»Respecto a la tercera pregunta, le puedo confirmar que actualmente se ha roto en mil pedazos la vieja idea de que un organismo «siempre» tiene en todas sus células el mismo ADN, tanto en cantidad como en calidad. Ahora, por ejemplo, sabemos que algunas neuronas tienen más ADN, pero no sabemos por qué ni para qué sirve. Aunque de este apasionante tema, si me lo permiten, hablaré más adelante y, entonces, creo que podré debatir con el Dr. Bacon, y con cualquiera que secunde los postulados que nuestro director ha expuesto tan vehemente, sobre el origen no material de nuestras facultades mentales, claro está que yo no tomaré ningún café y obviaré cualquier referencia a creencias y religiones, tan solo me ceñiré a los hechos científicos. –La cara del Dr. Bacon mostró el disgusto que provocaban las irreverentes palabras de Jimmy, pero por cautela prefirió no intervenir. No era el momento y hubiese sido muy perjudicial entrar en una discusión que sabía que no iba a ganar.
»Respecto a su última pregunta, sobre los posibles resultados que puedo tener, le diré que sí, tengo algunos, pero todavía son muy preliminares, aunque, si me lo permiten, he preparado unas cuantas diapositivas que servirán para hablar un poco de ellos. –Pulsó el mando a distancia para que apareciese la primera diapositiva. –Aquí pueden ver los resultados obtenidos del estudio de cien muestras de cerebros humanos procedentes de donaciones postmortem.
La audiencia quedó petrificada. La concentración total de ADN en el cerebro de diez de las muestras era muy elevada al compararla con la de otro órgano como el riñón, lo que indicaba que eran solo las neuronas las que tenían más ADN. En la misma diapositiva se mostraba la secuenciación completa del ADN y para todos quedó bien claro que el vikingo loco había descubierto una nueva mutación en el ADN basura. Se trataba de una secuencia palindrómica formada por 500 bases nucleotídicas, que estaba presente en todos los órganos del cuerpo, pero que solo en el cerebro aparecía en forma de copias que se repetían hasta quinientas veces. Sin embargo, en el resto de los órganos y tejidos del cuerpo aparecía solo una vez, sin repetirse. En la sala magna se empezó a respirar un ambiente gélido, una mutación en el ADN basura que se repetía hasta 500 veces solo en el cerebro era realmente impactante.
Ina, en pleno éxtasis, le volvió a interrumpir para tratar de ordenar sus ideas.
–Jimmy ¿estas diciendo que el 100% de los individuos tienen una sola copia de la mutación del ADN basura que aparece en todos sus órganos pero que el 10% además tienen hasta 500 copias en sus cerebros?
–Sí, podemos concluir eso, pero es que tengo más –contestó– ¿me permites continuar? –esbozando una tenue sonrisa. –Bien, eran solo las muestras de los cerebros que tenían más ADN los que tenían la mutación repetida hasta 500 veces. El resto de las muestras de cerebros que no tenían aumentada la cantidad de su ADN, la mutación solo aparecía una vez, como en el resto de los órganos de su cuerpo.
–O sea –en esta ocasión le interrumpió Erans–, ¿ese aumento en el ADN que ha detectado solo en las muestras de cerebro de un 10% de los individuos, se debe principalmente al incremento del número de copias de la mutación.
–Exactamente, así es –respondió Jimmy. –Pero podrán observar en la siguiente diapositiva que también dispongo de los datos demográficos de cada sujeto, incluyendo su grado de estudios y el coeficiente de inteligencia, el IQ, que, como bien saben, al ser un valor numérico, nos puede servir para categorizar las muestras según el nivel de inteligencia. Y aquí es donde parece que hemos descubierto algo que puede ser realmente fascinante –espetó. Hizo una prolongada pausa antes de pasar a la siguiente diapositiva.
Erans no pudo reprimirse y gritó casi inconscientemente un estridente –¿Y…?
–Como pueden observar en esta tabla, a un mayor numero de copias se le asocia un mayor puntaje en el IQ, por lo que puedo afirmar que esta nueva mutación del ADN basura se asocia a una mayor inteligencia en los seres humanos. Es decir, queridos colegas, a más ADN basura en el cerebro, más inteligencia –dijo, sin apenas inmutarse.
De repente se alzaron un montón de manos indicando que querían formularle más preguntas, pero Jimmy hizo caso omiso y prosiguió.
–Antes de presentar las conclusiones preliminares de mis estudios quisiera puntualizar unas aseveraciones y lanzar a la audiencia unas preguntas que, aun siendo consciente de que pueden alterar un poco más nuestro delicado estado de ánimo, me veo obligado a hacer. –Jimmy había dejado para el final la bomba atómica.
–Prepárate, Alisha, agárrate al asiento que viene el loop más intenso de la montaña rusa –susurró Xavier, riendo, a la que se estaba convirtiendo en su amiga. Sin duda, las bacantes empezarían a traer el deseado caldo que tanto le gustaba a su padre y a su dios preferido, el gran Baco. Ya no tuvo ninguna duda más y se relajó para disfrutar los últimos instantes de la conferencia.
–Como he mencionado con anterioridad –retomó Jimmy–, a lo largo de estos últimos 70.000 años, la transmisión del saber empírico o experiencial del Homo sapiens ha alcanzado un nivel superior, lo que nos ha permitido, como especie racional, conseguir grandes hitos, entre los que se destacan la domesticación de las plantas y de los animales, la creación de sociedades estructuradas y la adquisición de un alto desarrollo tecnológico, sobre todo, arquitectónico.
»Sin embargo, si analizamos estos 70.000 años con mayor profundidad, observaremos que, hace tan solo 400 años o incluso menos, el desarrollo tecnológico del Homo sapiens ha experimentado un crecimiento mucho mayor al de los anteriores 69.600 años. Hasta hace 400 años, el ser humano apenas había generado algún descubrimiento relevante. El hombre, y la mujer, evidentemente, vivían en un nivel intelectual y mental muy inferior al que tenemos desde hace 400 años, por no hablar de los últimos dos siglos. La brecha de los avances humanos se va haciendo cada vez más y más grande. Fíjense en la lista de descubrimientos e inventos que a continuación expongo en la siguiente diapositiva. Sé que puede ser un poco abrumadora y que parece no tener fin, pero creo que, a veces hay que subrayar lo evidente, aunque para muchos no lo parezca o incluso no lo sea. En los últimos 400 años, hemos inventado y/o descubierto la física determinista, el microscopio, las máquinas de vapor, la Teoría de la Evolución, la electricidad, el automóvil, las vacunas, el teléfono, la radio, la pasteurización, la radioactividad, el electromagnetismo, la Teoría atómica, la división celular , la anestesia, los rayos X, las leyes de la herencia, las leyes de la termodinámica, los antibióticos, los semiconductores, el avión, el ordenador personal, la fisión nuclear, los cohetes, la televisión, los láseres, los electrones, los protones, los neutrones, los CD, los DVD, internet, los quarks, los neurotransmisores, el ADN, los oncogenes, los cromosomas, el genoma, las enzimas de restricción, la endosimbiosis serial, los lectores de códigos de barras, las neurociencias, las neuronas espejo, la Teoría de la Relatividad, la Física cuántica, el universo en expansión, el ADN de nuestros ancestros, la detección de las ondas gravitacionales en agujeros negros, los exoplanetas, el retorno de la información de las sondas espaciales, la reprogramación celular y el ADN basura, entre otros muchísimos más.
»Les pido que hagan el ejercicio práctico de buscar los descubrimientos e inventos relevantes para la vida humana anteriores al siglo XVII. Podrán encontrar tan solo unos pocos, como son la rueda, la imprenta, la pólvora y algún otro más. Nada relevante, si se compara con la larga lista que les he mostrado y que podría haber sido muchísimo más larga, pero no he querido extenderme, que todos tenemos que volver a casa esta noche. –La platea apenas se movía en sus asientos.
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