1 ...8 9 10 12 13 14 ...20 Durante los siguientes veinte minutos expuso el tema de su presentación de forma clara y ordenada, como lo hacía en sus clases. La Santísima Trinidad fue completamente destruida y del resto de la primera fila de profesores e investigadores principales, apenas quedaba alguno que mostrase signos vitales. Al fondo, en la última fila del olimpo, la treintaicinco, un orgulloso y ahora sí satisfecho Xavier y una rebosante Alisha brillaban como la aurora boreal.
Esta vez fue la Dra. Damon quien tomó la palabra. Tanto el Dr. Bacon como el Dr. Erans mostraban una completa ausencia de fuerzas para seguir discutiendo sobre el tema, su derrota parecía absoluta. Ina, que hasta ahora se había mostrado reticente, cambió radicalmente el modo de dirigirse a quien, a partir de ese momento, volvió a ser su gran amigo. Como un buen sabueso, tenía hipertrofiado el sentido del olfato, y empezó a detectar la existencia de lo que podría ser un buen negocio. En esta ocasión, todas las neuronas de su bulbo olfativo se activaron al unísono, enviando a su avezada corteza cerebral grandes oleadas de información.
–Si hemos entendido bien, mi querido Jimmy, nos estás diciendo que hace una semana que se ha confirmado que el ADN basura de nuestros cromosomas está formado por nada menos que 2.940 millones de pares de bases, es decir cincuenta veces más que el ADN de los genes, vamos el ADN clásico, el que todos hemos estado enseñando a nuestros estudiantes desde hace más de cincuenta años en todas las universidades. Y que las diferencias en este ADN basura que existen entre nosotros y los chimpancés y los neandertales son del 6% y 4%, respectivamente. Es decir que nuestro ADN basura contiene nada menos que 180 y 120 millones de pares de bases diferentes que la de esas otras especies. ¿Es así, Jimmy? –y sin dejarle contestar prosiguió. –Pero también he entendido que, el ADN de todos nuestros genes contiene aproximadamente 60 millones de pares de bases, o sea que las diferencias en el ADN basura vendrían a representar 3 y 2 veces todo el ADN de nuestros genes, ¿es correcto?
–Bueno, apreciada Ina, yo te hacía más joven, pero si dices que hace cincuenta años que enseñas en la universidad, ¡no soy quién para contradecirte!
La parte estudiantil de la sala estalló en una carcajada, lo que hizo que Ina sonriera también, condescendiente. Jimmy no tenía el menor tacto para los chistes y siempre los hacía fuera de lugar.
–Exacto –prosiguió–, es así como tú dices, hay un universo de diferencias en términos de ADN basura entre las especies, y es ahí donde radica nuestro tremendo poder genético. Es el ADN basura lo que nos hace ser lo que somos y durante los próximos años vaticino que entenderemos perfectamente por qué somos como somos y será gracias a que descubriremos todos los secretos que esconde el ADN basura.
–De acuerdo, Jimmy, pero, por otra parte, –Ina continuó con sus dudas–, ¿sostienes que en el interior de nuestros cromosomas existe el ADN basura y que es el responsable de que en un tejido o en un órgano se exprese un determinado perfil de genes o que, por el contrario, otros estén apagados, o sea inhibidos, ¿es así?
»Y, por último, si me lo permites, mi gran amigo –Jimmy empezó a sospechar algo extraño, pero, aun así, le encantaba ser tratado con dulzura en esa sala, donde tantas veces había recibido el escarnio de la muchedumbre –¿puedo pedirte que nos aclares lo que creo que más nos está costando entender?, ¿dices que es posible que no todas las células de nuestro organismo tengan la misma cantidad de ADN y que en algunas haya más ADN que en otras? Comprenderás que desde que cursé mis estudios de medicina me ha acompañado el dogma que dice que todas las células de un organismo tienen siempre la misma cantidad y calidad de ADN. ¿Ahora nos estás diciendo que eso no es así?
»Y finalmente, perdón, –Ina parecía agobiada– ya sé que te dije que la anterior era mi última pregunta, pero por el tono de tu exposición, creo haber detectado que tienes resultados. ¿Por qué no nos hablas un poco de lo que has descubierto? A raíz de tu entusiasmo, una podría interpretar que están en la línea de lo que nos has explicado, ¿no es así? –dijo, casi sin respirar.
La sala quedó en un silencio parecido al que se guarda por la muerte de un ser querido. Para todos los asistentes, varios dogmas estaban a punto de caer en aquella batalla. No se escuchaba absolutamente nada, ni siquiera las moscas, con sus molestos zumbidos, se atrevieron a profanar aquel sagrado instante y Jimmy se lo agradeció. No en vano, estaba viviendo uno de esos maravillosos y exclusivos momentos que muy de vez en cuando puede disfrutar un sencillo mortal a lo largo de su efímera vida, uno de esos momentos irrepetibles y que, por tanto, tienen que ser respetados por todos, incluidas las puñeteras moscas.
–Bien, intentaré contestar a las preguntas siguiendo el orden con el que me las ha formulado la Dra. Damon –para dar solemnidad al acto, esta vez con voz enfática, vocalizó lentamente.
»Respecto a la primera pregunta, como bien nos ha ilustrado el profesor Bacon y todos ustedes conocen, fue en los años setenta del siglo pasado cuando apareció el término «ADN basura» y fue para referirse a los segmentos del ADN presentes en nuestros cromosomas que parecían no tener ninguna función. Por aquel entonces, se creía que era muy poco importante y, en absoluto se pensaba que sería el mayoritario. Ahora estamos en condiciones de afirmar que sí, el ADN basura representa el 98% del total de nuestro ADN, y que el ADN de nuestros genes, el «clásico», como lo ha llamado la Dra. Damon, representa tan solo un pírrico 2%. Es decir que en el interior de nuestros cromosomas tenemos un 98% de aparente basura. –Hizo una pausa para tomar un sorbo de agua y dejarlos pensar.
»Por lo que entenderán que hemos empezado a preguntarnos por el sentido y la función de toda esa basura. Y nuestra primera conclusión ha sido obvia. Que el 98% del ADN presente en nuestros cromosomas no tenga ninguna función es un absurdo y no tiene sentido. Les pido que hagamos un ejercicio de imaginación y pensemos que nuestros 46 cromosomas con sus 6.000 millones de pares de bases son un libro de 300 páginas que contienen unas 700.000 letras. Lo que creíamos hasta ahora era que tan solo 6 paginas tenían sentido, que serían las que corresponderían a nuestros genes, y que las 294 restantes eran solo basura. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que tiene sentido editar un libro en el que 294 páginas no sirven para nada? Claro que no, hoy en día podemos afirmar que el ADN basura de nuestros cromosomas es todo, menos basura. Al contrario, es lo que nos hace ser lo que somos. Por esta razón, apreciados colegas, les aconsejo que empleen un poco de su preciado tiempo en aprender algo sobre la basura. Creo sinceramente que les podrá ser muy provechoso. –Jimmy miró al Dr. Bacon y de refilón, al Dr. Erans, esbozándoles una delicada e hiriente sonrisa, para proseguir con su disertación.
»Respecto a la segunda pregunta, Dra. Damon, le puedo decir que empezamos a saber que la información genética que transportan nuestros cromosomas se utiliza de una forma específica por cada tipo celular y es el ADN basura quien da la forma a esa la identidad celular. ¡Pero hay algo aún más sorprendente! Las células hacen que este trabaje en equipo, formando redes que controlan la expresión de los distintos genes, por lo que consiguen que trabajen al máximo nivel de su rendimiento. Pero además, esta parte del ADN no coordina solo un gen, sino que coordina cientos de genes a la vez, activando a unos e inhibiendo a otros. ¿Entienden la importancia que tiene? Ahora hemos empezado a conocer que es nuestra especie la que tiene el ADN basura más sofisticado de todas las especies del planeta, en este aspecto somos unos privilegiados. –El público lucía concentrado y un poco perplejo.
Читать дальше