28Agustín Cueva, El desarrollo del capitalismo en América Latina, Siglo XXI Editores, México, 1977 y Teoría social y procesos políticos en América Latina, Edicol, México, 1979; Ruy Mauro Marini, Dialéctica de la dependencia, Era, México, 1973. [regresar]
29Vaipy FitzGerald, "La CEPAL y la teoría de la industrialización por medio de la sustitución de importaciones', en Enrique Cárdenas et al., Industrialización y Estado en América Latina. La leyenda negra de la posguerra, El Trimestre Económico, colección Lecturas núm. 94, FCE, México, 2003, p. 114. [regresar]
30Stanley L. Engerman y Kenneth L. Sokoloff, "Dotaciones de factores, instituciones y vías de crecimiento diferentes entre las economías del nuevo mundo. Una visión de historiadores de economía estadunidenses", en Stephen Haber (comp.), Cómo se rezagó la América Latina, op. cit., pp. 305-358. [regresar]
31John Coatsworth, Los orígenes del atraso. Nueve ensayos de historia económica de México en los siglos XVIII y XIX, Alianza Editorial Mexicana, México, 1990. [regresar]
32Se han planteado objeciones a la validez de esta comparación, enfatizando que se trata de sociedades distintas. Mientras que en Estados Unidos había un mayor peso y dominio de las relaciones de mercado propiamente capitalistas, en México apenas se esbozaban hacia 1800. Incluso se cuestiona que se usen categorías como producto nacional bruto, producto interno bruto y per cápita para el análisis de economías que no están dominadas por el mercado. Consúltese en esta misma colección el vol. 3, Guillermo Beato, De la Independencia a la Revolución, pp. 22-26. Para este autor "Los orígenes del atraso trascienden al siglo XIX, pues tienen raíces estructurales seculares que se hunden en el pasado prehispánico y colonial y condicionan hasta el presente el desenvolvimiento histórico mexicano", p. 26. [regresar]
33Alexander Gerschenkron, El atraso económico en su perspectiva histórica, Ariel, Barcelona, 1968. [regresar]
34Albert O. Hirschman, La estrategia de desarrollo económico, FCE, México, 1981, p. 53. [regresar]
35Para Hirschman era central vencer la oposición al cambio. El problema fundamental para el desarrollo consiste en generar y vigorizar la acción humana en cierta dirección. La idea de cambio en una sociedad de tipo comunal cooperativo y cohesivo sólo se podrá aplicar si el progreso beneficia a la comunidad como un todo. La imagen del cambio enfocada al individuo, característica de las sociedades capitalistas donde la autopromoción, autodeterminación y manipulación ambiciosa genera sociedades altamente competitivas y excluyentes, donde la lucha por la riqueza y el poder es más intensa a medida que aumentan los intereses, es opuesta al desarrollo económico genuino e incluso al crecimiento económico sostenido ya que éste requiere un componente cooperativo. Albert O. Hirschman, op. cit., pp. 25-30. [regresar]
Los ritmos de la economía
de 1910 a 1952. Periodos,
ciclos y tendencias
EN EL PERIODO QUE ANALIZAMOS SE REALIZO una reorientación del modelo de crecimiento, de uno orientado al mercado mundial con la exportación de materias primas y minerales a otro que dirige su producción al mercado interno, privilegia el desarrollo industrial y se asigna al Estado la función de regular el desarrollo nacional, además de participar directamente en la economía con sus propias empresas. Para algunos autores como Alan Knight este cambio en la orientación del modelo no fue resultado directo de al Revolución sino de la crisis de 1929-1932; también para Enrique Cárdenas con la depresión la economía se vuelca al interior dando mayor importancia a la industrialización. Para otros autores como Valpy FitzGerald la restructuración del modelo de crecimiento se inicia con la reconstrucción luego de la Revolución, destaca en lo esencial los nuevos roles y funciones de la intervención estatal: " ...el efecto económico de la depresión no debe analizarse sólo en términos de recuperación del crecimiento económico, o incluso sobre la industrialización sino sobre ese proceso de restructuración que involucra el cambio en los patrones de producción, el comercio exterior, la acumulación, la distribución del ingreso, la propiedad y la intervención estatal". 1
En efecto, el cambio en el modelo de crecimiento está asociado a la crisis del orden liberal, la mayor participación de los Estados en la economía se hizo patente desde fines del siglo XIX y con mayor fuerza en la primera guerra mundial; la crisis de 1929 fortaleció las políticas proteccionistas que se expresaron, entre otros aspectos, en el abandono del patrón oro, luego la política keynesiana racionalizó y dio fundamento teórico a la intervención estatal que se convirtió en dominante en la economía mundial. En México el agotamiento del modelo primario exportador se expresó en la disminución de los niveles de crecimiento en la última década del porfiriato, las exportaciones mostraban limitadas capacidades de arrastre sobre el conjunto de la economía, los encadenamientos hada delante y hada atrás encontraron un freno en la capacidad fiscal del Estado para expandir la infraestructura, en tanto que la industrialización se vio limitada por un mercado interno débil y segmentado que era resultado tanto de la alta concentración del ingreso, como de la falta de difusión plena de las relaciones salariales.
De esta manera, para que se diera el cambio en el modelo de crecimiento se requirió de la conjugación de varios factores: las demandas planteadas en la Revolución buscaban mayor equidad económica, tanto la reforma agraria como la legislación laboral conducirían a una ampliación del mercado interno; la modernización agrícola con el impulso a la irrigación, se sumó a cierto grado de nacionalismo que en el cardenismo condujo a la nacionalización de los recursos del subsuelo. La reorganización del Estado se hizo bajo nuevas premisas ideológicas, lo que implicó también una redefinición de las relaciones con el exterior y con los agentes económicos internos. La crisis de 1929 con el declive de los precios y la demanda de bienes mexicanos aceleró el cambio estructural de la economía nacional.
En el periodo 1910-1952 se distinguen claramente dos etapas: una de crisis y reorientación de la vía de crecimiento que comprende de 1910 a 1940 y otra en la que la industria se convierte en el motor del crecimiento, 1940-1952, aunque la industrialización no logra convertirse en una estrategia de desarrollo. En el primer periodo se presentan dos ciclos depresivos: 1913-1916y 1927-1932, seguidos dedos de recuperación, 1916-1926 y 1933-1952; como se observará, el último ciclo de auge se extiende al periodo industrial.
Con las limitaciones que impone la precaria información disponible para el periodo revolucionario se estima que el producto interno bruto (PIB) de México creció entre 1910 y 1952 a un ritmo medio anual de 3 a 3.3% (véase el cuadro A. 1.1 en el anexo estadístico), o sea 1.5% anual por habitante, que es un desempeño destacado, cualquiera que sea el parámetro que se considere, más aún tomando en cuenta que hubo dos ciclos de intensa caída de la actividad económica. De 1911 a 1920 no se cuenta con la información como para poder estimar el producto interno bruto; el dato que aparece en la gráfica es a partir de las dos fechas que conocemos (1910 y 1921), el promedio en realidad esconde años de intensa destrucción de las redes productivas, sobre todo por la interrupción de los transportes.
Gráfica 1
Participación porcentual de los sectores en el PIB,
1895-1955
a/sector primario incluye agricultura, ganadería, forestal y pesca b/Industrias incluye minería, petróleo y petroquímica, manufacturas, construcción y electricidad.
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