Jaime Bayly - El Huracán Lleva Tu Nombre

Здесь есть возможность читать онлайн «Jaime Bayly - El Huracán Lleva Tu Nombre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Huracán Lleva Tu Nombre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Huracán Lleva Tu Nombre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Gabriel ama a Sofía pero también le gustan los hombres. Gabriel tiene mucho éxito en televisión, pero lo que ansía de verdad es huir del Perú y dedicarse sólo a a escribir, lejos de la ambigüedad y de la hipocresía que lo envuelven y lo limitan. El huracán lleva tu nombre es una singular historia de amor, dolorosa y gozosa a la vez, con una heroína, Sofía, que fascina por su capacidad de amar, y con un original antihéroe, el narrador, Gabriel, que expone al lector su conflicto a través de una sinceridad a veces hilarante y a veces conmovedora. Una novela que no va a dejar a nadie indiferente.

El Huracán Lleva Tu Nombre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Huracán Lleva Tu Nombre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Colgamos y yo atribuyo su tristeza a que no la acompañé a Lima a pasar las Navidades y ni siquiera la llevé al aeropuerto, y a que ella no ignora que en unos días llevaré mis pocas cosas a un lugar que arrendaré a solas. Dos días después, el día mismo de Navidad, descubro el motivo de su extraña melancolía. Suena el teléfono mientras estoy escribiendo. Maldigo el aparato y sólo lo levanto cuando reconozco la voz de Sofía. Feliz Navidad, me dice, pero está triste como en los últimos días, y yo feliz Navidad para ti también -y luego-: ¿cómo la estás pasando?, y ella acá, tranquila, con la familia, ¿y tú?, y yo muy feliz, escribiendo, muerto de frío, no sabes el frío de mierda que hace, y ella extraño tanto Georgetown, estar allá contigo, todo esto me parece horrible, insoportable, no veo la hora de regresar, y yo qué bueno, menos mal que no te acompañé, es tan deprimente pasar la Navidad allá; en cambio acá es toda una aventura. Ahora ella se queda callada y yo siento que está mal, ¿qué te pasa? -le pregunto, y ella no contesta, la oigo sollozar-, ¿por qué estás tan triste, Sofía?, insisto, y ella sigue muda, no responde, y yo pienso está triste porque sabe que no podemos ser una pareja y que me gustan los hombres y que nuestro amor es imposible. Dime, ¿qué te pasa?, ¿por qué lloras?, pregunto, y ella, haciendo un esfuerzo, balbuceando, tengo que decirte algo importante. Yo siento que es una mala noticia, tal vez ha muerto mi padre, ha chocado uno de mis hermanos y está grave en el hospital, o ella está enferma y me lo ha ocultado estos últimos días. Dime, ¿qué ha pasado? -me apresuro, y ella vuelve a enmudecer y yo me desespero-: Dime, por favor, no me tortures así. Entonces ella hace acopio de todo el coraje que le queda esta tarde de Navidad y me dice con la voz llorosa y un tono de disculpa: Estoy embarazada.

Yo me quedo helado, sin saber qué decir, como si de pronto estuviese actuando en una película de la que quiero escapar pero no puedo. Respiro hondamente, me llevo una mano a la cabeza y pregunto ¿estás segura o es sólo un atraso?, y ella ¿estás molesto?, y yo no, pero sólo dime, ¿es un hecho o crees que estás embarazada? Ella lloriquea, como pidiéndome perdón y a la vez ayuda en este momento desesperado, y dice con una voz débil hoy salieron los resultados del examen en la clínica y es un hecho. Entonces me siento abrumado y no sé qué decir, porque no me atrevo a preguntarle si yo soy el padre, simplemente me callo, asumo que es así, sólo atino a decir ¿cómo te sientes?, y ella sigue llorando ¿cómo crees?, fatal, y yo lo siento, qué mal momento, y qué pena que te fuiste y estás sólita allá, y ella al parecer se enternece y dice no sabes cómo te extraño, y yo, aterrado ¿qué vas a hacer?, y ella, más aterrada aún, no sé, no tengo idea, estoy muy confundida, y yo ¿se lo has dicho a alguien?, y ella sólo lo sabe mi amiga Macarena, que me acompañó a la clínica, y yo pero no se lo has dicho a tu madre, ¿no?, y ella, bajando un poco la voz, no, cómo se te ocurre, estoy embarazada pero no loca.

Me quedo en silencio unos segundos y pregunto ¿qué quieres que haga?, ¿cómo puedo ayudarte?, y ella no sé, no hagas nada, espérame allá, yo me quedo unos días más, paso Año Nuevo y al día siguiente me regreso y vemos qué hacemos, y yo ¿quieres que vaya a Lima y nos regresemos juntos?, y ella no, no te preocupes, y yo ¿segura?, y ella otra vez rompe en llanto y me dice no sé, ya no estoy segura de nada, y yo no te preocupes, en un par de días estoy allá, no te voy a dejar sola en un momento así, y ella gracias, sería lindo que vengas, y yo claro, te entiendo, quédate tranquila que pasamos Año Nuevo juntos allá, y ella ¿no estás molesto conmigo?, y yo, tratando de aparentar calma y dominio de las circunstancias, no, tranquila, todo bien, no le cuentes esto a nadie, no estés triste y espérame, que en unos días estoy contigo allá, y antes de despedirnos ella ¿me quieres?, y yo claro que te quiero, te adoro, y ahora más que nunca, y luego ella bueno, que tengas una linda Navidad, te extraño mucho, y yo feliz Navidad, preciosa, yo también te extraño.

Cuelgo el teléfono y siento que me han pegado con un bate de béisbol en el pecho, no puedo respirar bien, camino al cuarto, me tumbo en la cama, pienso que esto no puede ser verdad, que tiene que ser un mal sueño. Luego veo la biblia mutilada y pienso: Dios me ha castigado por limpiar mi esperma con su santa palabra. Soy gay y he dejado embarazada a mi chica. Estoy jodido. Ahora sí que estoy jodido. ¿Qué mierda voy a hacer? ¿Por qué diablos no me puse un condón esa noche que la amé sobre mi mesa de trabajo antes de salir a correr? Nunca más usaré la biblia para limpiar los residuos de una paja navideña. Ansioso, me pongo ropa deportiva y salgo a correr a toda prisa en medio del frío y siento que ésta es la Navidad más extraña de mi vida, una que nunca olvidaré.

Estoy en un vuelo entre Miami y Lima. Es la última noche de diciembre y el avión está vacío. Me quiero emborrachar. Una azafata muy amable no deja de traerme champagnes, la última fila de clase económica en la que trato de olvidar mis angustias. Le pido que se siente a mi lado y me haga compañía, pero ella se excusa con una sonrisa y promete que vendrá más tarde, apenas pueda. Es guapa, no me molestaría darle un beso.

Trato de dormir, estoy extenuado, no he podido dormir bien las últimas noches en Georgetown, abrumado por la noticia que Sofía me dio el día de Navidad, pero mis esfuerzos son inútiles, no logro conciliar el sueño, una sola idea me golpea como un martillo la cabeza: voy a ser papá en el peor momento de mi vida, justo cuando quería ser un escritor y atreverme a ser todo lo gay que me diese la gana. No puedo ser papá. No puedo ser pareja de Sofía, vivir con ella, hacerla feliz. Quiero estar solo, sentirme libre, vivir austeramente como escritor y, si tengo suerte, enamorarme de un hombre. Sería una locura ser papá. Sofía tendrá que entenderlo. Si no somos una pareja y estamos separándonos y ella está en medio de una maestría y yo escribiendo una novela y es casi un hecho que soy gay o al menos bisexual y en todo caso los hombres me gustan más que las mujeres, ¿qué sentido tiene obligarnos a ser padres en este momento crucial de nuestras vidas? Ninguno. Ella tendría que dejar sus estudios y quedarse sola con el bebé porque yo no puedo ser su pareja. Yo no podría seguir escribiendo la novela.

Estos últimos días, angustiado por la noticia del embarazo, arrepentido por haber cometido un descuido tan elemental que nos ha llevado a esta crisis, los nervios crispados, no he podido escribir una línea. Si quiero ser escritor, no puedo tener un hijo de este modo tan irresponsable con una mujer de la que no estoy enamorado. Sí, la amo, la amaré siempre, pero no puedo ser su novio o su esposo, el hombre que ella sueña y necesita, porque yo también sueño con un hombre que me ame. No hay alternativas: Sofía tendrá que abortar. Lo siento por ella, porque un aborto debe de ser un trauma, pero es un pésimo momento para ser padres y no me parece bueno traer al mundo a una persona en tan adversas circunstancias. Eso haré: hablaré con Sofía, seré tierno pero firme al mismo tiempo, le explicaré que este embarazo es un error, un descuido de ambos, le recordaré que debe terminar su maestría y yo mi novela y que no podemos seguir viviendo juntos porque yo no soy feliz con ella, y le daré todo el apoyo necesario para que, sin demora, cuanto antes, se haga un aborto, mejor aún si en Lima, donde, a pesar de estar penado por la ley, es bastante fácil someterse a una intervención de esa naturaleza en algún consultorio confiable y discreto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Huracán Lleva Tu Nombre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Huracán Lleva Tu Nombre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Huracán Lleva Tu Nombre»

Обсуждение, отзывы о книге «El Huracán Lleva Tu Nombre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x