La inserción de América Latina en la economía globalizada
Alicia Puyana Mutis
Agostina Costantino
(coordinadoras)
Introducción
Alicia Puyana Mutis y Agostina Costantino
1 La tierra como botín: Inversiones extranjeras en Argentina y Colombia durante la primera década del siglo xxiAlicia Puyana Mutis y Agostina Costantino
2 Un golpe de timón para evitar la trampa del ingreso medio: del fomento de la inversión extranjera directa (ied) a políticas productivistas coherentesEva Paus
3 Reestructuración de la producción global, la transformación de las finanzas y el desempeño de América Latina en la primera década del siglo xxiEsteban Pérez Caldentey
4 Afinidad en política exterior del comercio Norte-Sur: la relación entre dependencia comercial y acuerdos de libre comercio de Estados Unidos con América LatinaMariana Aparicio Ramírez
5 Política reciente de deuda pública en ArgentinaFrancisco Cantamutto
A modo de epílogo
Alicia Puyana Mutis y Agostina Costantino
Notas
Créditos
Alicia Puyana Mutis [*]y Agostina Costantino [**]
La globalización, tan discutida en los más diversos foros y desde tantas áreas del pensamiento, es también un tema sobre el cual penden innumerables incógnitas, desacuerdos y contradicciones. Aún tiene varias aristas que pulir y aspectos a reconsiderar. Este libro se refiere a algunos de ellos, con el ánimo de poner en el debate problemas que afectan el desarrollo económico y social de los países de América Latina.
De las manifestaciones más evidentes de la globalización sobresalen, por una parte, el incremento del comercio internacional, la integración de sol a sol de los mercados de capitales cuyos recursos cambian de hemisferios y continentes a la velocidad de la luz. Por otra parte, hay que contar la fusión de grandes empresas en corporaciones cuyo poder de mercado anula o al menos debilita sustancialmente la competencia y, con ella, la esencia del capitalismo, en la concepción de los clásicos. Florecen empresas transnacionales y fondos financieros que invierten tanto en actividades productivas como en mercados de futuros. Todo ello transcurre simultáneamente con cambios en la estructura de la economía y el poder político mundiales. Estos son los temas tratados en los capítulos de este libro. Todos apuntan a modificaciones profundas en la geografía del poder económico y los espacios que ganan o pierden los países en desarrollo. Desde fines del siglo xx varios fenómenos han sacudido el orden mundial, entre otros, la última crisis internacional, la transformación de China en una gran fábrica global y un poderoso banco mundial; las crisis políticas en Europa y en los países árabes, amén de las oleadas de migrantes desde los países en desarrollo hacia los industrializados. A ello habría que añadir el resultado del referéndum en el Reino Unido, sostenido el 23 de junio de 2016, que sancionó la salida de ese país de la Unión Europea y el tono antiacuerdos comerciales de la campaña presidencial en los Estados Unidos. Estos movimientos sugieren si no una reconfiguración en el orden internacional sí un estado de inestabilidad en el cual las viejas instituciones y los paradigmas dominantes no funcionan, pero los nuevos aún no han consolidado su supremacía.
Las consecuencias de estos sucesos se sienten y manifiestan de manera diferente en los distintos países de América Latina. En todos se refleja con mayor o menor intensidad en la desaceleración e inestabilidad del crecimiento y en mutaciones en las estructuras económicas y sociales; en la calidad y el volumen del empleo generado, y en los ingresos que por su trabajo perciben millones de asalariados. La desigualdad no cede y la pobreza se trata de amainar con políticas sociales, ya sean las transferencias monetarias focalizadas, ya las cruzadas contra el hambre, ya los seguros populares, todos de poco impacto real sobre la pobreza y la desigualdad, si bien no proponemos su eliminación ya que en algo elevan el ingreso, pueden mejorar la nutrición y dan un poco de protección no relacionada con contratos laborales. Se ha transformado el carácter de las relaciones de América Latina con otros países tanto del sur como del norte del continente, todo en el marco de una mayor apertura y más intensa vinculación de los precios internos con los externos; estos cambios afectaron los modos de producción y acumulación de capital. Es evidente, por una parte, el retroceso de los sectores productivos transables, la agricultura y las manufacturas en el producto interno bruto (pib) y el empleo totales y el descenso de las remuneraciones al trabajo en el ingreso. Considerando estos factores, el objetivo de los capítulos del presente texto fue desarrollar investigaciones para avanzar en el análisis de la economía política de las relaciones internacionales de América Latina y sus efectos sobre las nacionales, desde varios enfoques, unos más teóricos y otros centrados en las políticas, la planificación y la evaluación de su impacto.
El hilo conductor de los capítulos del libro es la creciente integración de las economías del mundo, la sincronía de los ciclos económicos, por efecto de los cambios tecnológicos en los procesos productivos, las cadenas de valor y en los mecanismos financieros. De esto se colige que superar la trampa del ingreso medio no parece posible con base en la especialización en recursos naturales, dado sus mínimos encadenamientos, baja capacidad de inducir avances tecnológicos, su tendencia a reproducir la desigualdad y a afectar negativamente el crecimiento, entre otras razones debido al desaliento de las inversiones en educación y capital humano, lo que evidentemente no sucede en los países ricos no especializados en materias primas. En todos los trabajos resalta con fuerza que el dinamismo de China parte de la capacidad de crear y adaptar tecnología además de conjugar las inversiones del sector público con las privadas y de aplicar políticas de intervención del gobierno en todas las esferas de la economía además de la producción.
Hay que advertir, como se desprende de todos los capítulos, que la inserción latinoamericana en el comercio mundial no garantiza mejoras sustantivas en el desarrollo económico, en línea con Helpman (2004), Rodrik (2012 y 2016), inclusive Lucas (1988), para los cuales, el libre comercio entre socios con desiguales grados de desarrollo económico y dispar avance del conocimiento, provoca pérdidas en bienestar a los menos desarrollados por las diferencias cualitativas de las actividades económicas y los divergentes ritmos de productividad y generación de conocimiento, y en el poder de los encadenamientos y multiplicadores del comercio. Con la desgravación arancelaria, la remoción de todas las barreras al comercio, incluidas las trabas administrativas y la corrupción, se refuerzan las ventajas comparativas estáticas originales y la creación de las ventajas comparativas dinámicas se debilita, es decir, de actividades intensivas en tecnología y conocimiento, identificadas en todos los trabajos como puntos focales del crecimiento del ingreso y la convergencia económica. La pregunta es: ¿cómo crear esas ventajas dinámicas y las capacidades empresariales necesarias para avanzar en los cambios estructurales que catalicen el crecimiento, en el marco de la intensa liberalización del comercio y de la cuenta de capitales latinoamericana?
Según Helpman (2004), el intercambio internacional en investigación y desarrollo es un motor del crecimiento si y solo si su difusión hacia los países extranjeros se realiza a la misma velocidad y cobertura que en el interior del país sede, si se nivelan las tasas de crecimiento de capital humano. De lo contrario hay divergencia. Además, sin intercambio de conocimiento, el país que tiene ventaja la acrecienta. Dado que 95% de las patentes se crea en los países desarrollados, si no hay transferencia del acervo de ciencia y tecnología, habrá divergencia en las tasas de crecimiento económico y en el nivel de vida.
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