10 F. Hueso Rolland: Exposición de encuadernaciones españolas. Siglo XII al XIX , Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte, 1934, pp. 135-136.
11 Inventario de joyas y guardarropa C5.
12 J. Toledo Guirau: Inventarios del Palacio Real de Valencia, op. cit. , n. 19, 21. T. De Marinis: Biblioteca napolitana dei re d’Aragona. Supplemento , Verona, Stamperia Valdonega, 1969, vol. 2, lám. 81b.
13 F. Hueso Rolland: Exposición de encuadernaciones españolas …, op . cit. Inventario de los libros del rey don Martín I, pp. 103-128. Cito por los números. Ejemplos de cintas con los colores heráldicos en encuadernaciones sencillas n. 7, 43, 45, 47, 62, 67, 71, 80, 103, 120, 138, 161. n. 25 y n. 42.
14 F. Hueso Rolland: Exposición de encuadernaciones españolas …, op. cit. , p. 189, lám. XIV, BN Vitr. 4-VI.
15 Ibidem , n. 635, p. 126.
16 Ibidem , «Inventario de los libros de los condes de Benavente», p. 135.
17 N. Coilly: «Reliures d’étoffe dans les bibliothèques des Valois (fin du XIV-début du XV siècle). Tehcnique, description, vocabulaire», en M. Zerdoun (dir.): Matériaux du livre medieval, séminaire de recherche de l’IRHT , París, 2005. < http://aedilis.irht.cnrs.fr/materiaux/16.htm>.
18 Covarrubias: Tesoro de la lengua castellana o española , Pamplona, Universidad de Navarra, 2006, p. 394. (p. 314) (f. 157v); (p. 315) (f. 158); (p. 336) (f. 168v); (p. 387) (f. 194).
19 F. Hueso Rolland: Exposición de encuadernaciones españolas …, op. cit. , n. 200.
20 Ibidem , n. 442, 443, 608, 609, 611, 613, 639, 640 y 643.
21 F. Hueso Rolland: Exposición de encuadernaciones españolas …, op. cit. , y J. Toledo Guirau: Inventarios del Palacio Real de Valencia …, op. cit.
22 (p. 317) (f. 159), (p. 318) (f. 159v).
23 (p. 325) (f. 163); (p. 309) (f. 155); (p. 312) (f. 156v); (p. 313) (f. 157).
24 (p. 312) (f. 156v); (p. 313) (f. 157); (p. 332) (f. 166v); p. 331) (f. 166); (p. 334) (f. 167v).
25 «(…) los quales pesen III unzes e I quart d’argent a rahó de XVV solidos la unza fan ab XXXX solidos ». A. Rubió i Lluch: Documents …, op. cit ., I, pp. 76 y 326.
26 A. Rubió i Lluch: Documents …, op. cit ., II, pp. 291, 174, 172; I, pp. 97, 98.
27 (p. 325) (f. 163); (p. 309) (f. 155).
28 (p. 341) (f. 171).
29 Le Lapidaire chrétien, Transcription du manuscrit 164 (Res. Ms. 12) de la Bibliothèque municipale . Mélanges d’Aix-en-Provence (sigle M), par Valérie Gontéro.
30 (p. 233) (f. 117); (p. 276) (f. 138v); (p. 280) (f. 140v). L. Arbeteta Mira: «Fuentes decorativas de la platería y joyería españolas en la época de Carlos V», en F. A. Martín (dir.): El arte de la plata y de las joyas en la España de Carlos V , Madrid, Sociedad Estatal para la conmemoración de los centenarios de Carlos V y Felipe II, 2000, p. 32.
31 Traducciones propuestas por L. Arbeteta a las técnicas de cloisonné y champlevé, op. cit. , p. 23
32 (p. 317) (f. 159); (p. 318) (f. 159v).
33 (p. 314) (f. 157v); (p. 315) (f. 158).
34 (p. 315) (f. 158); (p. 316) (f. 158v); p. 386) (f. 193v).
IACTANTIÆ LIBROS QVÆRVNT. LIBROS DE LUJO EN EL OTOÑO MEDIEVAL
Francisco M. Gimeno Blay Universitat de València
BELLI IN SUPERLATIVO GRADO
El librero florentino Vespasiano da Bisticci refiriéndose a los manuscritos de la biblioteca de Federico III Montefeltro de Urbino decía que eran belli in superlativo grado , todos ellos miniati elegantisimamente . 1 Ciertamente sus consideraciones se refieren a los libros que representan la estética del humanismo, sin embargo permiten aproximarse a la comprensión del libro de lujo. A gran distancia geográfica, también el marqués de Santillana compartía los mismos intereses que el duque de Urbino; para el castellano el texto y la materialidad formaban un todo indisociable. A propósito de la biblioteca del Marqués de Santillana disponemos del testimonio de Hernando del Pulgar y, más recientemente, del de Mario Schiff. El primero, decía de don Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana: «Tenía grand copia de libros, e dávase al estudio, especialmente de la filosofía moral, e de cosas peregrinas e antiguas. Tenía siempre en su casa doctores e maestros con quien platicaua en las ciencias e leturas que estudiaua». 2 Más explícito resulta el comentario que, a siglos de distancia, escribió el estudioso Schiff, según el cual:
L’homme qui a réuni tous ces volumes, les faisant souvent venir de fort loin, unissait au goût du livre. Il amait les beaux exemplaires, le vélin sans tache, l’écriture nette et claire, les miniatures, les rubriques, les titres dorés, les médaillons, tous les petits luxes qu’un lecteur délicat se plait à rencontrer sur les feuillets des muets compagnons de ses veilles ou de ses méditations. 3
Históricamente, los libros, trasmisores de textos de diverso género, han visto modificada sensiblemente su finalidad principal, cuando el dispositivo ornamental que les acompañaba ha aumentado considerablemente. Y así sucedía porque a sus propietarios les interesaba más la decoración que su contenido literario. Una circunstancia que, ocasionalmente, han celebrado algunos manuscritos recordando la singularidad de las imágenes incorporadas, tanto por su calidad estética como por el ciclo narrativo en ellas incluida. Así lo proclama el manuscrito del libro de Horas del emperador Carlos V, 4 en cuyo primer folio se lee:
En ses presentes heures est demonstre en bref le Viel Testament et auxi le Nouveau. Et au kalendrier est note a chascun toute la forme et maniere de vivre en ce monde, se peu de temps que Dieu nous a preste pour acroistre en bien et en vertuz pour le salut de l’âme. Et fault entendre que tout au cas pareil sera celuy paye comme il fera, car sy labeure a chastier son corps qui ne cesse de vouloir dominer contre l’esprit pour le faire dampner pour tout certain il aura Paradis, aultrement non . 5 [fig. 4.1]
El programa iconográfico de dicho manuscrito es excepcional. Todas y cada una de sus páginas están ricamente ilustradas, sin embargo no es este el único caso. Podrían mencionarse otros muchos ejemplos en los que resulta casi más importante el aparato iconográfico que el propio texto. El límite máximo lo representaría un conjunto de manuscritos en los cuales el texto ha ido perdiendo el espacio a él reservado. En ocasiones se inscribe en una cartela formando parte de la miniatura de una página entera, en la que el texto se dispone armónicamente en dicho conjunto, como sucede, entre otros, con los versículos finales del Ps 138, 17 (« Michi autem nimis honorati sunt amici tui, Deus; Nimis confortatus est principatus eorum » 6 ) y el principio de Ps 138 (1-2: « Domine, probasti me, et cognovisti me; Tu cogno[visti] ») incorporados al martirio de san Andrés en las Muy ricas horas del Duque de Berry. 7 Paulatinamente, asistió a su desplazamiento hacia una posición marginal. Así sucede con la antífona sálmica: « Domine, labia mea aperies et os meum annuntiabit laudem tuam » 8 (Ps 50, 17), que en el folio 141v de las Muy ricas horas del Duque de Berry el miniaturista ha situado en el primer peldaño de la escalera que da acceso al templo y que bien puede pasar inadvertida. 9 También podría recordarse, en esta ocasión, entre otros muchos, el libro de oraciones de Juan el Pacífico, duque de Clèves, posterior al año 1511. 10 En el folio 7v el texto en mayúsculas: SCIT OTE·QVONIAM·DIES·ILLA·VENIET ha quedado desplazado a los márgenes, lateral izquierdo e inferior, destinando la parte más importante del folio a la imagen que ilustra la página. Incluye, igualmente, dicho manuscrito algunas páginas en las que predomina completamente la imagen habiendo desaparecido completamente el texto. 11
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