Hélène Gutkowski - Querido país de mi infancia

Здесь есть возможность читать онлайн «Hélène Gutkowski - Querido país de mi infancia» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Querido país de mi infancia: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Querido país de mi infancia»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este libro, que se origina en el seno del grupo denominado Francia… ¿dulce Francia de nuestra infancia?, da cuenta, a través del recorrido de sus miembros, de las múltiples formas que cobró la persecución contra los judíos en la Francia ocupada por los nazis. Niños «fichados», niños «marcados», niños escondidos, adolescentes enrolados en la resistencia, jóvenes salvadores de niños, jóvenes deportados, tenían entre 0 y 18 años cuando empezó la guerra. Las cartas, los documentos y las fotos que conservaron preciosamente son valiosos testimonios de las separaciones, las deportaciones, la orfandad, pero también de la solidaridad. Aquí honran el coraje de sus padres y la memoria de los franceses que los salvaron. Hélène Gutkowski, ella misma niña escondida durante la Segunda Guerra Mundial, puso en acción sus talentos de escucha y escritura para evocar el cálido crisol de las reuniones del grupo, donde los recuerdos fragmentados se confrontaron y se unieron para delinear aquella Francia que no fue la «dulce Francia» de la canción de Charles Trenet. Asimismo, la autora se tomó el cuidado de narrar la historia de los judíos en Argentina en una inteligente introducción que nos permite descubrir a esa dinámica comunidad donde ella y sus amigos-testigos pudieron realizarse pese a las incurables heridas.
Dice Serge Klarsfeld en el prólogo: «La calidad literaria de este libro es tan excepcional como su interés histórico».

Querido país de mi infancia — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Querido país de mi infancia», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Inmigrantes no colonizados:4 las dificultades de inserción

Ambas situaciones, a saber, la necesidad para los judíos rumanos de emigrar y la posibilidad que se ofrecía a los recién llegados de encontrar un empleo como trabajadores asalariados en las colonias, aparentemente se reforzaron entre sí e incitaron a la jca a intervenir en la evacuación de los judíos rumanos y rusos hacia Argentina; también hacia Canadá y Estados Unidos, aunque en menor proporción.5

Para gran parte de esos inmigrantes que no aspiraban a convertirse en trabajadores agrícolas, pero que por falta de otras posibilidades fueron dirigidos hacia las colonias, esa experiencia no fue más que una etapa intermedia, a menudo difícil, antes de poder establecerse en Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Tucumán o en alguna de las pequeñas ciudades que iban creciendo en los alrededores de las colonias.

Los padres de Esther Shejtman, a quienes unos paisanos6 de Moisés Ville habían convencido de emigrar a Argentina, se radicaron primero en Ceres, pequeña localidad próxima a la colonia Montefiore.7 Luego decidieron unirse a sus amigos en Moisés Ville, donde el padre de Esther, panadero, esperaba abrir una panadería, lo cual no pudo ser por ya existir tres locales de panificación en la colonia. Los Shejtman decidieron, entonces, probar suerte en San Cristóbal, otro pueblito de los alrededores. San Cristóbal era un sitio tan tranquilo, recuerda Esther, que la única distracción posible era ir a pasear hasta la estación de tren. “Dos veces por semana, a las 9 de la noche, llegaba el ‘coche motor’ de Santa Fe, y a esperarlo iban todos aquellos que no tenían nada que hacer, es decir… casi todos los parroquianos. En realidad, nadie iba a esperar a nadie… Se iba a esperar el tren, para mostrarse, para charlar… Nos llevábamos bien con todo el mundo”, también recuerda Esther. La imagen que conserva del 9 de julio de 1931 es un conmovedor reflejo de aquella buena convivencia:

Era el Día de la Independencia; nadie quería perderse los discursos ni el desfile… La columna se preparaba. A la cabeza debía ir la banda militar del municipio; seguirían los abanderados de las escuelas y de las colectividades; luego, todos los alumnos del pueblo en sus delantales blancos impecablemente almidonados. En el pecho de grandes y chicos, la escarapela celeste y blanca. Cada abanderado, con su bandera desplegada en la cima de su asta, se dirigió hacia el sitio que le había sido asignado. ¿Y el pabellón judío? ¡Benjamín no estaba! Uno de los miembros de la comisión salió como una flecha a ver qué le había pasado. ¡Benjamín se había quedado dormido! ¡Qué vergüenza! ¡Qué reto le dio el emisario que corrió a buscarlo! En un abrir y cerrar de ojos, Benjamín ya estaba en la calle bandera en alto, corriendo sin parar. Jadeando, llegó donde estaban los miembros de la comisión. Alguien vio que venían corriendo los cuatro ‘rusos’, como nos llamaban, con su bandera flameando al viento. Se dio la voz de alto y la orden de que toda la columna se diera vuelta; mientras los cuatro judíos y su bandera se iban acercando al lugar que les correspondía, todos los presentes esperaron en respetuoso silencio y cada una de las banderas de las demás colectividades saludó a su paso a la que llegaba, inclinándose como mandan las normas internacionales. Mi corazoncito se estremeció de emoción al ver mi bandera azul y blanca, con su dorada estrella de David ubicarse en el lugar asignado, y ya no pude retener mis lágrimas al ver cómo las otras insignias le rendían homenaje a esa, mi bandera, la bandera de ese minúsculo grupo de judíos, radicados en ese ignoto pueblito de las infinitas pampas argentinas.8

En los primeros años del siglo xx, la crisis provocada en el sistema de la jca por la afluencia no calculada inicialmente de tantos inmigrantes no colonizados alcanzó proporciones dramáticas. Para esos inmigrantes no se habían previsto techo ni elementos de trabajo, tampoco apoyo social, y vivir en los galpones que a veces se ponían a su disposición era retroceder a lo más primitivo.

La larga temporada de lluvias de 1904, que anuló toda posibilidad de trabajo estacional, acorraló a cincuenta familias en la hambruna, obligando al administrador de Moisés Ville a formar un comité para la instauración de una olla popular y asistencia médica gratuita.9

Entretanto, debido a los sucesos de 1905 en Europa y a la guerra ruso-japonesa, asomaba para los judíos de Rusia una nueva y urgente necesidad de emigrar. Esta vez, la elección recaía principalmente en Argentina, donde la mayoría de los candidatos rusos a la emigración ya tenía familiares. Dice Bernardo Gershanik:

Mi padre, Moisés, nació el 5 de octubre de 1874 en Rusia, en la colonia Israelovka, que luego pasaría a llamarse Iasser. Esas colonias agrarias habían sido fundadas en las fértiles tierras del sur de Rusia a fines del siglo xix por orden del zar Alejandro el Bendito para solucionar el problema judío imperante en Rusia. A la edad de 30 años, después de haber luchado en la guerra de Extremo Oriente,10 de 1901 a 1904, Moisés volvió a Iasser, se casó… y retornó a su trabajo en el campo. El pogromo de Kishinev, ocurrido en 1903, impactó terriblemente en toda la judeidad de Europa del Este. Violencia y guerra por todas partes… Y hete aquí que al poco tiempo de haber vuelto Moisés del frente, ¡estalla la guerra ruso-japonesa!

Moisés no quiso saber más de trincheras, de heridas, de luchas y de persecuciones y decidió emigrar a la República Argentina.

Llegó en 1905 en el vapor Pampa junto con mi abuela y su hijita… Fueron colonizados en la Estación Pedernal, ubicada en la provincia de Entre Ríos, Colonia Santa Isabel, departamento de Concordia, distrito Yeruá.11

Durante la temporada de cosechas de 1908-1909, doscientas familias no colonizadas llegaron a la colonia Lucienville12 con la esperanza de hallar un trabajo temporario. Mil doscientos hombres, mujeres y niños vivieron más de un año expuestos a la mayor precariedad.

El informe de la situación en la que se encontraban esos inmigrantes alarmó al director general de la oficina de París, quien ofreció la ayuda de la jca a los funcionarios argentinos, a fin de que se construyeran refugios, lo antes posible, para todas esas personas.

Todo parecía ensañarse contra aquellos pobres inmigrantes… No sólo la cosecha de aquel año fue un fracaso, sino que la oferta de mano de obra, al ser cada vez mayor, hacía que los salarios se volvieran cada vez más precarios. Uno de los altos funcionarios de la jca, de visita durante el invierno de 1910 a Lucienville y colonia Clara13 y luego a colonia San Antonio,14 quedó espantado ante el espectáculo de familias enteras apiñadas en miserables casuchas, expuestas a la lluvia y al viento, hacinadas, con hambre y carentes de higiene.

Para los miles de inmigrantes judíos que entre 1900 y 1914 llegaron a Argentina por iniciativa propia con la intención de radicarse en alguna ciudad del país, pero primero fueron dirigidos hacia las colonias, las condiciones en las cuales tuvieron que vivir, a veces durante varios años, fueron realmente miserables. Las colonias de la jca no estaban en condiciones de brindarles ni un empleo estable, que les hubiera permitido esperar el momento propicio para establecerse en otro lugar, ni las condiciones de vida que ellos habían esperado encontrar en el nuevo país.

Crear nuevas fuentes de trabajo: proyectos que fracasaron

Dos dirigentes de la jca de París, de visita en las colonias en 1911, propusieron la creación de granjas auxiliares. Estas serían construidas en parcelas de unas diez hectáreas cada una y se arrendarían a los aparceros por una duración máxima de cinco años, posibilitando así que los campesinos adquirieran los conocimientos necesarios para tener su propia producción de verduras o frutas y trabajaran como jornaleros cuando se presentara la ocasión. Lamentablemente, sólo se llegaron a construir 65 granjas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Querido país de mi infancia»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Querido país de mi infancia» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Querido país de mi infancia»

Обсуждение, отзывы о книге «Querido país de mi infancia» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x