Esta teoría reconoce que el juego cumple la función de expresión de sentimientos reprimidos por el niño en el proceso educativo, y que el juego del niño está influido por el deseo de ser adulto y de querer ser como el adulto (policía, médico, padre...).
3.4. Teoría del placer funcional (K. Bühler, 1924)
Para Karl Bülher(1879-1963), el juego es aquella actividad en la que hay placer funcional y es sostenida por este placer, independientemente de las motivaciones que puedan existir. El autor no reconoce que el juego pueda ser objeto de sí mismo, puesto que consiste en el mismo placer. No admite la explicación de la transmisión del juego tradicional si no existiera en el niño una voluntad de aprender.
Bühler explica que el placer no está en la repetición, sino en el progreso ganado en cada repetición y en el dominio del acto.
La teoría de K. Bühler se construye sobre el principio de la inmadurez evolutiva como causa y origen de la actividad. Defiende para el juego un proyecto de futuro más que una ligazón con hechos pasados.
Justifica el aprendizaje a través del principio “aspiración a una forma perfecta”, por el que el perfeccionamiento es buscado por el niño y, de ahí, su movimiento y juego constante.
3.5. Teoría piagetiana del juego (J. Piaget, 1932-1966)
La obra sobre el juego de J. Piaget(1896-1980) es muy valiosa por haber proporcionado un conocimiento del juego infantil hasta entonces desconocido, como era el relativo a cómo el juego evoluciona con arreglo al desarrollo del conocimiento. Este estudio sirvió para explicar cómo al juego se accede por grados de capacidades, que dependen de la evolución del pensamiento infantil.
Mediante el juego los niños y niñas desarrollan todo tipo de pensamientos, permitiéndoles madurar de una forma global. El juego forma parte de su desarrollo integral.
Aunque no es una teoría general del juego, se le reconoce su valiosa incorporación al mundo del conocimiento científico. Una de las variables más importantes en la explicación del juego infantil reside en el desarrollo.
El juego y la imitación son parte integrante del desarrollo de la inteligencia, y ambos pasan por los periodos de asimilación y de adaptación.
Piaget describió el desarrollo intelectual y lo dividió en una serie de estadios:
1 Estadio Sensorio-motor (0-2 años), donde el juego se caracteriza por ser funcional.
2 Estadio Pre-operacional (2-6 años), el juego es simbólico
3 Estadio Operacional Concreto (6-12 años), el juego es reglado.
4 Estadio de Operaciones Formales (12 o más), su juego se caracteriza también por ser reglado.
Según Piaget, las estructuras cognoscitivas se desarrollan al relacionarse el niño con su entorno, mediante las experiencias a las que es sometido a lo largo de su vida. Los distintos estadios de juego por los que pasa el niño son consecuencia directa de dichas estructuras intelectuales.
Para este autor, las personas tienen tres formas de interactuar con la realidad que les rodea:
1 El niño intenta adaptarse a las situaciones externas.
2 El niño utiliza sus capacidades para modificar las condiciones del medio en el que vive en función de los propios deseos.
3 Mediante comportamientos adaptados, en un momento dado, será el niño quien imponga sus deseos y, en otros momentos, será el medio el que se imponga al niño.
A partir de aquí, Piaget explica el paso del juego funcional al reglado por asimilación funcional: una vez aprendida la acción, esta se repetirá para adaptarse y consolidar su resultado, dando lugar al juego simbólico. Posteriormente, se asimilan e integran las experiencias emocionales del niño, apareciendo el juego de reglas, ya que con el desarrollo de los juegos estos van acompañándose de reglas que los regulen.
Sabía que...
Piaget fue el sucesor de Claparède en la dirección Instituto Rousseeau de Ginebra.
3.6. Teoría Sociocultural del juego (L.S. Vygotsky, 1933 y D.B. Elkonin, 1980)
L.S. Vygotsky(1896-1934) defiende que el juego no debe apreciarse como una actividad placentera en sí misma, ya que existen otras actividades más placenteras. Los juegos solamente son placenteros si el niño alcanza el resultado apetecido. Por consiguiente, el juego puede ser placentero, pero no siempre. El juego es más una necesidad que está presente durante la actividad lúdica. Es el pensamiento el motor capaz de mover al juego, y el juego es el que permite la maduración.
Este autor opina que no es posible comprender por qué se juega basándonos simplemente en la explicación madurativa, sino que es necesario explicar este comportamiento por la naturaleza del juego.
Toda explicación de la Escuela Soviética reside en el juego simbólico, pues puede explicar la actividad lúdica anterior (sensoriomotriz) como el balbuceo del juego simbólico, y puede explicar el juego de reglas, que procederá a través de la representación protagonizada. El juego es una adaptación a la realidad y al medio, que pretende al mismo tiempo dominar lo que no se conoce.
Un concepto que se debe tener claro para entender lo que Vigotsky piensa sobre el juego es el concepto de zona de desarrollo próximo. Esta zona es la distancia que hay entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver un problema sin ninguna ayuda, y el nivel de desarrollo potencial , determinado por la capacidad de resolver un problema con ayuda. Vigotsky considera que el juego constituye el motor del desarrollo en la medida en que crea la zona de desarrollo próximo.
El origen del juego es la acción espontánea del niño, pero orientada socialmente. Los juegos adquieren un valor socializador y son transmisores de cultura, es decir, mediante el juego, el niño aprende de una manera suave y relajada los valores y detalles de la vida cotidiana.
Para este autor, el juego nace de la necesidad, del deseo de saber, de conocer y de dominar los objetos y eso es lo que impulsa al niño al juego de la representación. A medida que el niño va creciendo, el juego va evolucionando.
Por otra parte, D.B. Elkonin(1904-1984), discípulo de Vigotsky, defiende que es necesario estudiar el juego en la historia para explicar el actual papel del juego en el desarrollo psicológico del niño. Los niños en sus juegos muestran comportamientos que tienen su referencia en la sociedad en la que viven.
Este autor coincide con su predecesor, en cuanto al origen del juego, ya que se debe buscar en la relación particular con los objetos y con las personas, bajo la orientación de los adultos. La acción lúdica es un tránsito determinado por el objeto, pasando por una acción representada y ligada a las acciones de la vida real de las personas. El adulto posee un papel esencial en la transmisión cultural y en la acción educativa.
Para Elkonin, sería posible organizar una teoría general del juego infantil en la que la acciónsería el origen de este, el símbolosería el significado de la anterior y, por último, la reglaconstituiría el marco estable de convenios que haría posible las relaciones.
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