María R. Box - Diez razones para amarte

Здесь есть возможность читать онлайн «María R. Box - Diez razones para amarte» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Diez razones para amarte: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Diez razones para amarte»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

"El hecho de coincidir contigo en esta vida es algo por lo que siempre viviré agradecido". Lucía Rodríguez siempre se había considerado una mujer fuerte, romántica empedernida y con la vida parcialmente estructurada. Su mayor sueño era terminar su último año de universidad y trabajar de lo que tanto le gustaba. Y, ¿por qué no? Quizá encontrar a esa persona con la que compartir su vida. Sin embargo, por desgracias de la vida, su madre vuelve a recaer en un maligno cáncer de mama que consiguió vencer en su juventud. Lucía se ve obligada a hacerse cargo de su familia, debe encontrar un trabajo y pagar las facturas que comienzan a acumularse. Los problemas no paran de crecer a su alrededor hasta que Naomi, su mejor amiga, le habla de una página de internet con la que puede ganar dinero de forma fácil y rápida. ¿Será capaz Lucía de aceptar las condiciones que le proponen para sacar a su familia adelante? ¿Acabará encontrando el amor que tanto ansía?

Diez razones para amarte — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Diez razones para amarte», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¿Tienes una entrevista, hija? —preguntó mamá.

—Sí —pensé rápido para que mi mentira pareciera real—, es en una revista online.

—Me alegro mucho, cielo. —Nos paramos delante de una tienda de ropa.

—Volver a las clases de música estaría genial —comentó Alba.

—Lo sé.

Llegamos a casa y Alba se quedó con mamá, aprovechando la tarde para hacer deberes y cuidar a los vecinos. Por mi parte, llamé a Naomi y le dije que tenía que ir a comprar. Me encontré con ella en el supermercado de mejores ofertas, no podía derrochar el dinero. Sin embargo, cuando me encontraba a solo una calle del supermercado, una mano agarró mi brazo de forma brusca. Me asusté, pero al girarme vi que era Roberto. Respiré tranquila. No obstante, no me gustó la forma en la que me agarró. Sus facciones estaban tensas, duras. Como si estuviese cabreado.

—Hola, Rober, me habías asustado —dije mientras me soltaba de su agarre.

—¿Con quién estabas ayer? —preguntó sin tapujos.

Tragué saliva. No era posible que me hubiese visto con Alejandro, no era posible.

—¿A qué te refieres? —Sonreí de forma nerviosa.

—Ayer, en el restaurante italiano. ¿Quién era el tío con el que estabas?

¡Mierda! Si era posible. Mis manos comenzaron a sudar. Lo miré a los ojos, sorprendida.

—Es un amigo —dije—. Además, ¿qué te importa? —pregunté.

—Hace un tiempo te pedí una oportunidad y me dijiste que no, dijiste que no querías una relación y ayer te encuentro con ese hombre… ¿Piensas que soy tonto?

—No me controles, Roberto. —Enfadada, quise comenzar a caminar, pero me lo impidió.

—¿Qué tiene él que no tenga yo? —preguntó—. ¡No entiendes que yo te quiero!

—No grites —insistí—. Esto no va contigo, Roberto. Ya te he dicho que es un amigo, te guste o no tengo el derecho de rehacer mi vida de la forma que quiera.

No le dejé decir una palabra, me fui corriendo al supermercado donde me esperaba Naomi. Al verme agitada se asustó.

—Tía, ¿pasa algo?

—Roberto me ha pillado con Alejandro y me ha liado una en medio de la calle... ¡Dios! Todo me pasa a mí. —Entramos al supermercado y agarré una cesta.

—¿Qué me cuentas? —preguntó sorprendida.

—Lo quiero como un amigo, ¿sabes? Pero nada más. No entiende que no quiero nada serio ahora y encima me reprocha que hace unos meses me pidió una oportunidad.

—¿Qué vas a hacer con él? —preguntó Naomi. Agarré varias bolsas de pasta y las eché a la cesta.

—¿Con Roberto o Alejandro?

—Con ambos, ya que estamos…

—Pues con Roberto no sé, no quiero que me controle de esa forma. —Agarré unos dulces de oferta y varias bolsas de pan de molde.

—Está celoso.

—Ya, pero es que no me atrae de esa forma. ¿Qué hago? Con todo lo que tengo encima no quiero algo serio —dije.

—¿Y con Alejandro? —preguntó.

—No lo sé, tía, necesito el dinero. Parece amable y comprende mi situación. De momento, esa es la mejor opción. Por lo menos hasta que encuentre un trabajo estable.

—Me dio una buena impresión. ¿Has leído los papeles que te dio? —Naomi cogió verduras y frutas.

—No me ha dado tiempo. Me dijo que iba a ser algo hablado, pero que quería dejarme en claro lo que necesitaba de mí. De ahí la especie de contrato que me dio.

Naomi me acompañó a casa y saludó a mi madre, me pasó los apuntes e insistió en que llamase a Alejandro lo antes posible. Aproveché la tarde para ponerme al día con los estudios y la casa. Alba me ayudó a hacer la cena mientras mamá descansaba en el sofá. Alba se sorprendió de ver tanta compra en la nevera. Reí ante sus gestos.

—¿Nos ha tocado la lotería? —preguntó chistosa.

—He ido a por las ofertas, no veas lo que me han cundido cincuenta euros.

—Me encantaría poder daros más, niñas —comentó mi madre desde el sofá.

—No te preocupes, mamá, lo que importa es que estemos bien. Si consigo el trabajo —mentí—tendremos un sueldo fijo en casa. Iremos un poco hasta arriba, pero juntas podremos superarlo.

—Eso seguro, hermanita. —Alba me guiñó un ojo.

Cenamos las tres viendo la televisión y cuando me fui a la cama aproveché el momento de soledad para leer lo que Alejandro esperaba de mí:

Cláusula uno

La señorita dispondrá de tiempo para acompañar al señor Alejandro Arias, alias Aries88, a reuniones, eventos y viajes laborales.

Cláusula dos

La señorita tendrá su propia habitación.

Cláusula tres

La señorita dispondrá de un sueldo superior a mil euros, quedando con el señor Arias de viernes noche a domingo noche dejando así los días entre semana libres.

Cláusula cuatro

Todos los viajes, eventos, gastos extras, etc. serán pagados por el señor Arias.

Cláusula cinco

Se prescinde de sexo. En ningún caso, será obligatorio mantener relaciones sexuales con el señor Arias. (…)

Las cláusulas seguían en torno a mis actitudes con Alejandro. No había nada fuera de lo normal a mi parecer. Suspiré, dejé los papeles a un lado y agarré el móvil. Saqué la tarjetita que me dio y marqué su número.

Un pitido.

Dos pitidos.

—¿Sí? —Solo escuchar su aterciopelada y masculina voz me daban escalofríos, y no por miedo.

—¿Alejandro? —pregunté, tartamudeando.

—Buenas noches, Lucía, pensé que no me llamarías. —Juraría que tras el teléfono había una sonrisa por su parte.

—Siento haber tardado tanto —me disculpé de inmediato escuchando una carcajada leve en respuesta.

—No te preocupes, no tienes porqué disculparte. Entiendo que esta situación es complicada, ¿has revisado los papeles que te di?

—Sí —contesté.

—¿Y?

—Acepto las condiciones, Alejandro, pero nada de sexo. Hago esto por necesidad, no soy ningún tipo de prostituta —le dejé claro.

—Por supuesto, Lucía. ¿Te parece bien quedar este fin de semana? Tengo un evento muy importante y me gustaría que asistieras conmigo.

—Claro.

—Será una cena formal. Me gustaría que vistieras de forma elegante. También me gustaría darte una tarjeta para tus gastos. O cómo lo prefieras, Lucía. —Mi boca se abrió de par en par.

—¿Una tarjeta? No hace falta, Alejandro, te lo agradezco pero…

—Pero nada, Lucía. ¿No quieres la tarjeta? Vale. Podemos hacerlo de forma tradicional, transferencia bancaria si así te sientes más segura.

—De verdad que esto no hace falta. —Reí un tanto sorprendida.

Alejandro rio entre dientes.

—Estos gastos van a mi nombre, Lucía —dijo.

—Ya, pero no quiero aprovecharme de ti.

Alejandro volvió a reír.

—Haremos algo, Lucía. ¿Qué te parece si quedamos para tomar un café mañana? Si no tienes nada que hacer, por supuesto.

—¿Mañana? —pregunté sorprendida—. Cla… claro.

—Te mando mañana por la mañana un mensaje y concretamos. Que tengas una bonita noche, Lucía.

Capítulo ocho 9 de septiembre de 2017 A la mañana siguiente el despertador sonó a las ocho - фото 11

9 de septiembre de 2017

A la mañana siguiente, el despertador sonó a las ocho. Impertinente como solo él, tuve que abrir los ojos para apagarlo. Estaba cansada, pero debía ir a la universidad ahora que mamá estaba bien. Me levanté y me vestí, agarré una bandolera donde metí varios trabajos, un estuche y algunos apuntes que nos habían mandado junto a mi ordenador portátil.

Al salir de mi habitación fui al baño. Hice mis necesidades, me lavé la cara, los dientes y me peiné. Decidí dejarme el pelo suelto, estaba ondulado. Me miré en el espejo y sonreí, hoy estaba nerviosa por la cita con Alejandro.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Diez razones para amarte»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Diez razones para amarte» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Diez razones para amarte»

Обсуждение, отзывы о книге «Diez razones para amarte» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x