¿En qué se sustentaba esta confianza de la oposición?
En lo político habían creado la Confederación de la Democracia (CODE), agrupación en la que unieron fuerzas la Democracia Cristiana y el Partido Nacional, más un sector escindido del Partido Radical, paradójicamente llamado Partido Izquierda Radical.
Promovieron y desarrollaron paros patronales y de los colegios profesionales. Fomentaron y sostuvieron el desabastecimiento. Cerraron centenares de empresas, sacando sus capitales a bancos del extranjero. Apoyaron y dirigieron paros en diversos gremios y levantaron a un sector del estudiantado. Los grupos de choque –que financiaban Patria y Libertad, el Comando Rolando Matus y a decenas de mercenarios– volaban instalaciones con explosivos, agredían a militantes de la Unidad Popular y destruían las sedes de los partidos de la coalición.
Los más pudientes se quejaban del desabastecimiento golpeando con fuerza cacerolas nuevas adquiridas para la ocasión, mientras en las poblaciones muchos almaceneros tiraban por los alcantarillados bidones de aceite o a la basura kilos y kilos de mercancías. Transcurridos algunos días después del golpe, cuando se pudo hacer compras, aparecieron en las estanterías de los almacenes productos que habían estado desaparecidos durante meses e incluso años, ¿quién los acaparó y por qué?
Pese a la propaganda opositora, en la que llevaban la voz cantante la Radio Agricultura, los diarios Tribuna y El Mercurio , y el Canal 13 de TV, los más humildes se sentían parte activa de un proceso y lo expresaban en multitudinarias manifestaciones. Miles de jóvenes, junto a trabajadores de distintas áreas, artistas populares, profesionales consecuentes y autoridades gubernamentales, se esforzaban diariamente en jornadas de trabajo voluntario, en la ciudad y el campo. Los centros juveniles se multiplicaron en todos los barrios, las campañas de aseo y ornato eran asumidas por jóvenes y adultos, el deporte y la recreación le ganaban la lucha a la apatía y la desesperanza. Millones de libros se imprimían en ediciones de bolsillo a bajo coste y los trabajadores y sus hijos pudieron deleitarse con la lectura de los clásicos universales, que hasta entonces les estaban vedados.
En muchas de las empresas que estaban bajo la dirección de los trabajadores se aumentó la producción y se recurrió con éxito a la creatividad y al ingenio para mantener el funcionamiento de maquinarias, ante la carencia de repuestos y piezas, debido al bloqueo que aplicaba principalmente el Gobierno de Estados Unidos, que no perdonaba la nacionalización del cobre, aprobada por el Congreso Pleno en 1971.
Entre 1970 y 1973 se nacionalizaron también el salitre y el carbón, y se estabilizó la banca. Se había profundizado y culminado el proceso de la reforma agraria, entregando a los campesinos pobres la tierra para que la trabajaran.
Todo esto ha sido ocultado sistemáticamente por la derecha y el centro político chilenos. Ellos insisten en la carencia de logros del Gobierno de la Unidad Popular y justifican el golpe. Por eso es muy importante lo que dice Andrés Domínguez en su libro El poder y los derechos Humanos : 8
Allende cumplió íntegramente el programa que votó el pueblo, especialmente se preocupó de los derechos humanos. Aumentó los índices de escolaridad, de salud y de vivienda.
Los niños tuvieron acceso a una mejor alimentación y los trabajadores lograron facilidades para continuar sus estudios. Nunca hasta entonces los jubilados gozaron de mejores rentas. Las mujeres ganaron espacios al machismo –en la práctica social y hogareña–, luchando por sus reivindicaciones específicas, aunque Allende no alcanzó a crear el Ministerio de la Mujer, como era su deseo. Los obreros y campesinos tuvieron como nunca una injerencia activa en la producción, a través del reglamento sobre participación en las empresas del área social y mixta, y llegaron en algunos casos a la administración y control de la producción.
Eligieron directamente en sus sitios de trabajo a los dirigentes de la Central Única de trabajadores (CUT), en 1972, fenómeno democrático inédito en la historia del movimiento obrero mundial.
Los mapuches expresaron sus demandas sin temor a represalias y fueron visitados por primera vez en la historia de Chile por un presidente en sus propias reducciones indígenas.
Los pobladores democratizaron a fondo sus juntas de vecinos 9y participaron en la distribución de alimentos, mediante las Juntas de Abastecimientos y Precios (JAP). 10
Los trabajadores de la cultura lograron, como nunca antes en ningún gobierno, difundir poesía, canciones y obras de teatro acuñadas por el propio pueblo.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos entiende por estos el derecho a la vida, al trabajo, al descanso, a la organización sindical o de cualquier movimiento social, el derecho a un nivel de vida adecuado, a la seguridad social, a una honrosa jubilación para vivir dignamente; en fin el derecho a la educación, la salud, la vivienda y a gozar de las artes y otras manifestaciones culturales.
Casi todos estos puntos planteados por las Naciones Unidas fueron promovidos por el gobierno de Allende.
En marzo de 1973 se celebraron elecciones parlamentarias y los adversarios políticos de Allende y de la Unidad Popular, a estas alturas enemigos declarados de su Gobierno, daban por hecho que contarían con los parlamentarios suficientes para destituir al mandatario en el Congreso Nacional. Contra todo pronóstico de la oposición, la Unidad Popular obtuvo el 44% de los votos en las elecciones parlamentarias del 4 de marzo de 1973. Si bien es cierto que tal porcentaje significaba una baja respecto del apoyo obtenido en 1971, es claro que en tres años aumentaron en más de un 6% los votos con los que Allende llegó a la presidencia, pese a todos los elementos que tenía en contra. Este era un signo inequívoco del enorme apoyo popular que tenía el Gobierno. Para la derecha había quedado claro, después de esta elección, que el apoyo al Gobierno de Allende era contundente y que no le quedaba otra alternativa que jugársela con más subversión y terrorismo. Desde ese momento el golpe era cuestión de tiempo.
Foto 5:En la campaña presidencial de 1970 se sentía cercano el triunfo popular, el pueblo se movilizaba soñando con un futuro mejor. Fuente : < www.memoriachilena.cl>.
Un pequeño aporte al Gobierno de la Unidad Popular
El 11 de septiembre de 1973, yo era un activo miembro de las Juventudes Comunistas de Chile y, aunque había sido castigado un par de veces «por salirme de la línea», seguía militando. La mayor parte de mi trabajo estaba orientada a la participación activa en las jornadas de trabajo voluntario, cumpliendo también tareas en las labores de propaganda como integrante de la Brigada Ramona Parra local. 11Era un joven idealista, como miles, en esos años hermosos de compromiso con los más humildes, compromiso que mantengo hasta estos días.
En marzo de 1972, en una hermosa y solemne ceremonia recibí mi carné de jotoso . 12Un compañero puso en mis manos un ejemplar de La Joven Guardia , de Alexandre Fadéiev, libro que recibí con gran emoción y que aún conservo. Es un hermoso relato de la lucha que mantuvieron un grupo de valientes jóvenes rusos en la ciudad de Krasnodón, contra los invasores nazis. Lejos estaba de suponer siquiera que la persecución, la tortura y la muerte me tocarían tan de cerca. La lectura del libro me mostró lo hermoso que es asumir el compromiso de luchar por lo que se quiere, más allá de los costes que se tengan que pagar.
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