16 Jones, Later Roman Pottery , Londres, pp. 824-872. Para el comercio, cfr. la vasta disponibilidad por el Mediterráneo de la cerámica africana en el Bajo Imperio (Jones siempre ignora la arqueología): J. W. Hayes, Late Roman Pottery , Londres, 1972, pp. 414-427, para una visión general. Sobre el control del Estado posromano, véase, por ejemplo, G. Duby, The Early Growth of the European Economy: Warriors and Peasants from the Seventh to the Twelfth Centuries , H. B. Clarke (trad.), Londres, 1974, pp. 55-70, 97 y ss (traducción castellana: Guerreros y campesinos: desarrollo inicial de la economía europea 500-1200 , México, 1976).
17 Sobre el período tardorromano como modo antiguo: B. Hindess y P. Q. Hirst, Pre-Capitalist Modes of Production , pp. 106-168; Carandini, Anatomia della scimmia , pp. 134-137. Difiero de uno y otro en mi análisis. Sobre las ciudades y la fiscalidad: Jones, Later Roman Empire , pp. 456-458, 732-757, y, para el más importante texto legal, desde el 458, Novellae Maioriani , II (en la edición básica de Código de Teodosio. Theodosiani libri XVI cum constitutionibus sirmondianis , T. Mommsen (ed.), 2 vols., Berlín, 1905, II, pp. 157-159). Para la ideología urbana de la Roma tardía, son ejemplos clásicos Ausonio, Ordo nobilium urbium: Burdigala , o Sidonio Apolinar, Epistolae , V, 20; VII, 9, 15; VIII, 8; etc.
18 Sobre la variedad de los conflictos de clase, más o menos mediatizada en el período tardorromano, véase G. E. M. de Ste. Croix, The Classes Struggle in the Ancient Greek World , Londres, 1981, pp. 474-488 (traducción castellana: La lucha de clases en el mundo griego antiguo , Barcelona, 1988); Dockès, Medieval Slavery and Liberation , pp. 199-233 y passim . Parece que los romanos tejieron una consciente conspiración de silencio sobre los Bacaudae , y no sabemos casi nada de ellos. Véase E. A. Thompson, «Peasant Revolts in Late Roman Gaul and Spain», Past and Present , 2, Nov. 1952, pp. 11-23. Para paralelismos medievales, véase Hilton, Bond Men Made Free . Para paralelismos modernos E. J. Hobsbawm, Primitive Rebels , Manchester, 1959, pp. 57-92 (traducción castellana: Rebeldes primitivos , 1968); y (para Canudos, el Estado igualitario de Antonio Conselheiro en el Brasil de los años 1890), M. I. Pereira de Queiroz, «Messiahs in Brazil», Past and Present , 31 (julio, 1965), pp. 62-86; R. Faco, Cangaceiros e fanáticos: génese e lutas , Río de Janeiro, 1963, pp. 41-71, 90-112, referencia que debo a Paulo Farias.
19 Código de Teodosio, XI, 24, 1-6 (T. Mommsen (ed.), I, pp. 613-615): Libanio, Orationes , XLVII, 4-17 (el comentario usual para ambos es el de F. de Zulueta, De Patrocinis viciorum , Oxford, 1909); Salviano, De gubernatione dei , IV, 20-1, 30-1: V, 17-45 (ed. G. Lagarrique, Sources chrétiennes , CCXX, París, 1975); cfr. Novellae Maioriani , II, 4 (T. Mommsen (ed.), II, p. 159). Obras secundarias: Patlagean, Pauvreté économique et pauvreté sociale , pp. 278-296 (con mucho el análisis más acertado); Jones, Later Roman Empire , pp. 773-781; Foraboschi, «Fattori economici», pp. 73-83; Whittaker, «Inflation and the Economy», pp. 13-14.
20 Algunas aproximaciones a la crisis de la hegemonía en F. Paschoud, Roma aeterna , Roma, 1967; cfr. G. Alfoldy, «The Crisis of the Third Century as Seen by Contemporaries», Greek, Roman and Byzantine Studies , XV, 1974, pp. 89-111. La enormemente convulsa política del siglo V se ve bien en E. Stein, Histoire du bas-empire , 2 vols., Brujas, 1949-59, aunque el dominio de la tierra está ahora mejor trazado en J. Matthews, Western Aristocracies and Imperial Court, A. D. 364-425 , Oxford, 1975. Leyes: Novellae Valentiniani , XV (T. Mommsen (ed.), II, pp. 99-100; traducción a partir de C. Pharr, The Theodosian Code , Princeton, 1952, p. 529); Novellae Maioriani , II (T. Mommsen (ed.), II, pp. 157-159). Irónicamente, el nuevo impuesto de Valentiniano, el siliquaticum , fue uno de los pocos que pervivió hasta principios de la Edad Media, en un conjunto de tasas de tránsito que aún existían en el siglo XII.
21 Todo esto es discutido por W. Goffart, Barbarians and Romans, A. D. 418-584 , Princeton, 1980, pero pienso que su argumento debe ser rechazado. Goffart mantiene que los godos y los burgundios, al menos, mantuvieron los niveles de tributación, y dieron a sus soldados participación en los derechos de fiscalidad sobre las propiedades mismas. Pero el problema es que muy pocos textos tienen una lectura prima facie que permita sostener esto: ningún texto lo dice explícitamente (y seguramente alguno debería hacerlo), y varios se oponen a ello explícitamente –así, para Italia, véase Casiodoro, Variae , II, 16 (T. Mommsen (ed.), Monumenta Germaniae Historica [a partir de ahora MGH]. Auctores antiquissimi , 15 vols., Berlín, 1877-1915, XII, pp. 55-56). El argumento más sólido de Goffart, la curiosa pasividad de los romanos cuando les expropiaron sus tierras, se explica mejor por una caída general en los niveles del impuesto. El sistema fiscal era mucho más débil, y el asentamiento germánico fue enormemente más complejo y desorganizado de lo que admite Goffart. (Realmente, incluso si Goffart tuviera razón, no afectaría al argumento principal; en cualquier caso, el asentamiento germánico traspasó fondos y responsabilidades del Estado al ejército en favor de hombres que terminaron como propietarios privados: Goffart, Barbarians and Romans , pp. 206-230). Estoy agradecido a las discusiones de estos aspectos con Ian Wood. Debe añadirse que el nivel de tributación en los reinos germánicos es, por regla general, totalmente especulativo. La cifra de Rávena antes citada ( supra p. 21) es del período posterior a la reconquista bizantina de Italia, y refleja las proporciones romanoorientales. Véase la nota siguiente.
22 En general, sobre la fiscalidad germánica, véanse los artículos de F. Thibault, aún útiles, en Nouvelle Revue Historique de Droit Français et Etranger , serie 3, XXV/1901, pp. 698-728; XXVI, 1902, pp. 32-48; XXVIII, 1904, pp. 53-79, 165-196; XXXI, 1907, pp. 49-71, 205-236. Para los visigodos, véase P. D. King, Law and Society in the Visigothic Kingdom , Cambridge, 1972, pp. 62-77 (los gastos del Estado aún incluían algunas guarniciones); C. Sánchez-Albor-noz, «El tributum quadragesimale », en Mélanges d’histoire du moyen âge dédiés à la mémoire de Louis Halphen , París, 1951, pp. 645-658. Para los francos F. Lot, L’impôt foncier et la capitation personelle sous le bas-empire et à l’époque franque , Bibliothèque de l’Ecole des hautes études. Sciences historiques et philologiques, CCLIII, París, 1928, pp. 83-118, es aún el estudio principal. Véase también (para la inferenda ), F. Lot, «Un grand domaine à l’époque franque: Ardin en Poitou», Cinquanténaire de l’Ecole pratique des hautes études , 2 vols. Bibliothèque de l’Ecole des hautes études, Sciences historiques et philologiques, CCXXX, París, 1921, II. pp. 109-129, y la instructiva y reciente discusión sobre algunos de los modos en los que la fiscalidad se vino abajo en W. Goffart, «Old and New in Merovingian Taxation», Past and Present , 96, agosto, 1982, pp. 3-21; Gregorio de Tours, Historia francorum , III, 36: IV, 2; V. 28.34; VII, 15-23; IX, 30; X, 7, ed. B. Krusch y W. Lewison, MGH, Scriptores rerum Merovingicarum I. I. Hanover, 1885, pp. 131-132, 136, 233-234, 239-241, 336-337, 343-344, 448-449, 488. La cifra del diez por ciento procede de los cálculos de Lot ( Impôt foncier et capitation personelle , pp. 85-86) sobre el intento de tributación por Chilperico en Limoges, si las cifras son correctas (¿pero estaba Clotario I realmente insistiendo en un tercio de los ingresos de la Iglesia en la década del 540?: Historia francorum , IV, p. 2). Sobre tasas de circulación: F. L. Ganshof, «A propos du tonlieu sous les mérovingiens», Studi in onore di Amintore Fanfani , 6 vols., Milán, 1962, 1, pp. 293-315. Para el impuesto sobre la tierra en la Italia lombarda, véanse referencias en C. J. Wickham, Early Medieval Italy. Central Government and Local Society, 400-1000 , Londres, 1981, p. 40.
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