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ZAMARA RINCON, ROSA ISABEL Tejedores y tejidos en los Andes del sur de Colombia, siglo XIX / Rosa Isabel Zarama Rincón Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2020 330p.: il., mapas, tablas ISBN impreso: 978-958-8956-61-9 ISBN ePub: 978-958-8956-81-7INDIOS DE COLOMBIA – ASPECTOS SOCIOECONOMICOS – SIGLO XIX 2. INDIOS DE COLOMBIA – ARTE – SIGLO XIX 3. INDIOS DE COLOMBIA – USOS Y COSTUMBRES – HISTORIA 4. EMPRESAS COLONIALES – AMERICA LATINA – HISTORIA 5. AMERICA LATINA – MANUFACTURAS - HISTORIA 6. TRABAJADORES TEXTILES – AMERICA LATINA – CONDICIONES ECONOMICAS – HISTORIOGRAFIA Tít. II. Secundarias. III. SerieCDD: 986.139 ED. 23 CEP – Universidad Industrial de Santander. Biblioteca Central |
Tejedores y tejidos en los Andes del sur de Colombia, siglo XIX
Rosa Isabel Zarama Rincón
© Universidad Industrial de Santander
© Banco de la República
Reservados todos los derechos
Imagen de carátula: Tejedora: Provincia de Pasto, 1853
Biblioteca Nacional de Colombia, colección Comisión Corográfica.
ISBN: 978-958-8956-61-9
ISBN ePub: 978-958-8956-81-7
Primera edición, julio de 2021
Diseño, diagramación e impresión:
División de Publicaciones UIS
Carrera 27 calle 9, ciudad universitaria
Tel.: (7)6348418 ext.: 1602
Bucaramanga, Colombia
ediciones@uis.edu.co
Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin autorización escrita de la UIS y el Banco de la República.
Impreso en Colombia
Agradecimientos
Durante el tiempo en que se planteó el proyecto y en su desarrollo, numerosas personas se entusiasmaron con la temática y generosamente colaboraron en el proceso. Agradezco a la Fundación para la Promoción de la Investigación y la Tecnología (Bogotá) por financiar la investigación. Hago un reconocimiento especial al secretario de la Junta Directiva de la Fundación, el economista Roberto Ortiz Enríquez, por su amable colaboración.
Doy las gracias también a la doctora Marta Herrera Ángel, coordinadora del Taller Umbra de Estudios Interdisciplinarios, adscrito a la Universidad de los Andes (Bogotá), y a mis compañeros del taller entre octubre de 2012 y noviembre de 2017, quienes leyeron el proyecto y el texto de la investigación. A ellos, mi más sentido agradecimiento, porque, con sus aportes y cuestionamientos, el texto ganó en profundidad y coherencia.
Así mismo, valoro el gran aporte de Yolanda Martínez Santacruz, quien colaboró como asistente de investigación en el Archivo Histórico de la Universidad de Nariño y en la Notaría Primera de Ipiales. De igual manera, destaco el trabajo de María Carolina Ortiz Godoy, funcionaria del Grupo de Servicios en la Biblioteca Nacional de Colombia, quien consultó los periódicos de Ipiales. A ellas, mi gratitud por su dedicación y entusiasmo.
Igualmente, por su colaboración, expreso mi reconocimiento a la Notaría Primera de Ipiales, especialmente al señor notario, Mauricio Vela; a la asesora jurídica, Paola Arias Bedoya; y al auxiliar Byron Vera. De la misma manera, de la Notaría Primera de Túquerres, agradezco al señor notario, Carlos Ruano, y a sus asistentes, Gloria López, Jenny Ortiz y José Arnulfo Muñoz. También destaco el apoyo pertinente de Lidia Solarte en el Archivo Histórico de la Universidad de Nariño.
Valoro la colaboración de Carlos Parra del Herbario de la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá) y del personal del Herbario de la Universidad de Nariño (Pasto), quienes ayudaron a resolver dudas acerca de los nombres científicos de la flora mencionada en este libro. Y de manera general, pero no menos especial, reconozco la cooperación de los nariñenses de diversos lugares de las tierras altas que compartieron con alegría sus recuerdos y conocimientos acerca de la tejeduría y de su vida cotidiana. Ellos son María Magdalena Arias, Silva Arias, Ana Benavides, Aura María Bernal de Cortés, Lilian Burbano, Rosa Isabel de Cifuentes, Benjamín Díaz, Carmen Alicia Delgado de Herrera, Flor María López, Enrique Martínez, Esperanza Martínez, Blanca Clemencia Mera, Aura Muñoz, Aura Morillo, José Antonio Patiño, Elisa Toro de Pérez, Magdalena Elisa Vela de Vela, Ana Helena Vera de Bucheli, Maruja Salazar de Wolles, María Flor Yela, Lilia Zambrano Zambrano, Marta Zarama de Barbato y Manuel Zarama.
Aprecio, igualmente, el apoyo brindado por otro grupo de personas estudiosas del arte textil y del ganado ovino, quienes solidariamente me proporcionaron material y me ayudaron a resolver inquietudes, para ellos también va mi sentimiento de aprecio: Sonia Calvache, Marianne Cardale de Schrimpff, Beatriz Devia, Beatriz Eugenia Granados, Hernán Jaramillo, Claudia Ximena Jurado y Édgar Zambrano.
De igual manera, agradezco a la maravillosa red de bibliotecas del Banco de la República y a sus funcionarios, pues gracias a su excelente trabajo facilitan la labor de los investigadores. A Cárol Guerrero Bucheli, anterior directora del Centro Cultural Leopoldo López Álvarez del Banco de la República en Pasto, y a los funcionarios de ese centro, especialmente a Carlos Guillermo López y Gisela Osorio, por el respaldo que le dieron al proyecto. Valoro el apoyo de mis hermanos: Manuel Guillermo Zarama Rincón, quien me colaboró en las primeras revisiones de estilo, y María Inés Zarama Rincón, por su generoso apoyo logístico a lo largo de la investigación.
Finalmente, quiero agradecer a la Subgerencia Cultural del Banco de la República y a la Universidad Industrial de Santander por su interés en la publicación del libro.
ROSA ISABEL ZARAMA RINCÓN
Bogotá, 17 de mayo de 2019
Introducción
Entre finales del siglo XVIII y la primera década del siglo XIX, las ruanas pastusas fueron prendas cotizadas entre la élite de Santafé de Bogotá. En 1789, el virrey de la Nueva Granada, José de Ezpeleta (1789-1796), y su esposa, María de la Paz Enrile, organizaron un paseo al salto del Tequendama, al que convidaron a sus amistades más cercanas. Los anfitriones cuidaron de cada detalle: comida abundante, sabrosa y variada, licores finos, músicos, baile, buen alojamiento y caballos. En la logística contaron con la colaboración de la guardia de caballería del virrey y de numerosos pajes. La actividad duró tres días. Por su parte, los invitados estaban elegantemente ataviados, los señores iban en sus sillas «con pellón y ruanas pastusas»1. El paseo fue un éxito.
En los primeros años de la década del setenta del siglo XIX, el español José María Gutiérrez de Alba se encontró en el mercado de Timaná (Huila) con un grupo de indios pastusos: «Llevaban los hombres un ancho y corto pantalón de lienzo […] una ruana de un tejido de lana grosero y de color azul oscuro, […] Las mujeres suelen llevar ruana y alguna vez sombrero»2.
Las anteriores referencias, con cerca de ochenta años de distancia entre ellas, demuestran el uso de las ruanas, tanto por lo más granado de Santafé como por los indígenas de Pasto. Las ruanas de los primeros eran elegantes, y las de los segundos, ordinarias. En este libro, se pretende destacar, además de la exquisitez o la sencillez de la ropa, la historia de sus artífices, del mundo textil y de su comercialización en el suroccidente de Colombia. Esta investigación cobra mayor sentido al tener en cuenta que en el siglo XIX, en numerosas poblaciones de las tierras altas del actual Nariño, la principal actividad económica de cientos de personas fue la confección de prendas que urdían en ‘guangas’, nombre que se le daba a los telares artesanales. En estos telares fabricaron distintos atuendos para el autoconsumo, el trueque y la venta, cuyo valor ha trascendido lo económico, pues detrás de cada pieza había una historia y una tradición cotidiana que sostenía la actividad.
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