Claudia Amengual - Mas Que Una Sombra

Здесь есть возможность читать онлайн «Claudia Amengual - Mas Que Una Sombra» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mas Que Una Sombra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mas Que Una Sombra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

"Era martes, las ocho y veinte de la mañana del día de su muerte. Tadeo se debatía entre un ánimo ambiguo que lo llevaba de una nostalgia prematura a un entusiasmo juvenil. No era alegría, más bien se sentía triste, pero al menos lo alentaba saber que sería un día distinto, con un propósito que lo conduciría a algo, y le daría un estatus definitivo por el cual ya no tendría que pelear más, ni probarse, ni medirse, ni temer otras codicias."
"Sería un muerto a partir de las diez de la noche y lo sería para siempre. Pensar en eso le produciría una cierta paz, como la vecindad de unas vacaciones largamente añoradas. Tadeo sólo quería descansar".

Mas Que Una Sombra — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mas Que Una Sombra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La página se llamaba Perdón por la letra y era probable que la identidad de su creador se ocultara tras un nombre falso: Horacio. Al principio, Tadeo creyó que era una página sin mayor interés en la que explicaba las razones por las cuales se suicidaría antes de terminar la primavera. Le pareció una niñería, una forma tonta de llamar la atención, incluso una falta de respeto hacia el sufrimiento de los que estaban en ese límite impreciso de la vida. Pero, sobre todo, intuía que esas páginas eran una demostración de sensacionalismo irresponsable, un golpe de efecto que escudaba otras cobardías. Ya iba a suprimirla, cuando vio una ventana que vinculaba la página principal con textos de escritores suicidas, varios de ellos poetas. Quiroga encabezaba la lista y era probable que de él tomara el alias. Ingresó a un mundo desquiciado en el que Horacio había seleccionado textos donde cada creador gritaba que se estaba despidiendo. “Solté el cabo y se me fue la vida”, decía Lugones. Tadeo pensó que Lugones se equivocaba: morir no era así de sencillo; nada indicaba que fuera fácil cortar la hebra de seda de la que hablaba en su poema. Quizás el impulso final, ¿quién podía saberlo?; pero el camino previo, la cocción íntima de aquel estofado se hacía a fuego lento hasta que un día la cabeza empezaba a hervir o estallaba.

Horacio había incluido poemas bellísimos de Sylvia Plath, de Alejandra Pizarnik y de Emelino J. Vargas. También textos de Osamu Dasai, de Virginia Woolf, de Hemingway, y párrafos enteros de Sándor Márai elegidos con sutileza de sus libros inundados de sabiduría. En fin, se notaba que no sólo hacía gala de ser lector fino, sino que buscaba una cierta legitimación en la literatura. Destacaba una cita que atribuía a Goethe. Tadeo dudaba de su autoría, pero la había copiado como una premonición. Decía así: “Como no lo lograba jamás, terminé por reírme de mí mismo, rechacé lejos de mí todas esas locuras de hipocondríaco y resolví vivir. Pero para poder hacerlo con serenidad, debía realizar una tarea poética donde sería expresado todo lo que yo había sentido, pensado y fantaseado”. Si esto era cierto, la idea había surcado la mente de Goethe como una posibilidad; o más que eso: lo había intentado infructuosamente y había decidido volcar en la escritura aquellas experiencias de las que parecía haber desistido.

Lo terrible de aquella página eran las declaraciones de Horacio, un muchacho de diecisiete años, de clase media, hijo de un contador procesado sin prisión por algún malabar turbio durante la crisis bancaria. Horacio no defendía la inocencia de su padre, sino todo lo contrario, se avergonzaba de él como una pieza más de aquella locura que casi quiebra al país. Había visto a algunos padres de compañeros perder el trabajo o cerrar las pequeñas empresas y se sentía cómplice de tanto dolor repetido hasta el hartazgo en informativos, diarios y reuniones de toda índole donde no había otro tema que la situación crítica y el fondo que estaba a punto de tocarse. Una tarde abrió la ventana de su dormitorio y tiró desde el séptimo piso a la calle su calzado deportivo de marca, los jeans, los relojes, los perfumes, los discos, todo aquello que el dinero de su padre había comprado para él. Se quedó con lo indispensable y creó su propia página en la red, lo único que le pertenecía, un lugar en el que iba a explicar su muerte el 3 de noviembre, San Martín de Forres, el santo de su padre, como se complacía en contar con cierto sadismo.

“¿Nunca te pasó estar junto a una ventana abierta en un piso alto, mirar hacia la calle, tan chiquita allá abajo, y pensar: '¿Y si me tiro?'. Yo, sí -decía al comienzo-. Al principio, creí que era sólo vértigo y la necesidad de acabar de un golpe con la angustia de la altura, pero es más que eso. Hay un deseo de morir en mí, algo que recién ahora estoy descubriendo. Soy una basura. Estoy hecho de la misma mierda que mi padre y él está hecho de la misma mierda que ellos. Me han dejado solo y estoy acorralado”.

Tadeo no pudo evitar que los alacranes de la infancia vinieran a su recuerdo.

– Papá, ¿cómo se llaman aquellas estrellas?

– Las Tres Marías, el cinturón del gigante.

– ¿?

– Había una vez un gigante muy, muy hermoso que se enamoró de una diosa: Artemisa. Artemisa es la hermana de Apolo, ¿te acordás de Apolo, Tadeo? ¿No? ¿Y cómo voy a seguir si no te acordás, eh? Vení que ya está haciendo frío. Ahora, prestá atención: Apolo es un dios importante porque es el dios de la música y de la poesía…

– Ahhh…

– Te gusta eso, ¿verdad, sinvergüenza? Te gusta la poesía, ¿eh? ¿Querés que leamos un poco? A ver, movete así me levanto, ¿no tenés frío? Dejame ver qué puede gustarte. ¿Te traigo una manta?

– Papá…

– ¿Hijo?

– Vení prontito.

– Pero si estoy acá nomás, si me ves por la ventana. Recostate y mirá las estrellas mientras busco. Esta biblioteca es un lío…

– ¿Papá?

– ¿Hmmm?

– ¿Vos creés que ella está mirándonos?

– Claro.

– ¿Y por qué yo no puedo verla?

– ¿Cómo que no? A ver, dejame un espacio así me acomodo. Tomá, tapate con esto. Ella está justo donde vos quieras, en Sirio, por ejemplo, la más brillante de todas. ¿Por qué me mirás así?

– Porque me estás mintiendo.

– ¿Yo? ¿ Y cuándo te he mentido?

– Ahora.

– Cuando seas más grande, vas a entender que lo que te digo es cierto. Hay amores que no mueren, Tadeo, es imposible. Se quedan escondiditos en el dolor, y uno llora mucho. Después, se transforman en dolor y rabia, y uno se enoja. Al final, con el tiempo, hay dolor otra vez, pero es un dolor distinto, una presencia dulce; aprendemos a vivir con él y es una forma de tener a esa persona con nosotros. ¿Me entendés?

– Yo la extraño.

– De eso, hijo, espero que no te cures nunca -le acarició el pelo-. ¿Leo?

– Bueno.

– De Kavafis…

– ¡Konstantino!

– ¡Eso, muy bien! Ahí voy: “Trata de asirlas, poeta, aunque no consigas retenerlas, esas visiones eróticas…”.

– ¿Qué quiere decir eróticas?

– Tiene que ver con el amor, con un tipo de amor. Viene de Eros. ¿Sabés de quién era hijo Eros? ¡De Afrodita! La diosa del amor. Pero también de Ares, el dios de la guerra. ¿Te imaginás, Tadeo, pobre Eros, ser hijo del amor y de la guerra?

– Por lo menos, tenía mamá.

Horacio había dividido su página en tres secciones: Diario, Los Padres y Mensajes. En vano se recorrían de atrás hacia delante procurando encontrar alguna contradicción que delatara su impostura. Parecía ser que Horacio hablaba en serio y que había montado esa pequeña escena porque necesitaba explicar su suicidio o, quizá, como le dijo uno de los visitantes, para dejar pistas que, finalmente, pudieran rescatarlo. Escribía sin faltas y con excelente sintaxis, como el alumno aplicado que decía ser, alguien que no había desperdiciado los años de educación y que se destacaba de los mensajes mal escritos que otros le dejaban. Claro que también estaba su gusto por la poesía, esa pasión que lo declaraba lector de horas y que, sin duda, había contribuido para que se expresara con tanta fluidez.

Sea como fuere, impostor o sincero candidato a terminar con su vida, Horacio fascinaba. Había una lucidez en sus palabras que abría surcos en el entendimiento y, más tarde, luego de rumiar lo que de pronto se volvía tan claro, otras cajas se destapaban y otras, y otras, como si Horacio hubiera trillado miles de veces aquel camino y supiera de memoria sus secretos.

Nada era más espeluznante que abrir la ventana Los Padres. Cualquiera podía pensar que allí encontraría una diatriba cerrada contra sus progenitores. Pero no era así. Los padres eran los escritores suicidas a los que Horacio veneraba y que, a través de sus textos, le proporcionaban la legitimidad más pura para llevar adelante su decisión. Ellos, que habían nacido con el don de la palabra, que iluminaron tantas vidas con la belleza justa de las cosas bien dichas, esos mismos escritores elevados a la categoría de genios o dioses, habían optado por el suicidio. Era, por lo tanto, un camino abierto y Horacio lo entendía así.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mas Que Una Sombra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mas Que Una Sombra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Mas Que Una Sombra»

Обсуждение, отзывы о книге «Mas Que Una Sombra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x