4.2. Propuestas para la Convención Constitucional 2021
En nuestro contexto político constituyente, existen dos propuestas sobre la mesa:
Tabla 2. Propuesta de Escaños reservados promovida por la coalición Chile Vamos
Propuesta de Chile Vamos
En primer lugar, propone la reserva de 15 escaños garantizados para representantes de pueblos originarios dentro de los 155 constituyentes considerados en la composición total de la Convención.
Se arriba al número de acuerdo a un criterio proporcional entre la población y quienes se encuentran inscritos en el registro de Conadi.
En segundo lugar, propone la construcción de un Padrón Especial Indígena (PEI) administrado por el Servel, en el cual solo las personas que acrediten dicha identidad mediante un certificado emitido por la Conadi podrán inscribirse de forma voluntaria, pero avanzando con posterioridad a la posibilidad de un padrón con autodeterminación, donde quienes no detenten la calidad indígena acreditada por un certificado Conadi, puedan igualmente inscribirse al PEI.
Tabla 3. Propuestas de Escaños Reservados promovida por la Oposición
Propuesta de la oposición
Se propone la creación de 24 escaños reservados adicionales a la composición original de la Convención, es decir, añadidos fuera de los 155 constituyentes, quedando un total de 179 convencionales.
Este número busca ser proporcional al 13% de la población que, de acuerdo al último Censo, se autoidentifica como parte de un pueblo originario.
En segundo lugar, se propone la autoidentificación en las propias urnas, sin padrón especial indígena y sin restricción de quien quiera votar por los pueblos indígenas. En la práctica, al momento de votar, los ciudadanos inscritos en el registro electoral podrán elegir si emitir su voto por los candidatos de representantes de pueblos originarios según su propia autoidentificación o por los candidatos generales que correspondan a su distrito; no por ambos.
Ambas propuestas sostienen que los candidatos a los escaños reservados para constituyentes representantes de pueblos originarios deben acreditar su pertenencia a alguno de estos a través del Registro Conadi y la creación de un distrito electoral único indígena. Esto último se hará reacomodando el número de representantes que elige cada distrito; en el caso de que sea dentro de los 155 convencionales originales se hará procurando que ningún distrito quede con resultados binominales y, en el segundo caso, se hará simplemente constituyendo el nuevo distrito con el número de asientos reservados.
Por último, las distintas propuestas e indicaciones presentadas difieren en la cantidad de escaños por pueblo originario dentro en los escaños reservados. Algunos incluyen a los afrodescendientes, y hasta 6 representantes para el pueblo mapuche, por ejemplo.
4.3. Fundamentos y razones de estas propuestas
La propuesta de crear en paralelo un Registro Electoral Indígena para la elección de convencionales ocupó como base la Consulta Indígena realizada durante el gobierno de la Presidenta Bachelet. Esta iniciativa fue generada de forma previa a la votación del Proyecto de Ley que crea el Consejo Nacional de Pueblos Indígenas, lo cual da cuenta de que los consultados consideran dicha medida como necesaria. Además, modelos internacionales, como el neozelandés, demuestran el éxito de dicha medida, en tanto busca otorgar estándares de seguridad y certeza de la confiabilidad de su aplicación.
Esta medida otorgará mayor libertad a electores de ascendencia indígena que formen parte del Padrón Especial Indígena, quienes podrán optar si votar por los candidatos del padrón electoral general o votar por candidatos pertenecientes a estas comunidades. Por lo demás, todo cambio relevante a nuestro sistema electoral debe velar por la realización de elecciones justas y correctamente efectuadas, propósito que solo es posible de alcanzar siguiendo las normas que regulan esta materia, suprimiendo al máximo posibilidades de fraudes electorales. Esto es lo que se busca al crearse un nuevo padrón.
Por el contrario, la sola autoidentificación en las urnas a la hora de la votación promueve la «etnificación», es decir, la creación de lo que significa ser indígena a partir de incentivos que van aparejados a esto y no verdaderamente por su identidad y pertenencia24. Además, no es capaz de entregar certezas, ya que no hay manera de verificar si el número de papeletas utilizadas en una elección u otra se configura con la cantidad de personas autoidentificadas, lo que podría generar errores de doble votación.
En segundo lugar, la propuesta de Chile Vamos, que señala que los escaños sean reservados dentro de los 155 convencionales constituyentes, descansa tanto en el acuerdo de los distintos partidos para la reforma constitucional –la cual establece que la elección de los constituyentes se realizará siguiendo las condiciones actuales de elecciones de diputados (fórmula D´Hondt)–, como en el respeto a la voluntad popular en las definiciones del plebiscito del 25 de octubre, en el cual la gran mayoría votó por el Apruebo y la Convención Constitucional, con conocimiento de que esta se compondría de 155 asientos. Así, cabe recordar que los distintos cambios incorporados que no estaban incluidos en el acuerdo original sobre la composición de la Convención, como la inclusión de independientes y la paridad de género, se hicieron respetando el número de los 155, sin entrar en discusión alguna.
Por el contrario, el fundamento para exigir 24 escaños reservados por fuera de los 155 cupos es el último Censo (2017), donde un 13% de la población se identificó con un pueblo originario. La base detrás de esto sería mantener la proporción entre quienes forman parte de los pueblos originarios y quienes no, lo que perfectamente se puede lograr manteniendo el número original, modificando el número de escaños.
Finalmente, ambas propuestas tienen por fundamento la promoción de la participación política de los pueblos originarios. Otro fundamento que hasta ahora se ha esgrimido es que sería una reparación histórica frente a la invisibilización institucional25.
4.4. Los escaños reservados y la participación política
Las nociones de integración, valoración y reconocimiento de los pueblos originarios en la vida común son profundamente relevantes y, al mismo tiempo, es una discusión eternamente pospuesta. Desde un tiempo a esta parte, el diálogo político ha sido poco efectivo en lograr cambios institucionales y sociales que permitan un mayor sentido de pertenencia –más que la sola integración– de los pueblos originarios con nuestro país. Así, ciertamente cuestiones como el conflicto en La Araucanía no serán de fácil solución. Por lo mismo, las autoridades debieran enfocarse en sentar las bases de un cambio cultural por medio de nuestras instituciones; de lo contrario, se seguirá tensionando nuestra convivencia. Pero, ¿cómo se relaciona esto con la discusión sobre escaños reservados?
«Las nociones de integración, valoración y reconocimiento de los pueblos originarios en la vida común son profundamente relevantes y, al mismo tiempo, es una discusión eternamente pospuesta».
| Foto de Raphel Nogueira en Unsplash
Gráfico 1. «¿Diría usted que se siente plenamente integrado/a Chile o más bien parcialmente o nada integrado a Chile?» (%)
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