El contexto de los eventosse asocia a la comunicación en la medida en que permite establecer proyectos temporales y relaciones de causalidad, adquiriendo importancia, por ejemplo, al estructurar rutinas que ayuden a los niños en la adquisición de habilidades comunicativas. La comprensión de los eventos es central para el aspecto comprensivo del lenguaje.
Norris y Hoffman (1993) también consideran en su clasificación el contexto situacional,que incluiría el contexto físico y de los eventos, recién revisados. Ellos dan relevancia al grado en el cual el aprendizaje y uso del lenguaje está contextualizado a objetos y eventos presentes en la situación.
Dentro del contexto del discursose pueden distinguir diferentes tipos de enunciados. Incluye todo lo que se ha dicho o se dirá en un discurso. Distinguen, además, el contexto semántico, que puede asociarse al discursivo, para referirse a conceptos o ideas, quedando la interpretación de las palabras al conocimiento personal, científico, cultural, histórico, etc. y la referencia a objetos, eventos o conceptos en forma concreta, abstracta o metalingüística.
Siempre hay un contexto y ciertos elementos del lenguaje que son los que hacen que funcione o no funcione bien. Por lo tanto, el ámbito de las presuposiciones, como se verá en el próximo capítulo, va a depender del contexto social, cultural y, sobre todo, del contexto en el que transcurre el discurso.
Por tanto, es en estos contextos donde se generan las correspondencias lingüísticas y su función comunicativa concreta, así, se puede concluir que el lenguaje surge de la interacción y ejerce su influencia en las actitudes conductuales del ser humano.
El niño se forma y aprende cuando es capaz de establecer los ajustes necesarios que le capacitan para ser funcional o práctico dentro de un determinado sistema comunicativo, interviniendo para tal fin contextos relacionales, psicológicos, culturales y afectivos. La calidad y naturaleza del contexto en el cual ocurren sus interacciones influirá en la adquisición de la conducta lingüística y comunicativa.
Ejemplo
Norris y Hoffman distinguen los siguientes contextos: contexto físico, contexto de los eventos, contexto situacional y contexto del discurso.
2.2. El contexto y los registros lingüísticos
Dependiendo del contexto donde se encuentre una persona va a percibir los diversos registros lingüísticos que se emplean en el mismo.
Al expresarse el ser humano no lo hace siempre de la misma manera, sino que selecciona una “forma de hablar” que se ajuste al contexto. Cuanto más culto es un hablante, más registros domina, y así podrá variar con facilidad de un registro familiar cuando está con sus amigos/as, a uno solemne cuando diga unas palabras en el entierro de un conocido, a uno cordial cuando se presente a una entrevista de trabajo, etc.
En el transcurso de los periodos educativos, los alumnos/as adquirirán las habilidades comunicativas, los modos de expresión y pautas de actuación propias a cada contexto.
La procedencia geográfica del hablante, su origen social y la situación comunicativa dan lugar a la aparición de tres tipos de variedades lingüísticas.Las primeras son las variedades geográficas o diatópicas.Son los conocidos dialectos, más obvios, y en los que se piensan al hablar de diferencias lingüísticas. Por ejemplo, no habla igual un catalán que un manchego; un español que un argentino, a pesar de que todos utilicen el mismo código y puedan establecer una conversación perfectamente.
Las segundas son las variedades sociales o diastráticas,identificativas de los hablantes como miembros de un determinado grupo social. Aquí se incluyen los grupos con la lengua vulgar, o las diferentes jergas juveniles, o la forma de hablar de grupos sociales marginales, por ejemplo. Pero también corresponden a este grupo las jergas utilizadas por científicos, médicos, investigadores...
Las terceras son las variedades funcionales o diafásicas,son los llamados registros lingüísticos. Estos registros aparecen en función de las características de la situación, o del contexto comunicativo en el que se encuentra el hablante. Por ejemplo, el registro coloquial, utilizado en situaciones informales con familiares y amigos. No se le habla igual a un niño que a un anciano, a un conocido que a un desconocido, etc. Esto implica contextos comunicativos distintos, y para cada contexto se intenta buscar el registro más adecuado. Se distinguen, entre otros:
1 El registro formal: es utilizado por las personas en un contexto donde se necesita dejar el mensaje claro. Requiere un comportamiento muy ajustado a normas sociales convencionales.
2 El registro informal: es contrario al anterior, permitiendo mayor libertad de acción, tanto a nivel social como lingüístico.
3 El registro culto: se usa en situaciones de comunicación formales. Se centra en la transmisión de los contenidos que se adquieren a través de la educación escolar y familiar. Es valorado socialmente al tener mayor precisión léxica, con el uso de palabras abstractas.
4 El registro coloquial: se usa en situaciones informales. Se centra en las interacciones y se adquiere a través de la socialización. En estos casos, el valor de la corrección no es tan preciso como el léxico empleado.
5 El registro marginal. No discrimina situaciones formales o informales. Es el empleado en las interacciones entre personas que no han accedido a la norma lingüística. No es valorado socialmente por su léxico escaso, con palabras concretas entendidas solo por los miembros de un grupo social concreto, denominadas jerga.
3. Análisis del contexto educativo
El análisis del contexto educativo se refiere a todo aquello que rodea o afecta al proceso de enseñanza y aprendizaje. Conociendo lo que le influye, rodea y afecta, se podrá suponer por qué los alumnos y todo el personal del centro educativo actúan de una determinada manera o cómo se prevé que reaccionarán ante una práctica o actividad concreta.
3.1. ¿Qué utilidad tiene para el educador o docente de infantil realizar un análisis del contexto donde va a desarrollar su labor educativa?
El conocimiento de las características del alumnado que acude a su centro, de sus familias, del entorno sociocultural y de las más específicas de la institución educativa será de gran utilidad al permitir:
1 Detectar carencias y necesidades que compensar, las cuales, una vez priorizadas, invitan a adaptar en primer lugar, el currículo al centro, contribuyendo a realizar una oferta educativa más personalizada; y, en segundo lugar, permite un nivel mayor de concreción a cada grupo de alumnos que integran una clase en la programación anual realizada por el docente responsable de la misma.
2 Conocer los recursos educativos propios y los del entorno más cercano para poder hacer uso de ellos y ser coherentes en la exposición de las actividades al no incluir elementos o recursos lejanos o inviables al contexto.
3 Insertar la escuela en la vida, favoreciendo que los aprendizajes puedan ser conectados con el entorno del centro, es decir, que sean verdaderamente funcionales para los pequeños.
4 Conocer y analizar la influencia del entorno en los intereses y las motivaciones del alumnado.
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