Aintzane Rodríguez - Fuego bajo las nubes

Здесь есть возможность читать онлайн «Aintzane Rodríguez - Fuego bajo las nubes» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Fuego bajo las nubes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Fuego bajo las nubes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

LONDRES 1910Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.En una sociedad en la que el destino de cada persona está marcado y reglado por un hilo, lo peor que puede pasarte es nacer sin él.O no.Olivie a veces piensa que sería más fácil si ella y su hermano Julien estuvieran enlazados. Otras veces se alegra de que no sea así. Ella reparte su tiempo entre la fábrica, el baile y las sufragistas y su hermano tiene que lidiar con la obligación de ir a la universidad pero querer dedicarse al arte. Elisabeth, por otro lado, se junta con Oli cuando huye de un pasado que parece haberla encontrado mucho antes de lo que ella quisiera, mientras que Nasha está atada a un presente que no quiere dejarla crecer.Nada es fácil y lo es aún menos cuando se anuncian los resultados de las elecciones y el Primer Ministro hace una promesa que nadie espera que cumpla. Nasha, Oli y Beth lucharán por defender sus derechos, aunque cada una tenga su forma de ver el mundo.

Fuego bajo las nubes — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Fuego bajo las nubes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Otro aullido rompió la casa en dos.

—¡Kimani!

—¡Voy! —exclamé en su lugar mientras subía los primeros escalones hacia la habitación—. Nos vemos esta noche —me despedí, girando ligeramente la cabeza.

Cuando volviera, quizá fuéramos una más en la casa.

Quizá una menos.

Llegué hasta la habitación con más energía. Louise —supuse que había sido ella, por el orden metódico y casi escrupuloso que rodeaba el caos— había reorganizado las camas contra una de las paredes, juntándolas para ganar superficie. Li estaba recostada sobre las toallas y las sábanas que cubrían los colchones. Louise se giró al escucharme llegar.

—Ah, gracias a Dios. ¿Dónde está Kimani?

—Se ha ido a trabajar —respondí dejando las toallas donde Louise me señalaba—. ¿Cuánto tiempo lleva?

Louise estaba agotada y se podía ver en los movimientos rígidos y en el sudor que bañaba su frente, se deslizaba por sus sienes y mojaba sus mejillas. Tenía la mirada encendida y, por primera vez en mucho tiempo, sentí que podía llegar más allá del muro que hizo crecer alrededor, como si, por unos instantes, me hubiera abierto la puerta para observar lo que pasaba dentro, lo que ocultaba en su cuerpo, en su casa. Aquella vez Louise no se escondía tras una pared y me dejaba ver cómo le temblaban las manos.

—Seis horas, casi siete.

Siete meses.

—¿Cómo va? —tartamudeé.

En realidad, quería preguntar mucho más. Por qué, por qué ahora, cómo era un parto, qué había que hacer. ¿Dolía?

¿Iba a sobrevivir?

—No falta nada —susurró, aunque sus palabras quedaron ahogadas por el gemido de Li.

Parecía una muñeca rota. Se apoyaba contra los cojines y la pared y tenía la cara descompuesta en una mueca de dolor que me desgarró por dentro. Sus ojos brillaban con una mezcla de emociones y sensaciones que no fui capaz de desenredar en aquel momento, pero que, más tarde, me recordarían a un puro mejunje de miedo, amor y dolor. Clavaba los dedos y las uñas en el colchón y, cada poco tiempo, se encogía con una contracción que parecía hacer retumbar la casa, las paredes y el techo tambaleándose sobre ella; sobre nosotras.

Louise era enfermera, pero yo no sabía nada de partos. Sabía que era pronto para que Li tuviera uno y que eso lo volvía peligroso, tanto para el bebé como para ella. Sabía que no era un proceso limpio —«Vamos, Nasha, ¿en qué momento pensaste que un niño saliendo del vientre de su madre lo sería?» —, que era doloroso —una vez más, no tenía que ser demasiado ingeniosa— y que no era agradable de contemplar. Bueno, no era agradable para mí, porque, a pesar del cansancio que agarrotaba el cuerpo de Louise, podía ver el amor y la ternura en sus movimientos. En cómo palpaba a Lilian y seguía el proceso, en cómo le daba la mano mientras con la otra la lavaba. En cómo controlaba que todo estuviera en su lugar, nerviosa de que faltara algo y eso complicara aún más una tarea ya de por sí titánica.

Yo no podía hacer nada más que estar allí, así que me senté en el borde de la cama y le tendí la mano a Li. Ella enseguida enroscó los dedos entre los míos y sentí su mano aferrándose a la mía desesperadamente. Casi parecía que pudiera hablar a través de la piel, que pidiera auxilio, que buscara un anclaje a la vida y un faro en el mar. Me incliné para coger una de las toallas, la más suave que encontré, y le sequé el sudor de la cara y las lágrimas que se mezclaban con este. Estiró los labios en una sonrisa.

—Gracias, Nasha —murmuró, antes de volver a retorcerse de dolor. Con cada contracción, apretaba un poco más los dedos alrededor de los míos, pero no me quejé.

Louise volvió a palpar entre las piernas de Li y su sonrisa se tensó un poco.

—Viene ya, Lilian.

Ella solo asintió, dejando caer un poco el tronco contra la pared. Yo había llegado al final de la carrera, justo cuando Li ya estaba demasiado cansada para preocuparse, cuando todo el miedo se había deshecho en lágrimas y sudor, en sangre. Estaba convencida de que Louise le había hablado de los peligros de aquel alumbramiento, porque Louise no era de las que se callaban esas cosas. Prefería que la gente supiera siempre a lo que se enfrentaba, decía que así también podrían enfrentarse a lo que llegara, a las consecuencias.

«Va a salir bien», quise decir, a pesar de que no lo sabía.

—Estoy aquí —dije, en su lugar, casi en un susurro.

—Tienes que empezar a empujar con las contracciones.

Apreté mi otra mano contra las nuestras, ya tan unidas que no era capaz de distinguir su piel oscura de la mía. Ella no tenía hilo y el mío brillaba amarillento entre nuestros dedos. La respiración se me aceleró, también el corazón, que golpeaba nervioso las costillas, como si amenazara con salir. Yo nunca había rezado porque nunca había pensado que sirviera. Jamás me había sentido acompañada por la presencia de Dios cuando más sola estaba, cuando vi el hilo escarlata decolorarse mientras la vida de la persona al otro lado desaparecía. Todos sabíamos que el hilo amarillo era sinónimo de muerte de una de las dos personas anudadas a él, y yo seguía respirando, pero me sentí perdida. Muerta. Asustada. Libre. Él no vino a arroparme y decidí que dejaría de buscar su cobijo.

Li, en cambio, creía. Creía que estaba ahí, que la cuidaba, que la guiaba. Que le perdonaba los errores y que la instaba a continuar a pesar de todo. Y si Li creía, esa mañana yo también. Recé por ella, por la criatura que venía en camino, por sus vidas, por el amor que inundaba el momento y el amor que lo inundaría después, cuando Lilian lo cogiera en brazos.

Vivo; recé para que naciera vivo.

Y aquella vez sentí que Dios me escuchaba.

Se escuchó el primer llanto alrededor de las ocho de la mañana, débil y quejumbroso, antes de que la niña estallara en lágrimas, al igual que la madre. Los dedos de Li se aflojaron entre los míos, alzando las manos en busca del bebé que lloraba. Lloraba porque respiraba, porque su corazón latía, porque había nacido viva. No tenía hilo y eso solo podía significar dos cosas: jamás llegaría a tenerlo, como su madre, o la persona al otro lado aún no había nacido.

Louise la cogía en brazos. Cortó el cordón con cuidado y limpió a la niña con una toalla húmeda, las cejas y los ojos, para que pudiera abrirlos.

Yo también lloré y se me encogió el corazón al pensar que era la primera vez en mucho tiempo que no lo hacía por rabia, tristeza y miedo.

Cada resquicio de mi cuerpo se llenó de alegría.

Lilian estaba dormida en la habitación y Louise y yo nos encontrábamos en el cuarto de baño del piso de abajo. Yo sujetaba a la niña en brazos, aún sin nombre, mientras ella la aseaba y me enseñaba cómo hacerlo, con sumo cuidado. Sentía que cargaba algo demasiado precioso, que la vida que brotaba de ella me invadía también a mí. Era tan delicada y al mismo tiempo me parecía tan fuerte. Había nacido sana y así lo había dicho Louise después de examinarla. Solo entonces Li se quedó dormida, agotada y, por fin, tranquila.

—Nunca antes había visto algo así —confesé, sin poder apartar la mirada de su diminuta cara. Tenía los ojos cerrados y el ceño arrugado; la nariz aplastada y un poco de pelo pegado a la cabeza, como dibujado. Aun así, era una de las cosas más bonitas que había visto jamás.

—Es un bebé, Nasha, claro que has visto más como ella.

Chasqueé la lengua.

—No bebés, Louise, partos.

Ella no se inmutó mientras terminaba de limpiarla, pero me miró. Cuando me fijé en sus ojos, las ventanas o puertas o lo que fuera que había abierto para mí durante el proceso, volvían a estar cerrados y ella volvía a estar aislada. Volvía a ser Louise y yo volvía a saber muy poco de ella.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Fuego bajo las nubes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Fuego bajo las nubes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Fuego bajo las nubes»

Обсуждение, отзывы о книге «Fuego bajo las nubes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x