1La modalidad online ha ganado tal proyección que las universidades suelen disponer de un departamento que las centraliza.
2Barcia, Pedro Luis. La comprensión lectora. Aprender a comprender: textos gráficos, gestuales, orales y escritos. Buenos Aires, Academia Nacional de Educación y SM, 2016.
3La objetividad no significa que la prosa expositiva deba ser chata y pedestre o ramplona.
4Hemos desarrollado un conjunto de propuestas para esta última articulación en: Barcia, Pedro Luis y Marta Kagel (Directores). Proyecto UCALP para el Programa Nexos. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, La Plata, Facultad de Humanidades, UCALP, 2018. A su vez, hemos elevado una propuesta aceptada y en desarrollo para el programa Logros del Ministerio nacional.
5Concepto de “enciclopedia”, ver. Barcia, Pedro Luis. La comprensión lectora, ob. cit., “El lector y su enciclopedia personal”, pp. 90 y ss.
6Barcia, Pedro Luis. Proyecciones educativas del pensamiento de McLuhan. La Plata, Colegio de Profesores Diplomados, 1989.
7Barcia, Pedro Luis. “Propuesta de competencias para mejorar la calidad de la enseñanza Secundaria”, en Boletín de la Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, junio de 2014, n.° 94-95, pp. 101-136.
8La formación docente de los profesores universitarios y, en ella, el aprendizaje y manejo de las formas de comunicación, orales y escritas, propias de la enseñanza, están exigidos por Ley de Educación Superior n.° 24.521 (1995). Esta actualización se está dando, pero muy lentamente, en las universidades argentinas, con diversas planificaciones y logros.
9La experiencia la hemos padecido desde Introducción a la Literatura, materia en que nos exigían dos monografías al año, cuya evaluación se promediaba con la nota del examen final.
10Repárese en los datos de las estadísticas: de cada 100 alumnos ingresantes, solo se gradúan 25. La elocuencia de los guarismos es demoledora.
11Resulta realmente ridícula y cegatona la preocupación de ciertas universidades en adoptar como medida urgente y rescatadora de la inclusión el llamado “lenguaje inclusivo” para “todos los escritos que los alumnos produzcan en la universidad”, cuando estos no tienen ni dominio de la expresión fluida y correcta y sí una inhabilidad para escribir fluidamente y una absoluta ignorancia de los recursos para la producción de los géneros comunicativos que se les exigirá. Y esa universidad se ha desentendido de ocuparse de su enseñanza y aprendizaje.
12En 1991, fundamos el primer Doctorado en Comunicación del país, en el seno de la Universidad Austral. Entonces nos tocó dirigirlo hasta 2010. La Fac. de Comunicación ofreció, desde su fundación, una propuesta nueva: la enseñanza y ejercitación de los géneros de la comunicación; el editorial, el artículo científico, el de difusión, la reseña bibliográfica, la crónica, la entrevista, etc. Y, naturalmente, el taller de tesis.
13Postman, Neil. El fin de la educación. Una nueva definición del valor de la escuela. Barcelona. Eumo Octaedro, 1965, cap. 9.
14Gutiérrez Martín, Alfonso. Alfabetización digital. Algo más que ratones y teclas. Barcelona, Editorial Gedisa, 2003.
15Diccionario de la lengua española. Madrid, Real Academia Española, 2014, 24.ª edición. DEL, esa será la abreviatura que manejamos en toda la obra.
16La disponibilidad, en una Facultad, de cursos de enseñanza de escritura general para los alumnos es un importante aporte. Desarrolla competencias de base aprovechables a la hora de escrituras específicas.
17El diseño que hicimos en su oportunidad a propósito de la convocatoria del programa Logros de la Secretaría de Políticas Universitarias desde la UCALP (2019-2020) —que avanzó sobre competencias de lectura comprensiva y de oralidad, mediante la asistencia de docentes tutores, aplicado a nivel de Secundaria— mostró la eficiencia del sistema, con la formación de docentes coordinadores. Lo mismo podría proyectarse en terreno universitario. Ver: Barcia, Pedro Luis y Marta Kagel: El Proyecto UCALP para el Programa Nexos, ob. cit.
18El promedio de las universidades oficiales es que, de 100 alumnos ingresados, solo se reciben el 25 %. De modo que el 75 % se pierde en el Triángulo de las Bermudas. Y de esos 100 ingresados, solo el 5 % aprueba una materia el primer año. Esto es escandaloso; sin embargo, los gobiernos no mueven un dedo para cambiar la situación, manteniendo, solos en el mundo, el ingreso irrestricto obligatorio a la universidad. La ley vigente prohíbe toda forma de examen de ingreso.
19El ejercitar a los alumnos en los últimos dos años de su Secundaria en prácticas válidas para toda la vida intelectual, como el ejercicio de tomar apuntes, los comentarios textuales acotados y fundados, ejercicios de citación y ordenación bibliográfica, etc., las hemos propuesto en un trabajo: Barcia Pedro Luis. “La preformación del investigador”, en Boletín de la Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, septiembre de 2015, n.° 98-99, pp. 123-148.
20Los puntos 1 a 4 pueden atenderse desde la selección de material preparada en el blog de cátedra, o sitio electrónico o del campus adoptado.
21Verón, Eliseo. Esto no es un libro. Buenos Aires, Gedisa Editorial, 1999; sobre los manuales, el autor ordena una serie de lugares comunes condenatorios: aburrido, enciclopedista, obligatorio, de difícil comprensión, de enfoque cerrado, poco ágil y motivador, etc.; v. tercera parte, “Libros en la trampa”, cap. 3, pp. 127-130. Indudablemente, el autor consigna una serie de prejuicios, confundiendo un buen género con una mala realización.
22Durante algunos años, operamos como asesores pedagógicos de Deloite. Uno de los proyectos que animamos fue la de convocar a concurso para la confección de manuales de las materias de los dos primeros años de las carreras de Ciencias Económicas basados, precisamente, en la utilidad de estos instrumentos.
23Lo hemos desarrollado en: Barcia, Pedro Luis (Ed.). No seamos ingenuos. Manual para la lectura inteligente de los medios, (Coordinador), Buenos Aires, Editorial Santillana, 2008, pp. 17 y ss.
24Barcia, Pedro Luis. El aula invertida. Buenos Aires, Ediciones SM (en prensa).
25Para elaboración de mapas conceptuales, puede verse: Barcia, Pedro Luis. La comprensión lectora, ob. cit. cap. 12. “Después de la lectura”, pp. 106 y ss.
26Es frecuente que se pida que “investiguen” tal o cual tema en Internet (con verbo excesivo, por “buscar”), sin la menor orientación acerca de los sitios recomendables, para que el alumno no pierda su tiempo con navegaciones inútiles o se apoye en sitios electrónicos de poca seriedad informativa, y de rezago. Preocupados por ello, elaboramos: Barcia, Pedro Luis, María Adela De Bucchianico y Viviana Calegari. Mapa de sitios electrónicos confiables. Buenos Aires, Academia Nacional de Educación y Ediciones SM, 2014. No debemos olvidar el distingo de Nicolás Carr: “Navegar en Internet es surfear: leer es bucear.”
27Barcia, Pedro Luis. El aula invertida. Buenos Aires, Ediciones SM (en prensa).
Capítulo II
LA LECTURA Y LOS CURSOS DE COMENTARIO DE TEXTOS
1. La comprensión lectora
El Diccionario de la lengua española (DEL)28 define: “Comprensión. 2. Facultad, capacidad o perspicacia para entender y penetrar las cosas”. Al verbo “comprender” (de comprehender), el DLE lo define como: “1. Abrazar, ceñir, rodear por todas partes algo. 2. Contener o incluir en sí algo. 3. Entender, alcanzar, penetrar algo”.
Y el DLE reconoce el uso del adjetivo “comprendedor” —de uso infrecuente— al lado de “comprensivo” y junto al sustantivo “comprensibilidad”.
La etimología del verbo latino comprehendere apunta a varios sentidos que suponen diferentes movimientos del espíritu, que se asocian y se articulan para alcanzar la comprensión total. Es destacable cómo todos los verbos de acción etimológicamente implicados en el acto muestran hoy plena vigencia. Veamos. Primero, pueden aludir al movimiento de concebir el texto como una totalidad que se define por los actos de “rodear, abarcar, contener”. Se delimita el ámbito. Lo segundo, penetrar en ese espacio delimitado. Tercero, se establecen relaciones entre los elementos contenidos en el todo: “unir, ligar, relacionar”, robusteciendo la idea de unidad. Cuarto, esclarecer lo que está oculto: “descubrir”. Y finalmente, la aprehensión del sentido: “apoderarse, dominar, apropiarse”.29
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