteados como el fuego de un obús. En otro poema, los planos imaginarios o reales van de la vulva de las yeguas hasta las partes del uniforme militar, incluidos los clavos de su calzado:
Les clous de mes souliers brillent comme tes yeux
La vulve des juments est rose comme la tienne
Et nos armes graissées c’est comme quand tu me veux
Ô douceur de ma vie, c’est comme quand tu m’aimes
[...] Toi ma chère permission
Ma consigne ma faction.
Ton amour est mon uniforme
Tes doux baisers sont les boutons
Ils brillent comme l’or et l’ornent
Et tes bras si roses si longs
Sont les plus galants des galons ( L 93)
La guerra y el amor, vividos en primera línea, han estimulado, pues, poderosamente la imaginación poética de Apollinaire, descubriendo sorprendentes y hasta arbitrarios vínculos entre esos ámbitos. La inflamada imaginación erótica de Apollinaire, exacerbada por la abstinencia y el deseo insatisfecho, y su entusiasmo guerrero en esas fechas han fecundado poderosamente su imaginación poética. La unión de ardor amoroso, bélico y poético se cifra en este contundente verso: «Mon amour, ô mon Lou, mon art et mon artillerie» ( L 117). Lou es arte y artellería de Gui; es, pues, desde su propia perspectiva, su fuente de inspiración guerrera y poética.
CONCLUSIÓN: LIBERTAD ERÓTICA Y LIBERTAD POÉTICA
Los collages y las imágenes que reúnen el erotismo y la guerra en los poemas a Lou son sorprendentes. Desde luego, vincular el amor con la muerte, la relación amorosa o la seducción con una suerte de guerra, no son para nada algo nuevo. Lo llamativo en Apollinaire son las sorprendentes relaciones que ha creado entre los dos ámbitos, exaltando recíprocamente su deseo y su lucha concreta. Su afán de observador ha desmenuzado tanto a Lou como la realidad bélica que lo rodea en multitud de elementos entre los que ha establecido múltiples relaciones, a veces claras, a veces sorprendentes, otras rayanas en la arbitrariedad de la imagen surrealista. Nos hubiera gustado que se filtrara más en ese universo poético la decepción, la crítica incluso de la guerra; pero, durante el periodo de la correspondencia de Lou, aunque los versos se tiñen a veces de una inequívoca amargura por la guerra, predomina el entusiasmo bélico. Aquí, las musas de Apollinaire son guerreras; y la guerra, poética por la fascinación que generalmente produce en el poeta. A la violencia erótica consentida por Lou en las fantasías eróticas de Apollinaire, corresponde su entusiasta consentimiento a la violencia que ejerce como soldado. A una carta de Lou en que, supuestamente, esta hablaba de vicio, contestaba Apollinaire con estos versos:
Tu m’as parlé de vice en ta lettre d’hier.
Le vice n’entre pas dans nos amours sublimes.
Il n’est pas plus qu’un grain de sable dans la mer,
Un seul grain descendant dans les glauques abîmes.
[...]
Tu peux défier ma volonté sauvage,
Je peux me prosterner comme vers un autel
Devant ta croupe qu’ensanglantera ma rage,
Nos amours restent pures comme un beau ciel.
[...]
Ennoblissons, mon cœur, l’imagination!
La pauvre humanité bien souvent n’en a guères.
Le vice en tout cela n’est qu’une illusion
Qui ne trompe jamais que les vulgaires ( L 165).
Gui le pide a Lou que ennoblezcan juntos la imaginación y no hagan juicios morales sobre sus amores sublimes , tan particulares. Un ennoblecimiento también implícito para la imaginación poética, como se ve en los poemas a Lou.
BIBLIOGRAFÍA
APOLLINAIRE, Guillaume (1969): Lettres à Lou , París, Gallimard.
MICHEL, Décaudin (1969 a ): «Prefacio», en Apollinaire, Guillaume, Poèmes à Lou , París, Gallimard, pp. 9-18.
— (1969 b ): «Prefacio», en Apollinaire, Lettres à Lou , París, Gallimard, pp. I-XII.
HARTWIG, Julia (1972): Apollinaire , París, Mercure de France.
1. Nuestro relato se basa en Hartwig (1972) y Décaudin (1969 a y 1969 b ).
2. Todas las referencias a las cartas y poemas a Lou de este trabajo remiten a Apollinaire (1969), con la abreviación L .
3. «Mes meilleurs poèmes et il y en a je crois de bons vous ne les lirez que si celle qui les a veut bien, après la guerre, que je les publie» (Carta a Louise Faure-Favier, citada por Décaudin (1969 a : 16).
4. Los poemas fueron editados por primera vez por Pierre Cailler con el título de Ombre de mon amour , el que Apollinaire había anunciado para las cartas no íntimas a Lou. Se reeditaron en 1955 por el mismo editor con el título de Poèmes à Lou , que ha quedado consagrado.
5. Así pues, cuando hablamos de poemas a Lou , en este trabajo nos referimos a todos los poemas incluidos en la correspondencia a Lou, y no a una edición separada de los mismos.
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