Los nutrientes técnicos, por otro lado, habrán sido diseñados de forma tal que puedan reincorporarse a los ciclos técnicos, al metabolismo industrial en el que se originaron. Braungart y McDonough precisan que la reutilización de nutrientes técnicos en los ciclos industriales es algo distinto del reciclaje. Un ejemplo de ecodiseño es crear, mediante una tecnología nueva, tintas especiales que se separen del papel en contacto con agua caliente, sin dañar sus fibras. Esta innovación química garantizaría la completa separación de tinta y papel, de modo que ambos podrían ser reutilizados. La cantidad de papel generada sería entre diez y trece veces mayor que la conseguida con los papeles reciclados de modo convencional. Y como algunos observadores han puesto de manifiesto, si esta técnica se utilizara a escala mundial, se reduciría el consumo de pulpa de papel en un noventa por ciento, además de reducir drásticamente el vertido al medio ambiente de tintas tóxicas (Hawken, Lovins y Lovins, 1999: 185-186).
Procedimientos semejantes de ecodiseño se pueden aplicar para utilizar los nutrientes técnicos. De hecho, este proceso ya se está iniciando en muchos lugares. Por ejemplo, innovaciones de este tipo han sido introducidas por Canon en la industria de las fotocopiadoras en Japón, así como por Fiat en la industria del automóvil en Italia. Este proceso, que se ha puesto en marcha, posiblemente signifique una autentica revolución ecológico-industrial en el siglo XXI, con gran repercusión en la disminución de la utilización de materiales, e incluso de energía. Y la clave del mismo no es otra que imitar a la naturaleza, seguir los ciclos de la biosfera, donde no existen residuos, pues éstos se convierten en recursos para otros seres vivos. La llamada economía del conocimiento puede aportar nuevos elementos a la tecnología del ecodiseño.
Ciertamente, las dificultades para desarrollar un ecodiseño que posibilite que la diversa producción industrial y sus residuos se conviertan en recurso en el ciclo productivo industrial no son pocas. Pero es una línea importante que se debe desarrollar. De hecho, ya se han constituido una serie de agrupaciones de empresas en varios lugares del mundo que buscan este objetivo. Es el caso de la organización denominada Zero Emissions Research and Initiatives (ZERI) fundada por el empresario Gunter Pauli a principios de los noventa. Pauli introdujo el concepto de agrupación de empresas, promocionó el principio de cero emisiones y lo convirtió en el núcleo del concepto ZERI, tomando la naturaleza como modelo y mentor. Sus experiencias en la aplicación de aquellos criterios son diversas y complejas: van desde la extracción de celulosa para fabricar papel, el grano que fermenta para producir cerveza, la extracción del aceite de palma, o las agrupaciones en torno a los cafetales colombianos. En todas ellas se ha logrado un aprovechamiento integral de recursos y residuos, siendo el resto no recuperable casi cero (Capra, 2003: 296-299).
De cualquier forma, la política de ecodiseño para que los diversos productos de fabricación y sus residuos se conviertan en recursos todavía está lejos de aplicarse en el entorno español y, sólo en sus inicios, en el europeo y estadounidense. Sin embargo, es una línea de futuro y de esa economía del conocimiento y de la inteligencia aplicada.
De cualquier modo, sería interesante para nuestra comunidad llevar a cabo una política integral en la gestión de residuos como primer paso, para llegar después a la política de ecodiseño que ha de formar parte de esa economía del conocimiento. En este sentido, y como ponen de relieve Tomás Carpi y Bono en este mismo libro, para llevar a cabo aquella política integral es conveniente
un sistema de gestión informado por una escala de prioridades que sitúa la reducción de residuos en el primer nivel y el vertido en el último, como mal necesario, teniendo como primer objetivo minimizar los residuos y como segundo maximizar la recuperación de recursos, minimizando, a su vez, las externalidades negativas por el tratamiento dado a dichos residuos. Un tratamiento integral que enfatiza la prevención, la gestión de los materiales, la recogida y creación de un mercado para los productos resultantes de la valorización de los residuos.
Creemos que esto último es todo un programa de actuación, aquí y ahora, de gran importancia, de cara a ir convirtiendo, poco a poco, el residuo en recurso. Si así lo hacemos, daremos un paso de gigante de cara a la sostenibilidad de la Comunidad Valenciana.
BIBLIOGRAFÍA
AEMA (2004): «Informe Medio Ambiente en Europa: Tercera Evaluación». Ministerio de Medio Ambiente. D.G. Calidad Ambiental.
BRAUNGART, M. y W. MCDONOUGH (2005): «Cuadle to cuadle» (De la cuna a la cuna), Ed. Mcgraw Hill. La población inglesa de 2003.
CARPINTERO, O. (2006): La Bioeconomía de Georgescu-Roegen, Ed. Montesinos. Ensayo.
CAPRA, F. (2003): Las conexiones ocultas. implicaciones sociales, medioambientales, económicas y biológicas de una nueva visión del mundo, Barcelona, Anagrama.
DIAMOND, J. (2006): colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen, Editorial Debate. En inglés, 2005.
GARCÍA, E. (2006): «El cambio social más allá de los límites al crecimiento: un nuevo referente para el realismo en la sociología ecológica». Pendiente de publicación en V. Cabero Viewer y L. E. Espinosa Gueva (eds.): Sociedad y Medio Ambiente.
GEORGESCU-ROEGEN, n. (1994): «¿Qué puede enseñar a los economistas la termodinámica y la biología?». Su publicación en inglés data de 1977. En F. Aguilera Klink y V. Alcántara (comp.): de la economía ambiental a la economía ecológica, Barcelona, Icaria.
HAWKEN, P., A. LOVINS Y H. LOVINS (1999): natural capitalism, Nueva York, Tittle Brown.
HODGSON, G. M. (1995): economía y evolución, Madrid, Celeste. Capítulo 2. Edición inglesa de 1993.
MARGALEF, R. (1996): Una ecología renovada a la medida de nuestros problemas,Lanzarote, Fundación César Manrique.
MARGULIS (2002): Planeta simbiótico, Madrid, Debate.
MARTÍNEZ OSÉS, P (2005): Objetivos del Milenio. ¿Se puede acabar con la pobreza?, Madrid, Ed. PPC. Caps. 1 y 8.
MARTÍNEZ ALIER, J. (2004): el ecologismo de los pobres. Conflictos ambientales y lenguajes de valoración. Ed. Icaria.
LIS MEADOWS, D. y J. RANDERS (1991): «Más allá del crecimiento económico». Ed. El Pais-Aguilar.
MEADOWS, D, RANDERS J Y MEADOWS, D (1991): Los límites del crecimiento: 30 años después. Ed. Galaxia Gutenberg. En inglés se publicó en 2004 y en castellano en 2005.
NAREDO, J. M. Y A. VALERO (dirs.) (1999): desarrollo económico y deterioro ecológico. Ed. Argentaria-Visor.
NAREDO, J. M. (2006): Raíces económicas del deterioro ecológico y social. Más allá de los dogmas, Madrid, Siglo XXI.
OSE (Observatorio sobre la sostenibilidad en España) 2005: informe de Primavera. Sostenibilidad de España 2005. Ed. Mundi-prensa libros.
PASSET, R. (1997): Principios de bioeconomía. Ed. Fundación Argentaria-Visor. Edición francesa de 1996.
REID, W. V. et. al. (2005): evaluación de los ecosistemas del Milenio. informe de síntesis. Borrador final en línea .
SCREPANTI, E. Y S. ZAMAGNI (1997): Panorama de historia del pensamiento económico, Barcelona, Ariel Economía.
TERRADAS, J. (2006): Biografía del mundo. del origen de la vida al colapso ecológico, Barcelona, Destino.
WWF (2004): Living planet report 2004 (Informe del Planeta Viviente 2004), Gland (Suiza), World Wildlife Fund.
SALUDA DEL CONSELLER DE TERRITORI I HABITATGE
Rafael Blasco Castany
Conseller de Territori i Habitatge
En tiempos no muy lejanos, en nuestro territorio, los residuos generados –la mayoría de ellos, orgánicos– eran reciclados como abono agrícola. La aparición de nuevos materiales de base industrial y el brusco cambio social acaecido nos han situado a las puertas de una sociedad terciarizada, con sus servidumbres materiales y una conciencia expansiva de consumo.
Читать дальше