También debe tenerse en cuenta que la alfabetización digital constituye hoy una competencia tan importante como la alfabetización en la lengua materna, o la alfabetización matemática. Al respecto, la educación católica tampoco escapa a este interés, y su desempeño como tal es relevante, en el conjunto de los centros educativos en cada país. Es creciente el interés por saber cómo se encuentra cada país en esta alfabetización cada vez más crítica para los ciudadanos del siglo XXI. Es por ello que se afianza la aplicación en los países latinoamericanos de una prueba internacional que evalúa esta competencia, llamada ICILS por sus siglas en inglés (International Computer and Information Literacy Study), en el que ya ha participado Chile y al que se aprestan a integrarse otros. Este será un nuevo terreno en el que la educación católica será evaluada.
Por otro lado, los límites del “horizonte” de los niños y adolescentes hoy día son bastante más amplios que los límites que dicho horizonte tenía décadas atrás, en gran parte debido al amplio mundo que despliega la tecnología. Hoy día quien accede a la tecnología tiene literalmente al mundo a un click de distancia, y esto afecta la manera en que concibe la realidad y, por tanto, su familia, su educación y a sí mismo. Las nociones de privacidad e intimidad se ven fuertemente cuestionadas (Vargas Llosa, 2012), y la construcción de la autoimagen, tan crucial en el desarrollo psicológico, se ve afectada por todo ello. Esto mueve límites que en el pasado otorgaban mucha seguridad, y al mismo tiempo abre múltiples oportunidades que la educación puede aprovechar y, de hecho, aprovecha.
Por razones de espacio se presentan algunos de estos fenómenos en forma sintética, así como sus derivaciones positivas y negativas para la educación, en la siguiente tabla.
Tabla 2.
Cambios recientes de la globalización y el desarrollo tecnológico y sus derivaciones en los centros educativos
Cambios en la sociedad |
Derivaciones positivas, oportunidades |
Derivaciones negativas, dificultades |
Fuerte presencia de la tecnología en el acceso a la información y en las formas de comunicación. |
Amplias posibilidades para crear desarrollos didácticos que motiven e interesen a los estudiantes.Creación de entornos virtuales de aprendizaje que permiten la cercanía a pesar de distancias físicas.Oportunidad de crear redes de aprendizaje y enseñanza tanto para estudiantes como para docentes.Acceso a múltiples fuentes de información útiles y pertinentes para la enseñanza. |
Si el acceso a la tecnología no está facilitado, se crean nuevas brechas.Desafío para los docentes de integrar la tecnología a sus dinámicas de enseñanza.Desafío para los docentes ante el manejo ágil y experto de sus alumnos que los descoloca de su antiguo rol.Para las instituciones, exige realizar inversiones en tecnología. |
Acceso y presencia diaria de niños y adolescentes en las redes sociales |
Nuevas formas de comunicación que permiten cercanía e inmediatez en las comunicaciones.Para la educación católica, es una oportunidad de fortalecer su propuesta en valores y la centralidad del amor en su antropología. |
Ciberbullying.Grooming.Dificultades para controlar las relaciones que los niños y adolescentes entablan en el mundo virtual tanto para los padres como para los educadores. |
Internacionalización, entendida como un horizonte mayor al del contexto cotidiano en que se reside. |
Acceso a realidades lejanas al entorno inmediato de los estudiantes, amplía su capacidad de comprensión y tolerancia.Mayor riqueza en las propuestas educativas, se comienzan a integrar pasantías e intercambios con más frecuencia.Para la educación católica es una oportunidad de profundizar su antropología universal. |
Para las instituciones, exige la presencia en redes y una activa participación en ellas.Exige un mayor conocimiento del entorno internacional e invertir recursos en los programas internacionales. |
Fuente: Elaboración propia.
6. A MODO DE CIERRE
Se han presentado cuatro importantes transformaciones sociales que operan como desafíos y a la vez disparadoras de respuestas -adecuadas o insuficientes- por parte de las instituciones escolares católicas. El grado de transformación que las respuestas presentan, está obviamente vinculado a la voluntad de cambio que impera en las instituciones.
Los centros escolares católicos han experimentado un significativo cisma en su forma de conducción y gestión, al retirarse la mayor parte de sus religiosos y ser reemplazados por laicos. Nuevas formas de trabajo se extienden, más democráticas y compartidas, con las dificultades previsibles: no son fáciles los cambios en las esferas de poder. A la vez, esto facilita una renovación y apertura que la Iglesia reclama y necesita. Estas mismas instituciones enfrentan en el continente el creciente poder del crimen organizado y un aumento de la criminalidad, fenómenos que se hacen presentes sobre todo en los contextos de pobreza y marginación, poblados de niños y jóvenes. Las instituciones escolares católicas se multiplican en estos contextos y, sobre todo, la educación católica no formal se reinventa y deja su huella humanizadora por el bien de los niños y sus familias. Por otra parte, todos los contextos y estratos sociales experimentan nuevas realidades familiares y la fuerte presencia de la globalización y la tecnología en la vida cotidiana y en el mundo del conocimiento. Tanto la globalización como la omnipresente tecnología ponen en jaque las viejas maneras de hacer escuela de la educación católica latinoamericana.
Ciertamente, no son pocos los desafíos que estas transformaciones -entre muchas otras- plantean a la educación católica. Un contexto que resulta en cierta forma desafiante, a la vez que una oportunidad prometedora para trasmitir el mensaje del Evangelio de nuevas y más ricas maneras. Ante el tamaño de este desafío, resultan oportunas las palabras del Papa Francisco en una carta al Episcopado argentino, que fueran retomadas en las conclusiones del 24 Congreso Interamericano de Educación Católica realizado en Sao Paulo en enero de 2016. Esta conclusión se refiere a la necesidad de salir al encuentro de los nuevos desafíos que plantea el hombre de nuestro tiempo, “ser una escuela en salida”, antes que caer en el encierro patológico. En palabras del Papa:
“Una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma en la atmósfera viciada de su encierro. Es verdad también que a una Iglesia que sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente. Ante esta alternativa, les quiero decir francamente que prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma. La enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autorreferencialidad; mirarse a sí misma, estar encorvada sobre sí misma como aquella mujer del Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar ‘la dulce y confortadora alegría de evangelizar’”.
REFERENCIAS
Aristimuño, A. (2007). Secularization: Challenges for Catholic Schools in Uruguay. En: R. Grace and J. O’Keefe (Eds.). International Handbook of Catholic Education – Challenges for School Systems in the 21st Century, pp. 149-163. Springer
Congreso Interamericano de Educación Católica (2016). Conclusiones del 24 Congreso Interamericano de Educación Católica. 13 al 15 de enero 2016. Sao Paulo, Brasil. Disponible en: http://observatorio.duoc.cl/sites/default/files/conclusiones-24o-congreso-interamericano-de-educacion-catolica_2016.pdf
Grace, G. (2007). Misión, mercados y moralidad en las escuelas católicas. Un estudio sociológico sobre educación católica. Buenos Aires: Santillana, EDUCA.
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