12Momento clave de aquella línea había sido el voto favorable de los comunistas al artículo 7 de la Constitución, que en materia de relaciones Estado-Iglesia hacía referencia a los pactos de Letrán del 11 de febrero de 1929. Togliatti justificó el cambio de actitud del PCI, que de esta forma rompió el frente de los partidos laicos, con la necesidad de evitar una fractura entre laicos y católicos y, así, una posible «guerra de religión». Destaca los aspectos de continuidad entre Berlinguer y Togliatti la obra de Salvatore Lupo: Partito e antipartito. Una storia politica della prima repubblica (1946-78) , Roma, Donzelli, 2004, pp. 251-252.
13Además de Franco Rodano (1920-1983), también el economista Luciano Barca (1920-2012) y el secretario particular de Berlinguer Antonio Tatò (1921-1992) procedían del Movimiento de los Católicos Comunistas (1943), que a continuación se denominó Partido de la Izquierda Cristiana. Sin lugar a dudas, el principal teórico del grupo fue Rodano, cuyas obras más significativas desde el punto de vista que aquí interesa son estas: Franco Rodano: Sulla politica dei comunisti , Turín, Bollati Boringhieri, 1975, e íd.: Questione democristiana e compromesso storico , Roma, Editori Riuniti, 1977. Para un perfil intelectual del personaje, véase Marcello Musté: Franco Rodano. Critica delle ideologie e ricerca della laicità , Bolonia, il Mulino, 1993, y, sobre todo, Renato Moro: «Franco Rodano e la storia del “partito cattolico” in Italia», en Alfonso Botti (ed.): Storia ed esperienza religiosa. Studi per Rocco Cerrato , Urbino, Quattro Venti, 2005, pp. 183-214. Más en general, aporta datos importantes sobre el compromiso histórico, la política comunista de los años setenta y el propio Berlinguer el volumen de Antonio Tatò: Caro Berlinguer. Note e appunti riservati di Antonio Tatò a Enrico Berlinguer, 1969-1984 , Turín, Einaudi, 2003.
14En su intervención ante el Comité Central del PCI del 26 de julio de 1973, frente a la eventualidad del referéndum sobre el divorcio Berlinguer había defendido la idea de que una campaña sobre la cuestión supondría un cambio negativo del marco político y pondría en riesgo valores fundamentales, como la paz religiosa, la unidad de las masas trabajadoras, el porvenir de la democracia y el progreso de la sociedad italiana. Guido Crainz: Il paese mancato. Dal miracolo economico agli anni ottanta , Roma, Donzelli, 2003, p. 503.
15Gianbattista Scirè: Il divorzio in Italia. Partiti, Chiesa, società civile dalla legge al referéndum , Milán, Bruno Mondadori, 2007.
16Gianbattista Scirè: L’aborto in Italia. Storia di una legge , Milán, Bruno Mondadori, 2011.
17Silvio Pons: Berlinguer e la fine del comunismo , p. 23.
18La documentación producida por el PCI, el PCE y el PCF sobre el eurocomunismo entre 1975-77 está recopilada en Peter Lange y Maurizio Vannicelli (eds.): The Communist Parties of Italy, France and Spain. Post-war Change and Continuity , Londres, Allen and Unwin, 1981. Sin embargo, siguen siendo útiles las obras de Sergio Segre: A chi fa paura l’eurocomunismo? , Rimini-Firenze, Guaraldi, 1977; y Santiago Carrillo: Eurocomunismo y Estado , Barcelona, Crítica, 1977.
19Sobre la actitud del PCI frente al proceso de integración europea, véase Mauro Maggiorani: L’Europa degli altri. Comunisti italiani e integrazione europea , 1957-1969 , Roma, Carocci, 1998.
20«Berlinguer conta anche sulla Nato per mantenere l’autonomia da Mosca», Corriere della Sera , 15 de junio de 1976.
21Sobre el eurocomunismo véanse: Carl Boggs: The Impasse of Eurocommunism , Boulder, Westview Press, 1982; Richard Kindersley (ed.): In Search of Eurocommunism , Nueva York, St Martin’s Press, 1981; Heinz Timmermann: The Decline of the World Communist Movement: Moscow, Beijing, and Communist Parties in the West , Boulder, Westview Press, 1987. Sin embargo, el análisis más pormenorizado y solvente de la visión internacional de Berlinguer, del significado del eurocomunismo y del gradual desenganche del PCI de la Unión Soviética es el de Silvio Pons: Berlinguer e la fine del comunismo …
22Gianni Cervetti: L’Oro di Mosca , Milán, Baldini & Castoldi, 1993; Valerio Riva: L’Oro di Mosca. I finanziamenti sovietici al PCI , Milán, Mondadori, 1999.
23Silvio Pons: Berlinguer e la fine del comunismo …, y Francesco Barbagallo: Enrico Berlinguer , Roma, Carocci, 2006, passim.
24En 1976 tenía 2.325 liberados. De 1970 al 1978, el PCI incrementó en 900.000 su número de afiliados; Guido Crainz: Il paese mancato. Dal miracolo economico agli anni ottanta , Roma, Donzelli, 2003, p. 352.
25Pietro Scoppola: La repubblica dei partiti. Profilo storico della democrazia in Italia (1945-1990) , Bolonia, il Mulino, 1991, pp. 365-379.
26Paul Ginsborg: Storia d’Italia dal dopoguerra a oggi. Società e politica, 1943-1988 , II: Dal «miracolo economico» agli anni ’80 , Turín, Einaudi, 1989, pp. 478-482.
27Ibíd., pp. 512-513.
28Ibíd., p. 540.
29Pietro Scoppola: La repubblica dei partiti. Profilo storico della democrazia in Italia (1945-1990) , Bolonia, il Mulino, 1991, p. 365.
30Ibíd., pp. 365-379.
31Silvio Lanaro: Storia dell’Italia repubblicana , Venecia, Marsilio, 1992, pp. 406-407.
32Ibíd., p. 408.
33Ibíd., p. 417.
34Ibíd., pp. 417-419.
35Guido Crainz: Il paese mancato …, pp. 444-589.
36Francesco Barbagallo: Enrico Berlinguer , Roma, Carocci, 2006, p. 188.
37Ibíd., p. 299.
38Silvio Pons: Berlinguer e la fine de comunismo , pp. 36-37.
39Lucio Magri: Il sarto di Ulm . Una possibile storia del PCI , Milán, Il Saggiatore, 2009, pp. 275-306.
40Algo similar ha planteado en un reciente artículo el filósofo que en su momento fue comunista del PCI, Biagio De Giovanni: «Berlinguer, ha vinto o è stato sconfitto?», L’Unità , 20 de octubre de 2015.
EL OCASO DEL PARTIDO COMUNISTA FRANCÉS: LOS AÑOS SETENTA
Serge Buj Université de Rouen-Normandie Université
«En politique, on sait où l’on va –ou plutôt, on prétend
le savoir– et on arrive toujours ailleurs». 1
René Piquet, miembro del Secretariado del PCF (1964-1979)
Un tema sigue vigente en el pensamiento político e histórico de Europa: la desaparición del comunismo político en los países de la Europa occidental. Esa quiebra del comunismo se analiza, desde el ámbito conservador, como confirmación de sus predicciones o, desde los ámbitos influidos o cercanos al comunismo institucional o al marxismo, como fallo no de la idea comunista («es la idea nueva de nuestro tiempo», según el filósofo Alain Badiou), sino de la contingencia humana y de procesos concretos. En el espacio europeo se han conocido y experimentado sistemas sociales e institucionales que reivindicaban el comunismo como concepto social. Las evoluciones de los grupos que llevaban adelante un comunismo tribunicio, en concreto, los que no gobernaban pero sí desempeñaban un papel político de gran alcance en sus países respectivos, fueron las que más replantearon la vulgata comunista de un socialismo que confundía dictadura del proletariado y estado autoritario.
El Partido Comunista Francés (PCF) tuvo auténtico arraigo en la sociedad proletaria, disponía de una gran capacidad estratégica, de un fuerte contingente de militantes con experiencia, de un órgano central, de muchas publicaciones de buen nivel intelectual y político, de una casa editorial y, dentro de todo, de un fuerte crédito electoral. Hay que añadir que, a raíz de la liberación de Francia en 1945, dispuso durante cuatro decenios de una muy abundante malla de municipios que gobernaba. No solo los del famoso cinturón rojo de París, sino igualmente muchos en diferentes regiones, como la zona fabril y portuaria de Marsella y alrededores, la región minera de Lorena y el centro rural (departamentos de Allier, Cher, Haute-Vienne). Y una gran presencia en los medios sindicales y asociativos.
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