Eric Frattini - El Laberinto de Agua

Здесь есть возможность читать онлайн «Eric Frattini - El Laberinto de Agua» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Laberinto de Agua: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Laberinto de Agua»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Experto en los servicios secretos vaticanos, Frattini se ha inspirado para su segunda novela en uno de los personajes más controvertidos y desconocidos del cristianismo, Judas, el apóstol traidor. ¿Qué pasaría si su historia no fue como nos la han contado? Los cimientos de la Iglesia se tambalearían, y eso es lo que quiere impedir a toda costa el malvado cardenal Lienart.

El Laberinto de Agua — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Laberinto de Agua», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pontius se lanzó contra él para intentar rodear su cuello con el cable, con escaso éxito. El experto en religión sabía que si lo conseguía podía darse por muerto.

En la segunda acometida, Herman perdió pie debido al suelo resbaladizo y quedó tumbado boca abajo, momento que aprovechó el padre Pontius para sentarse sobre su espalda y rodearle el cuello con el alambre.

Burt Herman luchaba con su atacante tratando de que entrara un poco de aire en sus pulmones. En los primeros momentos, las patadas del científico eran bruscas, pero con la presión del alambre fueron haciéndose cada vez más débiles hasta que sus piernas quedaron inmóviles. El cuarto científico implicado en la restauración y traducción del evangelio de Judas estaba muerto.

Antes de abandonar la casa, Pontius pronunció la frase del Círculo Octogonus y arrojó sobre el cuerpo desnudo un octógono de tela. Su siguiente destino sería la lejana Hong Kong y debía prepararse para el largo viaje.

***

Ginebra

El mensaje había sido recibido pocos días antes a través de la página cuatro de la edición italiana de L'Osservatore Romano. Minutos después de leerlo, el hombre con las manos enguantadas atravesó el elegante vestíbulo de la sede del Bayerische und Vereinsbank. La recepcionista, tras darle la bienvenida, entregó al recién llegado un cuaderno con nueve casillas en blanco. Una vez comprobada su identidad, un funcionario del banco lo acompañó hasta la cámara principal de cajas de seguridad, situada a varios metros bajo el suelo, extrajo la caja metálica 361, la trasladó al pequeño habitáculo y cerró la puerta tras de sí.

En el interior de la caja de seguridad había dos sobres lacrados con un texto escrito a mano: «Para el Arcángel». Tras romper el sello de lacre rojo del primer sobre, el hombre extrajo una fotografía de un hombre que reconoció fácilmente. Giró la foto, un texto indicaba: «Delmer Wu. Objetivo en Hong Kong».

Después de romper el sello del segundo sobre, el Arcángel extrajo la fotografía de un hombre de tez morena con alzacuellos. Al darle la vuelta, aparecía escrito: «Padre Carlos Reyes. Objetivo en Tel Aviv, Israel».

Tras estudiar durante varios minutos los dos rostros, el Arcángel extrajo de su bolsillo un encendedor y prendió fuego a las dos fotografías. Cuando éstas se consumieron sobre el cenicero, volvió a la superficie y abandonó el banco.

***

Tel Aviv

Una semana después, el enviado del Círculo Octogonus aterrizaba en el aeropuerto Ben Gurion de la capital israelí.

– ¿Motivo de la visita? -preguntó el agente de inmigración.

– Vengo a peregrinar a los Santos Lugares y a visitar a mi congregación en Jerusalén -respondió el padre Reyes.

– Bienvenido a Israel -dijo el agente estampando un visado en el pasaporte del asesino del Círculo Octogonus.

Tras alcanzar la calle a través de un estrecho pasillo en donde se arremolinaban familiares y amigos de recién llegados, el padre Reyes cogió un taxi en la misma puerta de la terminal.

– ¿Adónde le llevo? -preguntó el conductor.

– A Jaffa. Voy a Yafo Street, a la residencia de los padres franciscanos.

– Vamos allá -anunció el taxista, poniendo rumbo al centro de la ciudad.

En la soledad de su celda, el padre Reyes debía aprenderse el plan de memoria, ya que no iba a tener dos oportunidades para localizar y ejecutar al objetivo. Al parecer, después de la muerte de Sabine Hubert y Werner Hoffman, la policía de Israel, por indicación de la Staat Polizei de Berna, había puesto a Efraim Shemel bajo escolta.

Un informe entregado por monseñor Mahoney indicaba que Shemel, el experto en lengua copta de la Universidad de Tel Aviv, solía almorzar en un pequeño restaurante en el centro comercial Dizengoff Center. Después regresaba andando hasta su despacho en las cercanas oficinas de la universidad. Según el mismo informe, después de acabar con el objetivo, el asesino debía soltar el arma y dirigirse caminando sin prisa al aparcamiento situado en la zona sur de las dos torres residenciales que conformaban el centro comercial. Una vez allí, debía esperar a ser evacuado por un hermano del Octogonus.

Durante los días siguientes, el padre Reyes vigiló el lugar haciéndose pasar por turista. Comió incluso en el mismo restaurante que Shemel. Habló con los camareros para hacerse conocido y no levantar sospechas, estudió los accesos al local y las salidas de emergencia, los baños, el único lugar posible donde dar el golpe contra el científico, y se aprendió de memoria el recorrido entre el restaurante y los pasillos interiores del centro que daban al aparcamiento a través de dos pasos elevados. Casi podría haberlos recorrido con los ojos vendados. Finalmente, decidió el día para dar el golpe e informó de ello a Mahoney.

A menos de un kilómetro y medio de allí, y cuando aún no había amanecido, el Arcángel se preparaba en una de las habitaciones del Hotel Hilton. Desde la terraza podía admirar la tranquilidad del Mediterráneo mientras bebía una taza de café bien cargado.

Tras ducharse con agua fría, se dispuso a ordenar sobre la cama el equipo que utilizaría esa misma mañana para llevar a cabo el «contrato».

Un mono azul con tres grandes letras en la espalda, IAA, pertenecientes a la Autoridad Israelí de Aeropuertos; una tela de color gris, perfectamente doblada; un pequeño saco de tela con arroz en su interior; dos cartuchos 7,62 x 51 M118 Match; una mira telescópica Zeiss M-Diavari de 1,5.6 x 42; un reductor de sonido y un fusil Accuracy AW 80.

Con la precisión de un cirujano, el Arcángel tomó el arma entre sus manos y colocó la mira Zeiss, anclándola al rifle con unos pequeños tornillos y echando sobre ellos unas gotas de fijación para que no se moviesen.

Tras la operación, lo introdujo en un estuche preparado para portar un anemómetro y un trípode. Si alguien lo descubría sobre la azotea de la torre norte, no sospecharía al verle con un mono de la IAA y un aparato con el que controlar la velocidad del viento. El Arcángel sabía que cada semana los controladores de la autoridad israelí solían recorrer los edificios más altos de Tel Aviv con el fin de medir la velocidad del viento para después incluirlas en una base de datos de la Torre de Control Aéreo del cercano aeropuerto Ben Gurion.

El Accuracy AW 80 era un rifle ligero. Tan sólo pesaba seis kilos y apenas superaba el metro de longitud. No levantaría sospechas en el interior del estuche negro del anemómetro.

El Arcángel se dispuso a vestirse con un ligero jersey de cuello alto negro, unas botas militares del ejército israelí y el mono de la IAA. Después, introdujo el resto de los objetos que tenía sobre la cama en una bolsa negra de nylon. Miró su reloj y calculó el tiempo. No debía coger ni el autobús ni un taxi para llegar a la zona del disparo. Nadie debía relacionarlo con lo que iba a suceder. La zona de disparo se encontraba tan sólo a un kilómetro y medio, así que en pocos minutos podría llegar andando hasta la torre norte del Dizengoff Center.

Aquella mañana, Tel Aviv amaneció cubierto de nubes. El padre Reyes se levantó temprano para visitar la capilla franciscana y poder pedir a Dios por el buen fin de la misión encomendada. Tal y como había hecho desde que llegó, el hermano del Círculo Octogonus tomó en la parada de Yaffa el autobús que le llevaría hasta el mismo centro de la ciudad. Esa mañana se dedicaría a caminar por los alrededores para estudiar el escenario. Estaba nervioso.

Israel era famoso por su seguridad y monseñor Mahoney le había dicho que sin ayuda de otro hermano del Círculo sería casi imposible sortear los controles policiales que se establecerían una vez que llevase a cabo el ataque. Mucho más difícil sería abandonar el país de forma segura. Israel se encontraba en estado de guerra permanente con los países vecinos, por lo que atravesar sus fronteras por tierra era imposible.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Laberinto de Agua»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Laberinto de Agua» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Laberinto de Agua»

Обсуждение, отзывы о книге «El Laberinto de Agua» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x