Óscar Hernández-Campano - El secreto del elixir mágico

Здесь есть возможность читать онлайн «Óscar Hernández-Campano - El secreto del elixir mágico» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El secreto del elixir mágico: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El secreto del elixir mágico»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Daniel, Gabi y Andrés, unos adolescentes que disfrutan de las vacaciones de verano, ven interrumpida su despreocupada vida cuando al 
padre de Dani, arqueólogo y aventurero, le disparan una flecha con misteriosas inscripciones. Desconfiando de la policía, 
los jóvenes deciden investigar por su cuenta. Pronto descubren que toda la humanidad está en peligro.Comienza así 
una aventura que llevará a nuestros héroes por medio mundo en una carrera contrarreloj 
contra las fuerzas del mal. Sin embargo, no lucharán solos. 
Susana, una intrépida aspirante a inspectora, se unirá a ellos y les presentará a una poderosa hechicera: Úrsula. El secreto del elixir mágico es una
trepidante historia llena de imaginación y personajes carismáticos que sigue la tradición de las mejores 
novelas de aventuras aunando viajes, tesoros ocultos y magia.

El secreto del elixir mágico — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El secreto del elixir mágico», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Al filo de la medianoche aparqué frente a mi porche. Entramos en silencio y, sin apenas hablar, cosa harto complicada tras la aventura vivida, nos fuimos a dormir. Sacamos la cama supletoria que había bajo la mía. Andrés se durmió enseguida. Yo no conseguía conciliar el sueño, así que, tras dar varias vueltas y obsesionarme con el silbido que producía la respiración de mi amigo, que dormía plácidamente, me levanté y bajé a la cocina para beberme un vaso de leche caliente. Lo tomé en silencio, incapaz de deshacerme de aquel desasosiego que me torturaba. Sentía una extraña presión en el pecho, una corazonada que me impedía pensar con claridad. Pero, sobre todo, me acechaban las preguntas sin respuesta: quién había disparado a mi padre, por qué habían intentado matarlo y qué había detrás de todo eso.

A la mañana siguiente me desperté bastante tarde. Un ruido me sacó del sueño. Salté de la cama sobresaltado. Agucé el oído y me tranquilicé al distinguir las voces de Andrés y de mi madre, que habría vuelto del hospital y se habría encontrado a mi amigo atiborrándose en la cocina. Aquellas voces familiares me calmaron, así que decidí darme una ducha antes de bajar a desayunar. Cuando entré a la cocina, tuve que inventarme una historia que explicase por qué Andrés se había quedado a dormir. Le conté a mi madre que habíamos salido a dar una vuelta la noche anterior, que se había hecho tarde, que Andrés me había acompañado a casa y que, como vio que lo estaba pasando muy mal por lo de mi padre, no había querido dejarme solo. Mi amigo asentía rítmicamente sin dejar de comer las magdalenas que había encontrado en un armario. Mi madre le dio las gracias y le animó a comer una más, cosa que hizo encantado.

Por fin, cuando se acabaron las magdalenas, nos marchamos, no sin antes llamar a casa de Andrés para tranquilizar a sus padres. Caminamos hasta el Cuartel General. Yo no tenía muchas ganas de hablar, en cambio, Andrés no callaba. Me explicó que había ideado un plan para huir del país y empezar una nueva vida en Sudamérica trabajando en un chiringuito de alguna playa tropical. Viviríamos preparando cócteles y tocando música con unos instrumentos hechos de cocos. Yo asentía a todas sus rocambolescas ideas deseando llegar cuanto antes a nuestro refugio. Eran más de las doce cuando divisamos la cabaña. Gabi estaba junto a la entrada, enfrascado en la reparación de mi bicicleta.

―¡Hola, dormilones!

―Perdona, Gabi, necesitábamos descansar y pasear.

―Y desayunar bien ―añadió Andrés.

―Pues yo he estado toda la mañana investigando ―nos informó poniéndose en pie, limpiándose las manos con un trapo e invitándonos a acompañarlo dentro con un gesto de la mano―. Ya verás la Special Bike cuando la acabe; le estoy instalando nuevos dispositivos, incluso un radar.

―¿Un radar? ―preguntó Andrés―. ¿Para qué necesita Dani un radar? ¿Por si le disparan misiles?

―¡Qué exagerado eres! ―protestó Gabi y, centrándose en el tema que lo ocupaba, continuó―: Dani, la aventura de anoche ha resultado ser vital para resolver el misterio. Verás, resulta que…

―Un momento ―lo interrumpí―, lo que hicimos anoche es grave. Estoy preocupado por aquella oficinista. Si está bien y me denuncia, mal, pero si le hice algún daño, será mucho peor.

―Si no te ha denunciado ya es que está fiambre ―dijo Andrés.

―¿Quieres parar de decir eso? No puede estar muerta. No la empujé tan fuerte ―insistí―. No soy tan bestia como tú.

―Tranquilizaos, chicos. Tengo información. Si me prestáis atención os la cuento.

―Está bien, Gabi; te escuchamos ―suspiré.

―Por lo que he podido averiguar ―prosiguió mi amigo―, no se ha denunciado ningún crimen en la comisaría, ni ningún ataque violento; así que nadie ha muerto ni ha resultado herido ―remarcó mirando a Andrés por encima de sus gafas―. Sin embargo, se ha descubierto que alguien entró en los archivos y se llevó la prueba de un intento de asesinato. Deduzco que aquella secretaria no te delató a propósito. Sus razones son aún un misterio.

―¿Cómo te has enterado de todo eso? ¿Has pirateado la frecuencia de la policía?

―Ha sido más simple que eso; lo han dicho en la radio. En las noticias han hablado de un robo en la comisaría, pero no se sabe cuántas personas intervinieron en él. El inspector Delagua ha dicho en antena que él personalmente se encargará de la investigación del robo.

―¡¿El Cerilla?! ¡Bien! ―exclamó Andrés aliviado―. Entonces ya no tenemos de qué preocuparnos: el astuto y sagaz inspector no nos descubrirá jamás. Casi me da pena. Me hacía ilusión lo del chiringuito en el trópico ―ironizó.

Aunque aquellas noticias me tranquilizaron en parte, continuaba preocupado por los motivos de la providencial complicidad que nos había brindado la secretaria de la comisaría. Algo en mi interior me decía que tendríamos que pagar un alto precio por su silencio. Me disponía a sentarme en uno de los sillones para reflexionar sobre aquel asunto cuando me fijé en algo que había visto de reojo al entrar al Cuartel General. Junto a las butacas había una mesa de camping repleta de libros abiertos y de folios escritos. Me acerqué para observarlos con atención. Andrés, que se había sentado, o más bien tumbado, en el sofá, me miraba sonriendo porque sabía lo que iba a ocurrir a continuación. Gabi se me adelantó y se colocó delante de la mesa, mirándonos al tiempo que su rostro se iluminaba con una enorme sonrisa. Colocó sus manos abiertas sobre los libros, inspiró profundamente y, acto seguido, me miró y borró la sonrisa de su cara.

―Como veis, amigos míos, madrugar tiene sus ventajas. Aparte de enterarme de todo el asuntillo de la comisaría y de ponerme manos a la obra con la bicicleta, también he pasado por la biblioteca y he tomado prestados unos tomos de las enciclopedias y diversos volúmenes sobre el sudeste asiático: India, Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, China, etc. He encontrado ciertos datos que me han parecido interesantes ―alardeó mostrándonos unos folios escritos―, y que después os explicaré. Lo primero que debéis saber es que la flecha en cuestión está limpia, no tiene ni una sola huella. Los asesinos eran profesionales.

―¿Qué más has descubierto? ―pregunté con ansiedad interrumpiendo a mi amigo, que amenazaba con extenderse en tecnicismos.

―Siéntate, Dani ―me pidió Andrés―. ¿Abro una bolsa de patatas? Esto va para largo ―me advirtió mientras me sentaba a su lado, acercándome una bolsa recién abierta, que rechacé preguntándome cómo podía seguir comiendo después de acabarse todas las magdalenas de mi casa.

―Si me lo permitís ―dijo Gabi, contrariado por las interrupciones―, continuaré. He estado estudiando los símbolos labrados en la flecha, y coinciden exactamente con los que hay dibujados en los bordes del papel que estaba enrollado en ella. En otras palabras: son idénticos.

―Sí, pero ¿qué son? ―interrumpió Andrés, con la boca llena de patatas.

―Y ¿qué significan? ―añadí.

―Esperad, esperad. Ya llegaremos a eso. Lo primero es lo primero ―dijo Gabi haciéndose el interesante, consciente de que había conseguido nuestra atención―. Y lo primero es saber por qué atacaron a tu padre.

La ansiedad que bullía en mi interior aumentaba por momentos: tenía la extraña sensación de que nos acercábamos a algo grande; la misma sensación que había experimentado la noche anterior.

―¡¡Sí!! ―bramó Andrés―. ¿Por qué le dispararían a tu padre? ¿Qué relación hay entre esos símbolos, la flecha, el mensaje y él? ―preguntó esperando que Gabi le respondiera.

Pero todos nos quedamos en silencio mirándonos. Comprendimos que eso era lo más extraño de todo, la relación de mi padre con los autores del intento de asesinato.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El secreto del elixir mágico»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El secreto del elixir mágico» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Eduardo Rosalío Hernández Montes - El fin del dragón
Eduardo Rosalío Hernández Montes
Alfredo Gaete Briseño - El secreto del anillo mágico
Alfredo Gaete Briseño
Oswaldo Hernández Trujillo - Una ciudad para el fin del mundo
Oswaldo Hernández Trujillo
Francesc J. Hernàndez i Dobon - Estética del reconocimiento
Francesc J. Hernàndez i Dobon
Mª Jesús Rodríguez Hernández - Las heridas de la ausencia
Mª Jesús Rodríguez Hernández
María Eugenia Covarrubias Hernández - Perspectivas actuales del feminicidio en México
María Eugenia Covarrubias Hernández
Édgar Ricardo Rodríguez Hernández - La gestión de las organizaciones
Édgar Ricardo Rodríguez Hernández
Luz Hernández Hernández - Customer Experience. Guía práctica
Luz Hernández Hernández
Nathalie Hernández Rodríguez - Gestión patrimonial de alcantarillados
Nathalie Hernández Rodríguez
Отзывы о книге «El secreto del elixir mágico»

Обсуждение, отзывы о книге «El secreto del elixir mágico» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x