Eduardo Rosalío Hernández Montes
El fin del dragón
Volumen 1
© Eduardo Rosalío Hernández Montes, 2022
© El fin del dragón Volumen 1, 2022
Marzo 2022
ISBN papel: 978-84-685-6556-9
ISBN Pub: 978-84-685-6581-1
Portada e ilustraciones: Angry Wolf
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A mi padre, a quien tanto respeto y admiración
le guardo, mismo que siempre confió y se preocupó
por mí hasta el lamentable día de su despedida.
Al tan popular videojuego de mundo
abierto compuesto principalmente por
cubos, y a su creador original.
Índice
CAPÍTULO 1 Un mundo extraordinario
CAPÍTULO 2 Invitados indeseados
CAPÍTULO 3 Acechando desde las sombras
CAPÍTULO 4 Un guerrero nato
CAPÍTULO 5 Una sensación aterradora proveniente de las sombras
CAPÍTULO 6 Un combate incesante contra criaturas repugnantes
CAPÍTULO 7 Hasta lo más oscuro y profundo
CAPÍTULO 8 Recuerdo traumático
CAPÍTULO 9 El origen de una larga y fiel amistad
CAPÍTULO 10 Forastero
CAPÍTULO 11 Mal presagio
CAPÍTULO 12 La aldea
CAPÍTULO 13 Asedio sombrío
CAPÍTULO 14 A un paso de otro mundo y una visita inesperada
CAPÍTULO 15 Batalla pantanosa
CAPÍTULO 16 Asalto
CAPÍTULO 17 Una flor con un profundo valor
CAPÍTULO 18 Última voluntad
CAPÍTULO 1
Un mundo extraordinario
Esta historia comienza cuando un hombre adulto, de complexión delgada, piel morena, pelo café oscuro, ojos morados; con vestimenta compuesta meramente por una camiseta azul celeste, pantalones de mezclilla azul oscuro y zapatos grises simples; despierta recostado en un suelo de textura peculiar después de haber estado desmayado por un tiempo. Confundido y desorientado, abre lentamente sus ojos, mientras recobra sus sentidos, y deslumbrado por la intensa luz cegadora del sol, por instinto, cubre su vista con su brazo. Enseguida, intenta levantarse del suelo a la vez que observa su brazo con detenimiento y, posteriormente, todo a su alrededor. Contempla el terreno con asombro…, como si todo lo que ve fuera nuevo para él. Y, de hecho, no se equivoca, pues ha abierto los ojos luego de haber permanecido dormido durante bastante tiempo en este mundo de apariencia misteriosa… Aunque, como problema…, ha perdido su memoria.
El hombre, a pesar de encontrarse en un mundo completamente desconocido, no se inquieta en absoluto, ya que, de alguna forma…, el lugar le resulta familiar…, como si sintiera que pertenece a este mundo. Lo primero que pasa por su cabeza es cómo es que llegó aquí, e incluso se cuestiona sobre su propio nombre, lo cual comienza a alarmarlo un poco, pues no recuerda absolutamente nada de sí mismo, como si hubiera perdido cualquier recuerdo relacionado a sí mismo, como quién es o, más importante, cómo es que llegó a este lugar.
Al tratar de encontrar sus recuerdos con desesperación, comienza a perder la cabeza. A volverse loco por el simple hecho de hacerse tantas preguntas sobre sí mismo en tan poco tiempo…, y ninguna con respuesta… Pero antes de perder la razón, de alguna parte cercana se escucha algo extraño e inquietante, similar a un gruñido. Un sonido inesperado que asustaría a cualquiera en esta situación, aunque lo extraño es que él no se asusta, pues de inmediato se da cuenta de que el sonido provino de su estómago. Solo es su cuerpo diciéndole que está hambriento.
Dicho ruido interrumpió sus pensamientos abrumadores y le ayudó a calmarse un poco, replanteándose de mejor manera una sola pregunta en la cual enfocarse. “¿Qué es lo que va a hacer ahora?”, es la interrogante, respondiéndose a sí mismo: “En lugar de enloquecer perdiendo el tiempo buscando preguntas sin respuestas, será mejor que por ahora me concentre en mantenerme con vida. Ya cuando sea el momento indicado, me enfocaré en encontrarme a mí mismo y descubrir quién soy realmente.”. De esta manera, queda claro que pese a no saber absolutamente nada de sí mismo, cuenta con el razonamiento, sensatez e inteligencia para analizar y comprender su situación, y establecer un inicio inmediato a su supervivencia en este mundo desconocido.
Ya decidido, el hombre se levanta del suelo para poder explorar el terreno en el que se encuentra y buscar algún alimento. Aunque justo cuando se pone de pie, ve un libro a un constado de donde despertó. Al levantarlo para examinarlo, se percata de que la cubierta de este no muestra ningún tipo de información (algo muy peculiar en un libro). Pero más se sorprende cuando lo abre y se da cuenta de que todas las páginas están… ¡en blanco!, y por más que lo hojea no encuentra ni una sola palabra, absolutamente nada, ni siquiera alguna ilustración referente a algún tema o algo por el estilo. Al principio, pensó que no le sería de utilidad, pero luego de reflexionar un poco más, cree que en algún momento podría servirle para anotar algo que encuentre relevante a lo largo de su travesía en este mundo, por lo que decide llevarlo consigo.
Después de recoger el libro, el hombre voltea a su alrededor en busca de algo que pudiera comer, reconociendo así el lugar en el que está, siendo este mayormente llano y cubierto de césped, arbustos, flores y árboles, estos últimos en su mayoría de color café y algunos de color blanco con manchas negras; pero nada de su interés.
Ya muy hambriento, piensa que lo mejor sería caminar y explorar más allá de donde alcanza su vista, con la esperanza de encontrar algo más que árboles…, o, si no, terminará comiendo madera. Sin embargo, luego de tan solo avanzar unos cuantos pasos, un sonido interrumpe su andar, aunque esta vez no fue el mismo que antes, sino el gruñido del que parece ser un cerdo salvaje que podría estar merodeando en la cercanía.
Obviamente, el hombre voltea y corre hacia donde provino el sonido, hasta llegar a un lugar con un pequeño estanque rodeado de flores rojas y amarillas. Y mayor es la impresión cuando divisa a tres cerdos salvajes a un costado del estanque. Al instante, piensa en cuál sería la mejor manera para atrapar al menos uno de ellos (asumiendo él mismo desde el principio que solo tiene la capacidad suficiente para atrapar a un único cerdo…, o simplemente tiene pocas expectativas). Como sea, no hay mucho tiempo para pensar, y antes de poder perder la oportunidad, se impacienta y corre de frente hacia uno de los cerdos lo más rápido que puede y con los brazos extendidos… Pero, desafortunadamente, al que escogió como presa fue demasiado rápido y escurridizo, y lo único que consiguió fue gastar energías. Además, terminó golpeándose con fuerza contra el tronco de un árbol después de la breve persecución, perdiendo ahora de vista a los tres cerdos salvajes.
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