71 Ibídem, pp. 117-119; I. IANNUZZI, «La condena a Pedro Martínez de Osma», pp. 42-45, ha publicado la relación de los 58 testigos convocados en Alcalá de Henares según la relación del manuscrito nº 6222 de la Biblioteca Nacional, estudiado en su día por Marcelino Menéndez Pelayo.
72 José LABAJOS, Proceso contra Pedro de Osma , p. 128; sobre Hernando de Talavera, véase Tarsicio HERRERO del collado, «El proceso inquisitorial por delito de herejía contra Hernando de Talavera», en Anuario de Historia del Derecho Español , 39, Madrid, Ministerio de Justicia, 1969, pp. 671-706, y Francisco Javier MARTÍNEZ MEDINA-MARTIN BIERSACK-Luis MORENO GARZÓN-M. D. PARRA-ARCAS (eds.), Fray Hernando de Talavera, primer arzobispo de Granada, hombre de Iglesia, Estado y Letras , Granada, Facultad de Teología, 2011.
73 J. LABAJOS, Proceso contra Pedro de Osma , p. 129.
74 Ibídem, p. 131.
75 Ibídem, p. 125.
76 I. IANNUZZI, «La condena a Pedro Martínez de Osma», passim .
FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA INQUISICIÓN Y LOS CONVERSOS SEVILLANOS. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y PERSPECTIVAS DE LA INVESTIGACIÓN 1
Isabel Montes Romero-Camacho
Universidad de Sevilla
Hoy por hoy, parece innecesario insistir en la importancia alcanzada por el llamado problema converso en la Sevilla de los últimos siglos de la Edad Media, ya que, como es sabido, la aljama judía sevillana no sólo había sido una de las más ricas y pobladas de la Corona de Castilla, la segunda después de la de Toledo, la mayor del reino, sino que también fue en Sevilla donde empezaron y se desarrollaron con mayor virulencia muchos de los graves acontecimientos que marcaron el devenir histórico de la comunidad judía y, después, conversa, hispana, al final de la Edad Media; entre otros, los asaltos de 1391 y una de sus consecuencias principales, el fenómeno de las conversiones, el establecimiento de la Inquisición en 1480, o la expulsión de los judíos, que en Sevilla tuvo lugar en 1483, adelantándose casi una década a la expulsión definitiva de 1492.
Teniendo en cuenta esta evidencia, tal vez se vea justificada la necesidad de hacer una ligera reflexión acerca de lo que fue su trayectoria histórica a lo largo de la Baja Edad Media; o, mejor aún, enumerar, aunque sólo sea sumariamente, cuáles son los principales medios e instrumentos de los que podría valerse el posible investigador o, simplemente, cualquiera que esté interesado en el tema, para procurar desvelar, al menos, parte de esta historia.
En otro sentido, también podría parecer oportuno conocer de qué manera los historiadores que nos han precedido, han sabido interpretar las huellas, ya bastante lejanas, dejadas por estos judeoconversos sevillanos, puesto que nuestras perspectivas de futuro habrán de cimentarse, casi exclusivamente, en los resultados de estas investigaciones.
Serán, pues, estas dos premisas las que nos sirvan de apoyo en las páginas que siguen, cuyo objetivo fundamental no es, ni mucho menos, llevar a cabo una recopilación exhaustiva de todas las fuentes existentes para el estudio de los judeoconversos sevillanos durante los siglos XIV y XV, ni tampoco de toda la bibliografía publicada sobre el tema hasta nuestros días, sino por el contrario tratar de ofrecer, adoptando siempre un radical criterio selectivo, y de la forma más organizada posible, algunos datos útiles para el estudio y conocimiento de los judeoconversos sevillanos en la Baja Edad Media.
Con este fin, hemos organizado el trabajo en tres capítulos fundamentales: el primero dedicado a las fuentes, el segundo a la bibliografía general y el tercero, que recoge los dos anteriores, al estado de la cuestión y las perspectivas de la investigación sobre la Inquisición y los conversos sevillanos al final de la Edad Media.
Sin lugar a dudas, cualquier intento de aproximación a la historia de los judeoconversos sevillanos en la Baja Edad Media, ha de partir necesariamente de un análisis minucioso de las fuentes conservadas. Afortunadamente, estas son muy ricas y abundantes, aunque hoy por hoy han sido exhumadas y utilizadas sólo a medias. Dentro de estas fuentes, debemos hacer una clara distinción entre las documentales, en su mayor parte inéditas, y las impresas.
Para el caso de la comunidad conversa sevillana, es especialmente importante la documentación conservada en los archivos hispalenses, concretamente en el Archivo de la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla, en el Archivo Municipal de Sevilla y en el Archivo de Protocolos sevillano, entre otros.
En el Archivo de la Catedral de Sevilla, que cuenta con un buen inventario, 2 interesan especialmente las siguientes secciones:
Secretaria (Actas capitulares)
Mesa capitular
Fábrica
Patronatos y, sobre todo, la denominada
IX. Fondo Histórico General, cuyos doscientos veinte legajos comprenden una variadísima documentación que comienza en 1248, año de la reconquista de la ciudad, y llega hasta el mismo siglo XX.
En cuanto al Archivo Municipal de Sevilla, cuyos ricos fondos documentales resultan de fácil acceso, 3 debemos mencionar particularmente algunas secciones que guardan una gran cantidad de documentos relacionados con los judíos sevillanos y que, además, están inventariadas o catalogadas total o parcialmente:
Sección 1ª: Archivo de privilegios, 4 que tiene como Sección Adjunta, nada menos, que el Tumbo de los Reyes Católicos, donde se comprenden todos los documentos emitidos por la Cancillería Real entre 1474 y 1507. 5
Sección 10ª: Actas Capitulares. 6
Sección 15ª: Papeles del Mayordomazgo. 7
Sección 16ª: Diversos. 8
Por último, el Archivo de Protocolos de Sevilla, actualmente en fase de ordenamiento y catalogación, también encierra una gran cantidad de datos relativos a los judíos sevillanos, emanados de sus distintos oficios o escribanías, que han sido rigurosamente extractados por Klaus Wagner. 9
Realmente, la riqueza de los fondos documentales de estos archivos ‒ por lo que se refiere al desenvolvimiento de la vida de los judeoconversos sevillanos en la Baja Edad Media‒ es impresionante y, desde luego, pueden considerarse como la fuente primordial para cualquier estudioso que pretenda acercarse a la historia de esta comunidad en la Sevilla de los últimos siglos de la Edad Media. Tal vez sea esta la razón por la que, hasta la fecha, la mayor parte de los investigadores han centrado su atención, principalmente, en los archivos locales sevillanos.
Sin embargo, esta historia quedaría muy incompleta si desconociésemos cuál fue la relación de los judeoconversos sevillanos con la corona castellana ‒más aún si tenemos en cuenta que esta comunidad fue una de las más numerosas e importantes de Castilla‒ para lo que no contamos con testimonios directos en la documentación sevillana. Por este motivo, resulta imprescindible analizar los fondos documentales conservados en el Archivo General de Simancas, donde, para la época que tratamos, se custodia gran parte de la documentación relativa a los reyes de Castilla. Como es sabido, se trata de un Archivo extraordinariamente rico y, afortunadamente, bastante bien organizado, por lo que una simple hojeada a una de sus guías más completas 10 nos puede dar una idea aproximada de la gran cantidad de legajos que encierran noticias referentes a los judíos y conversos sevillanos del final de la Edad Media. A este respecto, entre sus diversas secciones, debemos mencionar la Sección I PATRONATO REAL, especialmente su legajo 28, que comprende documentos relacionados con la Inquisición en Castilla entre los años 1482 y 1674, según se comprueba en el correspondiente catálogo. 11 También la Sección VI: Cámara de Castilla , donde interesan sobre todo las series Pueblos y Personas y Diversos de Castilla . De la serie Pueblos y Personas nos son especialmente útiles sus primeros 113 legajos, cuya documentación ‒que se hace seriada a partir de 1477 hasta 1517‒ ha sido ordenada por apellidos de los individuos y nombres de las poblaciones, como consta en su inventario. 12
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