Las experiencias testimoniadas en este libro tendrán suficientes argumentos para convencer al lector de que es su persona el principal instrumento para ayudar a los demás, siempre y cuando los ingredientes de sus historias hayan sido trabajados. En uno de los comentarios, el autor referente argumenta que es el trabajo que cada traumaterapeuta lleva a cabo en su historia personal lo que previene con eficacia los riesgos de «representaciones y conductas enactivas» (Lyons-Ruth, 1999) o, en otros términos, de reaccionar con una contratransferencia proyectiva a los relatos y las conductas de sus pacientes.
Como no podía ser de otra manera, José Luis nos regala en la última parte del libro un extraordinario suplemento. En este, nos entrega de una forma clara y didáctica elementos para comprender los efectos de la técnica de la caja de arena, a la luz del paradigma de la mentalización. Para ello, no solo nos ofrece los fundamentos básicos de este paradigma, sino que, además, muestra que las preguntas que utilizamos para explorar el mundo en la caja de arena (como las que los diferentes participantes realizaron a sus colegas en el taller) son totalmente mentalizadoras. Más aún, considerando las máximas que proponen los creadores de la «terapia basada en la mentalización» (Bateman y Fonagy, 2018), nos muestra cómo el trabajo terapéutico realizado con la técnica de la caja de arena responde a estas máximas, lo que refuerza la utilidad de esta técnica a la hora de proponer un taller sobre la persona de los terapeutas en general y de los traumaterapeutas en particular.
Referencias
Bateman, A., Fonagy, P. (2018). Tratamiento basado en la mentalización para trastornos de personalidad. Una guía práctica . 2.ª edición. Bilbao: Desclée de Brouwer.
Lyons-Ruth, K. (1999). The two-person unconscious: Intersubjetive dialogue, enactive relacional representation and the emergence of new forms of relational organization. Psychoanalytic Inquiry, 19, 576-61.
Van der kolk, B. (2015). El cuerpo lleva la cuenta. Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Barcelona: Eleftheria Editorial.
JOSÉ LUIS GONZALO MARRODÁN
Han pasado ocho años desde que publiqué el primer libro sobre la técnica de la caja de arena ( Construyendo puentes. La técnica de la caja de arena ) y quince desde que me formé con la profesora Josefina Martínez, psicóloga del Centro Metáfora de Chile, en el contexto del posgrado de traumaterapia sistémica infanto-juvenil de Barudy y Dantagnan. Desde entonces, he usado esta herramienta con los niños y adultos que acuden a mi consulta de San Sebastián y he participado como profesor en infinidad de talleres y seminarios a lo largo de toda la geografía española, dándola a conocer entre mis colegas psicólogos y psicoterapeutas, principalmente. En estas formaciones hemos vivido increíbles experiencias de conexión emocional y hemos sentido el poder curativo de esta técnica, si se sabe utilizar adecuadamente y se brinda a los pacientes una presencia plena, contenedora y sentida. En el recuerdo de quienes hemos participado en esos talleres quedará para siempre grabada la vivencia de lo que compartimos. La primera caja de arena de cada uno es inolvidable. E, incluso, mucho tiempo después, esta sigue siendo reveladora. Ha habido colegas que me han escrito correos electrónicos para agradecerme lo que su caja de arena les aportó y cómo transformó su vida. En algunos casos, como veremos en los ejemplos de S y B, de una manera profunda. No en vano, Boris Cyrulnik (2003) afirma que, para que alguien experimente el fenómeno de la resiliencia, un «encuentro significativo» puede ser suficiente.
Antes de continuar con el propósito de este libro, quiero dirigirme al lector que, por primera vez, atraído por el título, se acerca a esta técnica psicológica y por ello le ofreceré en estas páginas una breve explicación para que no se sienta perdido al leer el texto. Sin embargo, remito a todas las personas interesadas en profundizar en esta técnica a la lectura de Construyendo puentes. La técnica de la caja de arena y La armonía relacional. Aplicaciones de la caja de arena a la traumaterapia (Gonzalo, 2013; Benito y Gonzalo, 2017). Por su parte, el lector que ya conoce este abordaje terapéutico encontrará en este volumen las últimas novedades y reflexiones sobre el tema. Así pues, me propongo que estos capítulos sean interesantes y útiles tanto para el iniciado como para el terapeuta familiarizado con la técnica de la caja de arena.
Capítulo 2
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA
DE LA CAJA DE ARENA
JOSÉ LUIS GONZALO MARRODÁN
En sandplay, nos privamos de hacer juicios. Aceptamos el carácter único de los individuos y sus modos de afrontar y tratar con sus heridas, sus problemas, sus trastornos. Disfrutamos, sin interpretar, de la belleza del proceso de construcción de las cajas, la belleza de la unicidad de cada paciente, la belleza de su autocuración. Esto es lo que hace que el proceso funcione.
BRADWAY Y MCCOARD (1997)
La caja de arena es una técnica, pero puede ser mucho más: un auténtico proceso terapéutico con el que llegar a lo más profundo del interior de la persona y a la conciencia del self (Robertson, 2002).
La técnica nace fruto de la colaboración de dos mujeres: Margaret Lowenfeld y Dora Kalff. Margaret trabajaba en su consulta utilizando una caja cubierta de arena. Los niños llamaron a este juego «hacer mundos» (Lowenfeld, 2004). Una analista llamada Dora Kalff tuvo conocimiento de la técnica y decidió, animada por el propio Carl Jung, formarse con Margaret. Durante su entrenamiento, Dora descubrió que a lo largo del proceso terapéutico tenía lugar algo que iba más allá del alivio sintomático. Se dio cuenta de que este método podía llegar a transformar profundamente la psique. Desarrolló así una terapia fundamentalmente no verbal que Dora Kalff denominó sandplay . Como ya hemos referido (Gonzalo, 2013), este es un acercamiento genuinamente analítico (escuela del psicoanalista Carl Jung).
En este libro no pretendemos proponer una conceptualización de la caja de arena exclusivamente desde la psicología analítica ( sandplay ) 1 , sino desde un conjunto de metodologías de aplicación de dicha técnica a la psicoterapia ( sandtray ), concretamente desde el modelo integrador de la traumaterapia de Barudy y Dantagnan (2017).
De acuerdo con Kalff (2020), la técnica de la caja de arena consiste básicamente en proveer a los pacientes, en el interior de una sala de terapia que garantice la privacidad y el silencio, de una estantería donde se dispongan, ordenadas por categorías, un conjunto de miniaturas y diversos ítems que «simbolizan a los seres animados e inanimados que pueblan el mundo interno y externo de las personas» (Kalff, 2020). Al mismo tiempo, cerca de dicha estantería, en paralelo a ella, se les ofrece a los pacientes una caja de madera (medidas: 50 × 72 × 8 cm, aproximadamente) cubierta de arena (natural) fina y limpia hasta aproximadamente la mitad de su cabida, con el fondo pintado de azul para simular el elemento del agua y las paredes internas también pintadas de azul para representar el cielo. Los pacientes se acercan a la estantería y, «dejándose llevar», sin ninguna censura y juicio alguno, deben elegir las miniaturas que les atraigan (aquellas que «les llamen», «deja que las miniaturas te elijan a ti», se les suele decir) y colocarlas en el interior de la caja de arena para hacer lo que quieran (una escena, un mundo imaginario, una representación…). Exceptuando no arrojar la arena fuera de la caja y ceñirse al espacio de esta, no hay más reglas ni nada que aquellos deban saber. Los pacientes tienen total libertad para hacer lo que quieran, es un «espacio libre y protector» (Bradway y McCoard, 1997). No hay nada en lo que estos se puedan equivocar, se trata de una experiencia completamente diferente a otras que hayan podido vivir. No se requiere que ejecuten nada artístico, ni deben sentir que se les fuerza a ser creativos en modo alguno.
Читать дальше