20 Émile Durkheim, «Préface», L’Année sociologique , 1898, p. II.
21 Hoy en día todavía se tiende a identificar los valores del detallismo y la obsesión por el dato empírico con el positivismo comtiano, cuando éste en realidad postulaba la necesidad de encontrar leyes generales que dieran una explicación científica al conocimiento del pasado (Jean Lacroix, La sociologie d’Auguste Comte , París, 1967). Para la distinción entre el positivismo decimonónico y el retorno a la erudición del «positivismo» postulado por la escuela metódica, vid. Charles-Olivier Carbonell, Histoire et historiens. Une mutation idéologique des historiens français 1865-1885 , Toulouse, 1976.
22 Robert Leroux, Histoire et sociologie en France. De l’histoire-science à la sociologie durkheimienne , París, 1998, p. 170.
23 Un magnífico recorrido por las filosofías de la historia más sobresalientes del siglo XIX en Leonard Krieger, Time’s Reasons. Philosophies of History Old and New , Chicago, 1989, pp. 52-106.
24 Georg G. Iggers, New Directions in European Historiography , Middletown, 1984 (1975), pp. 85-90.
25 He utilizado la edición de inglesa Max Weber, The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism , Nueva York, 1956 (1904-1905), que contiene una jugosa introducción de Richard H. Tawney.
26 Norbert Wiley (ed.), The Marx-Weber Debate , Newbury Park, Cal., 1987.
27 Max Weber, Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva , México, 1977 (1922), 2 vols.
28 Henri Pirenne, Histoire économique et sociale du moyen âge , París, 1963.
29 Werner Sombart, Le bourgeois. Contribution à l’histoire morale et intellectuelle de l’homme économique moderne , París, 1928.
30 Yves Renouard, Les hommes d’affaires italiens du Moyen Age , París, 1949, y Armando Sapori, Il mercante italiano nel Medioevo , Milán, 1983. Sobre este debate historiográfico, Jaume Aurell, «Introducción», en J. Aurell (ed.), El Mediterráneo medieval y renacentista, espacio de mercados y de culturas , Pamplona, 2002, pp. 9-32.
31 Georg G. Iggers y Konrad Von Moltke, «Introduction», en Leopold Von Ranke, The Theory and Practice of History , Nueva York, 1973, p. LXVI.
32 Sobre este proyecto, Robert Leroux, «Une encyclopédie historique: L’évolution de l’humanité », en Histoire et sociologie en France , París, 1998, pp. 141-149.
33 Para el ambiente académico en la Inglaterra de este período, Reba N. Soffer, Discipline and Power. The University and the Making of an English Elite, 1870-1930 , Stanford, 1994; para Francia, Pim den Boer, History as a Profession. The Study of History in France , 1818-1914, Princeton, 1998.
34 Numa D. Fustel De Coulanges, «De l’analyse des textes historiques», Revue des questions historiques , 41 (1887), p. 5.
35 Sobre la filosofía de la historia, William H. Dray, On History and Philosophers of History , Leiden, 1989.
36 Para este complejo asunto, son especialmente útiles las obras de Leonard Krieger, Time’s Reasons. Philosophies of History Old and New , Chicago, 1989 y Otto G. Oexle, L’historisme en débat. De Nietzsche à Kantorowicz , París, 2001 (1996).
37 Carlo Antoni, Lo Storicismo , Turín, 1968 (1956).
38 La compleja distinción entre los conceptos de historismus y de historicismo está sútilmente explicada en Georg G. Iggers, The German Conception of History. The National Tradition of Historical Thought from Herder to the Present , Middletown, 1968.
39 Nohemi Hervitz y Leonor Ludlow, Problemas de la historiografía contemporánea , México, 1984, p. 17.
40 Karl Popper, The Poverty of Historicism , Londres, 1960 –se trata de una edición revisada del texto original, publicado en 1945–; Paul A. Schlip (ed.), The Philosophy of Karl Popper , La Salle, 1974, 2 vols.
41 Arthur C. Danto, After the End of Art: Contemporary Art and the Pale of History , Princeton, 1997, en el fondo una continuación de su clásica obra de los años sesenta: Analytical Philosophy of History , Cambridge, 1965.
42 Georg G. Iggers, «Historicism», en Dictionary of the History of Ideas , Nueva York, 1973, vol. 2, pp. 456-468; D. E. Lee y R. N. Beck, «The Meaning of Historicism », American Historical Review , 59 (1953-1954), pp. 568-577; Maurice Mandelbaum, The Problem of Historical Knowledge , Nueva York, 1967, pp. 88-93; Carlo Antoni, Dallo Storismo alla Sociologia , Florencia, 1940.
43 Una excelente visión general del presentismo en William H. Dray, «Some Varietes of Presentism», en On History and Philosophers of History , Leiden, 1989, pp. 164-189.
44 Benedetto Croce, Teoría e historia de la historiografía , Buenos Aires, 1955; León Dujovne, El pensamiento histórico de Benedetto Croce , Buenos Aires, 1968.
45 John Dewey, «The Theory of Inquiry», en Hans Meyerhoff (ed.), The Philosophy of History in Our Time , Nueva York, 1959, p. 168 –el texto original de Dewey es de 1930–.
46 Agnes Heller, A Theory of History , Londres, 1982, p. 81.
47 Ver algunas interesantes reflexiones al respecto en A. William Salomone, «Italy», en Georg G. Iggers y Harold T. Parker, International Handbook of Historical Studies. Contemporary Research and Theory , Westport, Conn., 1979, pp. 233-251.
48 Benedetto Croce, Teoria e storia della storiografia , Milán, 1989 (1915), p. 43.
49 Robin G. Collingwood, The Idea of History , Oxford, 1946.
50 Sobre el complejo proceso de reconstrucción y publicación del libro póstumo de Robin Collingwood, ver Jan Van der Dussen, «Collingwood lost manuscript of The Principles of History », History and Theory , 36 (1997), pp. 32-62.
51 Hayden V. White, Metahistory. The Historical Imagination in Nineteenth-Century Europe , Baltimore & Londres, 1973.
52 «When (the historian) knows what happened, he already knows why it happened» (Robin G. Collingwood, The Idea of History , Oxford, 1946, p. 214).
53 Así lo formula Alan Donagan, Later Philosophy of R.G. Collingwood , Oxford, 1962, p. 18.
54 Sobre la recepción de las ideas de Collingwood en la historiografía, Albert Shalom, R.G. Collingwood, philosophe et historien , París, 1967; William H. Dray, History as Reenactment. R.G. Collingwood’s Idea of History , Oxford, 1995.
55 Sobre la teoría de la historia de Ortega, John T. Graham, Theory of History in Ortega y Gasset: «The Dawn of Historical Reason» , Columbia, 1997.
56 José Ortega y Gasset, Historia como sistema , Madrid, 1966 (1936), p. 51.
57 Ortega es, quizás, junto a Rafael Altamira, uno de los historiadores y filósofos españoles del siglo XX que más interés ha suscitado en el mundo anglosajón. La bibliografía es enorme, pero se puede citar también a Christian Ceplecha, The Historical Thought of José Ortega y Gasset , Washington, 1958.
58 Heinrich Rickert, The Limits of Concept Formation in Natural Science. A Logical Introduction to the Historical Science , Cambridge, 1986 (1902).
59 Josep Fontana, La història dels homes , Barcelona, 2000, pp. 172-173.
60 Un ambicioso recorrido por los ensayos de historia universal en la historiografía contemporánea en Paul Costello, World Historians and their Goals. Twenty-Century Answers to Modernism , De Kalb, Illinois, 1993.
61 Oswald Spengler, La decadencia de Occidente (bosquejo de una morfología de la historia universal) , Madrid, 1923-1927, 4 vols., con un prólogo de José Ortega y Gasset que es también útil para conocer el estado de la historiografía en aquel período.
Читать дальше