Naiara Hernández - ¡Contigo no!

Здесь есть возможность читать онлайн «Naiara Hernández - ¡Contigo no!» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

¡Contigo no!: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «¡Contigo no!»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Mirian Rivas y Matthew Bennett tienen muy poco en común. Ella es una humilde diseñadora que sueña con las pasarelas de Nueva York, París o Milán. Matthew es un actor de Hollywood que consigue todo lo que se propone, pero esta vez se cruzará con la joven Miriam que no cederá a sus encantos. Una historia de dos titanes, cada uno luchando por su propia batalla. ¿Quieres descubrir quién será el vencedor? Averígualo en
¡Contigo no!.

¡Contigo no! — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «¡Contigo no!», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Todavía no tengo claro si eres sordo o tonto. No te deseo, ni quiero acostarme contigo.

Me enderecé, quedando dos cabezas por encima de ella.

—Si quieres parecer creíble al menos intenta contener la cabeza.

Sus ojos se agrandaron y palideció. No me había equivocado con la teoría sobre la inclinación de su cabeza; cada vez que mentía la inclinaba hacía la izquierda. Se cruzó de brazos con un gracioso mohín, cambió el peso a la otra pierna y con total seriedad dijo:

—¿Qué te hace pensar que te deseo? Si lo hiciera ya hubiera cedido ¿No crees? Deberías empezar a asimilar que no todas las mujeres caen a tus pies Bennett…

—¿Sabes por qué sé que me deseas? —le pregunté interrumpiéndola. Negó con la cabeza y añadí—: Sé que me deseas porque me miras exactamente igual que yo te miro a ti. Sé que me deseas porque tu pulso se acelera cuando estoy cerca, al igual que el mío se acelera cuando te veo. —Cogí su mano y la puse en mi cuello, donde mis pulsaciones eran evidentes. Volví a inclinarme, esta vez quedando más cerca de sus labios—. Y sé que me deseas porque tú cuerpo no puede mentir. Puedes negarlo tanto como quieras Mirian, pero una parte de ti sabe que tarde o temprano caerás, porque eso es exactamente lo que quieres.

Me separé, satisfecho con su reacción; no pestañeaba y apenas conseguía respirar. Sus labios estaban separados buscando alguna bocanada de aire, las ganas de ir a por ellos y besarlos eran insufribles. Necesitaba volver a saborear de nuevo la frambuesa, necesitaba volver a sentir la suavidad de su boca… Necesitaba tenerla de una vez por todas o terminaría loco.

Recobró de nuevo el control, sus mejillas estaban adorables teñidas de rojo. Se miró la punta de sus zapatos y cuando sus ojos se levantaron de nuevo para mirarme, a quien se le cortó la respiración fue a mí.

—Puede que no te equivoques Bennett, y quizás te desee. Pero créeme, contigo no pienso ceder. Contigo no.

Se dio media vuelta se alejó, dejándome totalmente pasmado en la acera. ¿Realmente era más grande su orgullo que sus ansias? De aquella mujer me esperaba todo, pero a mí todavía me quedaban algunas cartas que jugar para conseguirla, pues no pensaba rendirme. Mirian Rivas iba a ser mía al precio que fuera.

Regresé a mi habitación más frustrado de lo habitual, los rechazos de la diseñadora estaban acabando con mi paciencia. Mi móvil sonó en el momento en que me servía una copa, el nombre de Karina parpadeaba en la pantalla. No contesté, lo último que me apetecía era verla. La rubia era la mujer que más tiempo había estado en mi cama, probablemente fuera por su boca, no obstante, ese tiempo estaba a punto de acabar. Karina comenzaba a entender mal el concepto de nuestra relación y por mucho que ella lo negara, sabía que esperaba más de lo que yo iba a darle. Aunque tampoco era estúpido, el estar conmigo, acudir a eventos de mi mano y aparecer en portadas de numerosas revistas de cotilleo como la novia de Bennett, le habían abierto las puertas que ella necesitaba. Karina aún a pesar de retozar con hombres importantes no conseguía más que alguna joya o algún vestido caro, pero la rubia se había empeñado en ser actriz, y aunque actuara de pena, después de nuestras primeras fotos juntos la contrataron para una serie.

Me senté frente al enorme ventanal, degustando el whisky mientras de fondo sonaba Todo de Pereza, cerré los ojos, recostándome en el sofá e imaginé a la diseñadora cantando. No era precisamente una buena cantante, pero me gustaba escucharla, aunque prefería verla bailando.

Trataba de explicarme por qué aquella mujer me interesaba tanto, ¿Qué tenía ella que no tuviera cualquier otra? Sencillo; Mirian Rivas era única, o al menos pertenecía a una especie en extinción. Rememoré sus últimas palabras una y otra vez y sonreí al recordar cómo sus labios pronunciaban “contigo no”. Me lo había dicho en varias ocasiones y resultaba gracioso ver cómo su cuerpo era quien contradecía aquellas palabras.

Mi teléfono volvió a sonar, me alegré al ver el remitente:

—Hola preciosa —respondí.

—Mamá nos ha dicho que vendrás al cumple de Nicco —gritó entusiasmada mi sobrina.

—¿Ha llegado ya?

—No. Nos has llamado desde el aeropuerto. ¡Ah! Y nos ha dicho que vendrás acompañado ¿Quién es ella? —Gabriela había sacado el gen periodístico de Eli, sin duda.

—Una amiga de tú madre.

—¿No lo es tuya?

Sonreí al pensar que mi relación con Mirian disentía mucho de la amistad.

—Hum… Sí. Supongo.

—¿Y eso que quiere decir? —investigó Gabri, podía imaginarla enrollándose el pelo rubio en el dedo sin tan siquiera pestañear—. ¿Es más que una amiga? ¡OH DIOS MIO! —chilló—. ¿Es tu novia?

—No Gab, no es mi novia.

Aquella vez no me apresuré a responder.

—¿Seguro? Mamá ha dicho que es muy guapa… —su voz adquirió aquel tono de acusación encubierto.

—Muy seguro. Y sí, Mirian es muy guapa.

—Te gusta… —canturreó—. Nicco, no seas pesado… No, ahora estoy hablando… Nicco…

Pude oír perfectamente cómo los hermanos se peleaban por el teléfono, me reía ante los comentarios de mi sobrino, quien llamaba cotilla a su hermana, y Gab lo llamaba el niño pulpo. No tenían una relación muy cordial, por no decir que pelaban más que los perros y los gatos, aun así, Nicco siempre estaba al lado de Gabriela, la perseguía a todos lados, y sospechaba que era solo por molestar.

—¡TÍO! —clamó Nicco al vencer a su hermana y conseguir el teléfono— ¿Vendrás a mi cumpleaños?

—Por supuesto. Me tendrás que decir qué quieres que te regale.

—Que vengas….

—¿Te conformas con que vaya? —pregunté anonadado, no era nada fácil sacarle una palabra cariñosa a Nicco.

—No. No me has dejado acabar. Que vengas y me lleves a la tienda de los videojuegos, tendrás que dejarme elegir el que quiera.

Me eché a reír ante su respuesta. Mi sobrino conseguía dejar mudo a muchos adultos, era no solo el niño más listo que conocía, sino la persona más lista. Tenía una inteligencia envidiable. Pero como todo niño, su pasión era la Play.

—Eso está hecho campeón —le aseguré.

—Bien… espera. —Oí el murmullo de su hermana, pero no conseguí entender que decía—. No pienso preguntarle eso Gab, no seas cochina.

Alcé una ceja y agudicé el oído intentando escuchar a mi sobrina. No lo conseguí.

—¿Qué quiere que me preguntes?

—Dice que si te has dado besos en la boca con la amiga de mamá... Y eso es asqueroso.

Volví a reírme y decidí abandonar aquella conversación, que de pronto me pareció demasiado espinosa. Me despedí de ellos, prometiéndoles nuevamente que nos veríamos en dos semanas.

La noche caía sobre el cielo de Madrid cuando me dispuse a ducharme, mi móvil sonó antes de entrar en la ducha.

—¿Brandon? ¿Ocurre algo? —contesté un tanto preocupado, a esa hora Stone estaba en la cama.

—Nada grave. Solo te quería preguntar si te apetecía salir a tomarte una copa.

Su voz sonaba un tanto rota, por lo que deduje que había discutido con su mujer o su hija Melissa.

—Claro. ¿Te parece que quedemos en media hora en el hall?

—De acuerdo. Hasta ahora.

Colgué y me di una ducha rápida, me metí en el vestidor y me decanté por unos pantalones vaqueros, una camisa de botones blanca y unos zapatos de piel negra. Me arreglé el pelo lo mejor que pude, cogí la americana negra y bajé en busca de Brandon, quien me esperaba un tanto decaído.

—¿Qué ha pasado? ¿Has vuelto a discutir con Janne? —le pregunté mientras me acercaba.

Levantó sus ojos grises para mirarme, me detuve al ver lágrimas en ellos. No era muy común ver a Stone ni emocionado ni de ningún modo, siempre estaba impertérrito, es más, lo conocían como el hombre de hielo. No es que fuera frío, pero si reservado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «¡Contigo no!»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «¡Contigo no!» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sònia Hernández - Prosopagnosia
Sònia Hernández
Eduardo Rosalío Hernández Montes - El fin del dragón
Eduardo Rosalío Hernández Montes
Gil-Manuel Hernàndez i Martí - La festa reinventada
Gil-Manuel Hernàndez i Martí
Marina Marlasca Hernández - Siempre tú. El despertar
Marina Marlasca Hernández
Oswaldo Hernández Trujillo - Una ciudad para el fin del mundo
Oswaldo Hernández Trujillo
Francesc J. Hernàndez i Dobon - Estética del reconocimiento
Francesc J. Hernàndez i Dobon
Miguel Ángel Aquino Hernández - Aprende programación de computadoras
Miguel Ángel Aquino Hernández
Luz Hernández Hernández - Customer Experience. Guía práctica
Luz Hernández Hernández
Isaac Manuel Hernández Álvarez - Voy contigo
Isaac Manuel Hernández Álvarez
Отзывы о книге «¡Contigo no!»

Обсуждение, отзывы о книге «¡Contigo no!» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x