Autores Varios - Europa global, Europa social
Здесь есть возможность читать онлайн «Autores Varios - Europa global, Europa social» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Europa global, Europa social
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:3 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Europa global, Europa social: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Europa global, Europa social»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Europa global, Europa social — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Europa global, Europa social», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Pero, ¿por qué un enfoque que, a nivel nacional, ha fracasado completamente podría funcionar a nivel transnacional? En verdad puede merecer la pena tener en cuenta algunos nuevos tipos de proyectos de infraestructuras para Europa, particularmente en el área de las TIC, pero no solamente, o incluso principalmente, como forma de crear empleo.
Aunque algunos insisten en lo contrario, el futuro del MSE no se reduce a una elección entre una Europa keynesiana y una Europa «anglosajona y desregulada». Incluso, hay quienes han insinuado que existía un «plan B» para Europa en el caso de un rechazo de la Constitución. Era «el plan británico de liberalización y desregulación» favorecido por Tony Blair. [27]Pero esta afirmación no tiene sentido en términos políticos ni en términos analíticos. Blair firmó el Tratado Constitucional, como lo hicieron todos los líderes políticos europeos.
De forma mucho más importante, el futuro del MSE no reside en «ser más anglosajones», desde luego no es así si ello significa tomar al Reino Unido como modelo para el resto de Europa. Pero también es verdad que otros países pueden aprender de algunos logros británicos: después de todo tiene una tasa elevada de empleo, es el único Estado miembro de la Europa de los Quince que ha aumentado activamente su inversión en servicios públicos en los últimos años y ha conseguido reducir significativamente su tasa de pobreza. No obstante, el nivel de los servicios públicos en el Reino Unido todavía está a la zaga de las mejores prácticas continentales y los niveles de desigualdad económica siguen siendo altos a pesar de los progresos realizados.
Un patrón para la reforma
En buena medida, el pensamiento anterior ha quedado deslumbrado por los «tres/cuatro mundos del bienestar capitalista», pero aunque existan diferencias reales, la UE y sus Estados miembro deberían impulsar la convergencia en esta materia, de la misma forma que lo hacen en otras áreas. La mayor parte de las dificultades centrales a las que se enfrenta el MSE no son específicas de ningún país. Son de carácter estructural. En la era de la globalización, las soluciones pueden generalizarse a menudo.
En definitiva, el futuro MSE no tiene por qué seguir el modelo británico, ni el francés, el sueco o el danés. Lo que esbozaré en las páginas que siguen es, de alguna manera, un tipo ideal –una lista de rasgos que los países reformistas podrían incorporar de diferentes formas–. El patrón de un MSE revisado (un MSER) estaría guiado por las siguientes características generales: [28]
— Un movimiento desde las prestaciones sociales negativas a las positivas. Cuando William Beveridge desarrolló su plan para un Estado del bienestar de posguerra, pensó –como hicieron casi todos los demás– en el Estado del bienestar como un instrumento correctivo. Su aportación innovadora fue atacar los «cinco males» de la ignorancia, la miseria, la necesidad, el desempleo y la enfermedad. No deberíamos olvidarnos de ninguno de ellos, pero hoy en día necesitamos pedir mucho más y centrarnos en los factores positivos. En otras palabras, deberíamos estar promocionando la educación y el aprendizaje, la prosperidad, la capacidad de hacer elecciones vitales, la participación social y económica activa, y los hábitos de vida saludables.
— Tales objetivos presuponen incentivos al tiempo que prestaciones, y obligaciones al tiempo que derechos, porque requieren la complicidad activa de los ciudadanos. La conexión del bienestar con la ciudadanía no está provocada sólamente, como sugería T. H. Marshall en su formulación clásica, por la expansión de los derechos, sino por una mezca de derechos y obligaciones. [29]Las prestaciones pasivas por desempleo se definían casi completamente como derechos, y por esa misma razón han demostrado ser en gran medida disfuncionales. La introdución de políticas activas para el mercado laboral deja claro que el desempleado sano tiene la obligación de buscar trabajo si recibe ayuda del Estado, y hay sanciones que pueden garantizar el cumplimiento de esta condición.
— El sistema tradicional de prestaciones sociales persigue transferir el riesgo del individuo al Estado o la comunidad. La seguridad se define como la ausencia o la reducción del riesgo. Pero, en realidad, el riesgo tiene muchos aspectos positivos. A menudo, las personas tienen que asumir riesgos para mejorar sus vidas. Además, en un entorno que cambia rápidamente, es importante que los individuos sean capaces de adaptarse al cambio, y si es posible beneficiarse activamente de él. Esta afirmación es tan válida para la fuerza laboral como para los empresarios; es tan válida para los que se ven afectados por un divorcio y otras transiciones sociales como lo es para la esfera económica. La utilización creativa del riesgo, sin embargo, no implica la ausencia de seguridad, ni mucho menos. Saber que existe ayuda cuando las cosas van mal puede, con frecuencia, alentar el riesgo en primera instancia. Creo que esto es parte de la lógica de la «flexiseguridad» en las políticas laborales activas.
— Un MSER debe ser, al menos en muchas esferas, contributivo. Los servicios diseñados para su uso gratuito pudieron proyectarse con un propósito noble, pero son propensos a sufrir dificultades esenciales. Dado que cuentan con pocos mecanismos para contener la demanda, acaban saturados y sobreexplotados. Al final, tienden a desarrollarse dos sistemas diferentes, y los ricos simplemente dejan de participar en los servicios públicos. Las contribuciones, incluso aunque sean relativamente modestas, no sólo ayudarían en esta materia, sino que pueden promover actitudes responsables en el uso de los servicios. Por tanto, es probable que el principio contributivo –las contribuciones de los usuarios directos– desempeñe un papel cada vez mayor en los servicios públicos, desde las pensiones y la sanidad hasta la educación superior.
— Un MSER debe estar desburocratizado. En casi todos los países, el Estado del bienestar preexistente se basaba en el tratamiento de los ciudadanos como sujetos pasivos. El colectivismo era aceptable de una manera en la que actualmente no lo es, ni debería serlo. La desburocratización significa resistirse frente a los intereses de los productores, promover la descentralización y el empoderamiento local (para ejemplos interesantes, véanse los cambios introducidos en los servicios sanitarios y educativos en Suecia y Dinamarca a principios de la década de los noventa). Estos esfuerzos deberían diferenciarse claramente de la privatización, que es un medio entre tantos otros de perseguir potencialmente estos fines. En realidad, la justicia social, la responsabilidad del cliente y la calidad de los servicios ofrecidos no son contradictorios, sino interdependientes.
En términos políticos más detallados, propondría un esquema de doce puntos para un MSER:
1 Mantener un impuesto sobre la renta progresivo como medio para limitar las desigualdades. En todos los países industrializados, la renta después de impuestos es más igualitaria que la renta antes de impuestos. Los países que en la actualidad aplican tipos impositivos fijos deberían garantizar que los resultados son progresivos (excluyendo de pagar el impuesto a los grupos más pobres). Los impuestos de sociedades deberían reducirse si son muy elevados. Facilitar un desplazamiento general de los impuestos sobre el trabajo a los que gravan el consumo, introduciendo, una vez más, elementos progresivos en la medida de lo posible.
2 La prudencia fiscal es un principio rector en la financiación de las prestaciones sociales, aunque se aplique de forma flexible en ciertas situaciones. Este objetivo es a largo plazo y, por ejemplo, cubriría la capacidad de asumir futuros compromisos de pensiones anticipados. La fiscalidad con relación al PIB es alta si la comparamos con los niveles internacionales, pero lo que importa no es tanto el nivel de la presión fiscal como la combinación general de políticas.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Europa global, Europa social»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Europa global, Europa social» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Europa global, Europa social» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.