José María Gómez Herráez - El pasado cambiante

Здесь есть возможность читать онлайн «José María Gómez Herráez - El pasado cambiante» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El pasado cambiante: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El pasado cambiante»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El pasado cambiante. Historiografía y capitalismo. Siglos xix-xx supone tanto un análisis de los diversos enfoques propuestos sobre el origen y desarrollo del capitalismo como una reflexión sobre la dinámica interna, en su contexto social, del trabajo de los historiadores. En los dos primeros capítulos, se establece un diálogo con sociólogos de la ciencia, historiadores y especialistas de otros dominios que tratan de introducirse en la lógica de las ciencias y de la historia en sus formas de enfrentarse con la realidad externa, sobre todo bajo las coordenadas que marcan la sociedad y la comunidad científica.En la observación de la historiografía económica, se contemplan paradigmas distintos -liberal, marxista, escuela histórica alemana, Annales, institucionalistas, cuantitativistas, cliometría, etc.– y se detiene la atención en algunos autores más conocidos y los debates de mayor resonancia. José María Gómez ha desarrollado su labor investigadora vinculado a las Universidades de Valencia y Castellón. Su trayectoria se ha centrado en el siglo XX, sobre todo en la primera etapa del periodo franquista, tratando de combinar esquemas de historia general y local. Su interés principal ha girado sobre la actuación de las Hermandades Sindicales de Labradores y Ganaderos, en el marco del sindicalismo vertical, y sus conexiones con los distintos capítulos de la política agraria. Pero también ha abarcado otras cuestiones diversas (ideología, instituciones, aspectos económicos y sociales, reflexiones económico-sociales de los exiliados, etc.). Ha participado, asimismo, en algunos trabajos colectivos sobre determinadas instituciones en la época contemporánea.

El pasado cambiante — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El pasado cambiante», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

EL PASADO CAMBIANTE

HISTORIOGRAFÍA Y CAPITALISMO SIGLOS XIX Y XX(1875-1909)

José M. Gómez Herráez

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

Esta publicación no puede ser reproducida ni total ni parcialmente ni - фото 1 Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, foto químico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el per miso previo de la editorial.

© Del texto: José M. Gómez Herráez, 2007

© De esta edición: Universitat de València, 2007

Coordinación editorial: Maite Simón

Fotocomposición y maquetación: Inmaculada Mesa

Cubierta:

Ilustración: Joaquín Michavila, Mosaico (1974)

Panel cerámico situado en la fachada principal de la antigua Facultad de Económicas

–actual Filología– de la Universitat de València (núm. de inventario UV001481)

Diseño: Celso Hernández de la Figuera

Corrección: Pau Viciano

ISBN: 978-84-370-6650-9

Realización ePub: produccioneditorial.com

INTRODUCCIÓN

Que las visiones de la historia aparecen condicionadas por el contexto social y profesional en que se mueven los autores parece una afirmación que, en principio, planteada sin más matices, encontrará amplia aceptación. Aunque no sea en sus mismos términos idealistas, pocos especialistas rechazarán el conocido aserto de B. Croce de que toda observación histórica se encuentra en relación con las necesidades actuales y con la situación presente en que vibran los hechos. Después de elucubraciones teóricas que han alcanzado tanta difusión como las de T. S. Kuhn sobre los «paradigmas científicos», susceptibles de ser aplicadas al estudio del pasado, o las de los renombrados impulsores del proyecto de Annales, es difícil sustraerse a destacar la importancia de la comunidad profesional y del marco social en esta esfera. Algunos problemas candentes de la sociedad estimulan líneas de especialización de una manera tan palmaria que estas ideas pueden parecer una constatación elemental: piénsese, por ejemplo, en la proyección reciente que sobre temas, métodos y concepciones teóricas de la historia en sus vertientes económica, social y cultural han tenido aspectos como las preocupaciones medioambientales, el agotamiento de recursos, las reivindicaciones de la mujer o la búsqueda –ante la profunda crisis de valores– de identidades diversas. En particular, los historiadores vienen reflexionando con ahínco sobre el uso que los diversos agentes sociales y, sobre todo, el poder político, hacen de la historia como instrumento de legitimación de prácticas actuales, lo que pasa por reclamar su complicidad y colaboración. El interés en el pasado que brota desde la sociedad, bajo un carácter instrumental o meramente evocador, puede producir en el investigador titubeos e inhibiciones, 1 1 . En su reciente autobiografía, E. Hobsbawn (2003: 273) se refiere al presente como «gran era de la mitología histórica», aunque en realidad venía a revelar una práctica siempre constante: «La historia está siendo revisada o inventada hoy más que nunca por personas que no desean conocer el verdadero pasado, sino sólo aquél que se acomoda a sus objetivos». En esas condiciones, el sentido crítico puede resentirse de forma notable (Hobsbawn, 2003: 378): «E incluso en las democracias en que el poder autoritario ha dejado de controlar lo que puede decirse o no acerca del pasado y del presente, la fuerza conjunta de los grupos de presión, la amenaza de los titulares, la publicidad desfavorable o hasta la histeria pública imponen una evasión, un silencio y una autocensura en público determinada por lo que es políticamente correcto». pero, a la vez, al invocarse cuestiones y líneas en que él indaga, puede también avivar y dar mayor sentido a su dedicación crítica. Sin duda, preferirá ese estímulo, aunque sea por su carácter provocativo, al desdén que puede significar, como ocurre de forma también intensa, la desconsideración llana de la historia.

En general, aunque el historiador pueda verse a sí mismo como sagaz descubridor de aspectos ocultos de la verdad, aceptará que su actitud, sus objetivos y sus interrogantes se explican en un marco social con determinados problemas e inquietudes, incluyendo la posibilidad del mero deleite contemplativo. Si se sienten capaces de contradecir o matizar otras percepciones, es porque estiman que han podido captar mejor ciertos detalles de una realidad externa, pero difícilmente rebatirán que su atención sobre ese tema deriva de su relevancia, por alguna razón, en el presente. Si un autor destaca un aspecto u otro, nos dirá, es porque ayuda a entender fenómenos de la sociedad en que vive, o porque presenta concomitancias con los mismos, o porque estimula la preservación de la memoria, o simplemente, en último término, por la satisfacción colectiva que puede proporcionar hoy enfrentarse a esa «reconstrucción». A la luz de estos esquemas, el pasado, lejos de ser algo muerto o inerte, no deja de revisarse en cada época aprovechando materiales antiguos, pero bajo predilecciones, técnicas y supuestos que se modifican constantemente en lo que supone un continuo perfeccionamiento guiado por la creciente especialización. Por otra parte, aunque resulten frecuentes los juicios sobre el grado de lucidez en cada análisis personal, los historiadores no perciben sus logros como mero resultado de una cualidad intrínseca, de una poderosa intuición o de un venturoso hallazgo. Por el contrario, consideran que el aprendizaje de pautas de trabajo y, por tanto, su formación y sus contactos profesionales, resultan fundamentales en esa labor.

Bajo estas perspectivas, en verdad, advertir del influjo del contexto sociopolítico y profesional sobre el historiador no sólo no despierta reticencias o mohín algunos, sino que incluso puede alentar cierta autocomplacencia y sensación de utilidad y distinción. Sin embargo, si al contexto social y al profesional, interconectados entre sí, se les atribuye el papel modelador crucial, en gran medida subterráneo, con que algunos autores más relativistas contemplan el conjunto de la creación científica, tales actitudes de congratulación pueden desaparecer fácilmente para dejar paso a un franco distanciamiento, a un expreso escepticismo y hasta a un tajante rechazo. El desplante también puede ser fuerte si, en particular, se subraya la fuerza con que los poderes sociales y, ligados a ellos, los políticos y académicos, encauzan de forma directa o indirecta toda visión histórica y no sólo las formas más divulgativas y simplificadas de la misma. El producto escrito del historiador, bajo estas perspectivas especialmente críticas, aparece predeterminado con antelación en un grado que no pueden tolerar quienes erigen como objetivo inequívoco el de explorar una verdad palpable insuficientemente conocida. Todo trabajo histórico se enfrenta a unos espacios externos susceptibles de una delimitación precisa, pero su gestación, su desarrollo y su sentido sólo se entienden dentro de los canales trazados en unas coordenadas contextuales que moldean de forma decisiva las percepciones y expresiones de esa realidad. No es sólo el interés en determinados temas, sino también la propia concepción de los mismos lo que aparece ampliamente previsto. En la reflexión historiográfica actual, viene siendo en la variedad de autores catalogados de forma común como «postmodernos» donde se ha apuntado un relativismo sumo y un rechazo más ostensible de las posibilidades del objetivismo. Sin embargo, aunque nosotros no prescindiremos de algunos de estos ensayos, especialmente por su esbozo del discurso histórico como una vía de construcción y no de mera trasmisión de conocimientos, nuestro interés se concentrará ante todo en aportaciones procedentes de sociólogos de la ciencia que han analizado y observado las prácticas investigadoras, los comportamientos de los científicos en cada medio y sus interacciones con la realidad social.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El pasado cambiante»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El pasado cambiante» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El pasado cambiante»

Обсуждение, отзывы о книге «El pasado cambiante» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x