Ferdinand Ossendowski - Bestias, Hombres, Dioses
Здесь есть возможность читать онлайн «Ferdinand Ossendowski - Bestias, Hombres, Dioses» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Классическая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Bestias, Hombres, Dioses
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:5 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Bestias, Hombres, Dioses: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Bestias, Hombres, Dioses»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Bestias, Hombres, Dioses — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Bestias, Hombres, Dioses», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
CAPITULO IV
El Buda vivo no muere. Su alma pasa algunas veces a la de un niño que nace el día de su muerte, y en ocasiones se transmite en otro hombre durante la vida misma del Buda. Esta nueva morada del espíritu sagrado de buda aparece casi siempre en la yurta de alguna familia pobre tibetana o mongola. Hay en esto una razón política. Si el Buda apareciese en la familia de un príncipe rico, podría resultar de ello la elevación de una familia que no quisiese obedecer al clero, lo que sucedió anteriormente, mientras que la familia pobre y humilde que hereda el trono de Gengis Kan, al adquirir la riqueza, se somete gustosa a los Lamas. Solo tres o cuatro Budas vivos han sido de origen mongol; los demás fueron tibetanos.
Uno de los consejeros del Buda vivo, el Lama Kan Jassaktu, me refirió esto:
– Los monasterios de Lhassa y Tashi Lumpo están constantemente al corriente, por cartas de Urga, del estado de salud del Buda vivo. Cuando su cuerpo humano envejece y el espíritu de Buda desea desprenderse, comienzan en los templos tibetanos solemnes ceremonias, y al propio tiempo los astrólogos estudian el porvenir. Estos ritos dan a conocer a los Lamas de piedad más acrecentada, los que deben terminar donde el espíritu de Buda ha de reencarnar. Para eso recorren todo el país y observan. Con frecuencia, el mismo dios les ayuda en su tarea con señales e indicaciones. A veces, un lobo blanco aparece junto a la yurta de un pobre pastor, o bien en una tienda nace un cordero de dos cabezas o cae del cielo un meteoro. Los lamas cogen peces en el lago sagrado de Tangri Nor y leen en sus escamas el nombre del nuevo Bogdo Kan; otros recogen piedras cuyas cuarteadoras les indican dónde deben buscarle y a quién deben hallar; algunos se retiran a los angostos barrancos de las montañas para escuchar las voces de los espíritus que pronuncian el nombre del nuevo elegido de los dioses. Ya descubierto este, se reúnen secretamente todos los datos posibles acerca de su familia y se transmiten al muy sabio Tashi Lama, conocido con el sobrenombre de Edeni ; es decir, la perla de la sabiduría, quien, según los ritos de Rama, realiza la elección del predestinado. Si la elección concuerda con los textos sagrados, Tashi Lama envía una carta confidencial al Dalai Lama, el cual celebra un sacrificio especial en el templo del espíritu de las montañas y confirma la elección estampando su gran sello en la carta de Tashi Lama.
Si el viejo Buda existe aún, el nombre de su sucesor se mantiene celosamente secreto; si el alma de Buda ha abandonado ya el cuerpo del Bogdo Kan, una delegación especial sale del Tíbet con el nuevo Buda vivo. Idénticas formalidades acompañan la elección del Gheghen y de los hutuktus en todos los monasterios lamaístas de Mongolia; pero la confirmación de la elección corresponde al Buda vivo y no se anuncia en Lhassa hasta después del acontecimiento.
CAPITULO V
El Bogdo Kan que reina actualmente en Mongolia exterior es tibetano. Pertenece a una pobre familia que vivía en los alrededores de Sakkia Kure, al oeste del Tíbet. Desde su más tierna infancia tuvo un carácter violento y exaltado; le inflamaba la idea de la independencia mongola y ardía en deseos de hacer gloriosa la herencia de Gengis Kan. Esto le dio pronto grata influencia entre los Lamas, príncipes y kanes de Mongolia, igual que con el Gobierno ruso, que procuró siempre tenerle a su lado. No temió alzarse contra la dinastía manchú de China y obtuvo con facilidad la protección de Rusia, el Tíbet y de los buriatos y kirghises, que le proporcionaron dinero, armas, soldados y el apoyo de sus diplomáticos. Los emperadores de China eludieron entrar en guerra abierta con el dios vivo, por miedo a provocar protestas de los budistas chinos. En cierta ocasión enviaron al Bogdo Kan un hábil envenenador. El Buda vivo, sin embargo, comprendió inmediatamente la razón de aquellas atenciones facultativas, y conocedor del poder de los venenos asiáticos, decidió emprender un viaje para inspeccionar los monasterios mongoles y tibetanos. Dejó para sustituirle a un hubilgan, que se hizo amigo del doctor chino y le sonsacó el objeto de su visita. No tardó el chino en morir, por causa desconocida, y el Buda vivo regresó a su capital.
Otro peligro amenazó al dios vivo. Fue cuando Lhassa juzgó que el Bogdo Kan seguía una política independiente del Tíbet. El Dalai Lama inició negociaciones con varios kanes y príncipes, poniéndose a la cabeza del movimiento el Sain Noyon Kan y Jassuktu Kan, y les persuadió de la conveniencia de acelerar la emigración del Buda a otra forma humana.
Llegaron a Urga, donde el Bogdo Kan los acogió con las mayores muestras de alegría y estimación. Les prepararon un gran festín, y los conspiradores estaban ya dispuestos a ejecutar los planes del Dalai Lama. Sin embargo, al fin del banquete notaron ciertas molestias y murieron todos aquella misma noche. El Buda vivo envió sus cuerpo a las respectivas familias con todos los honores propios de su alcurnia.
El Bogdo Kan conoce todos los pensamientos, todos los actos de los príncipes y los kanes, y la menor conjura urdida contra él; de suerte que el culpable es atraído astutamente a Urga, de donde un vuelve a salir vivo.
El Gobierno chino decidió acabar con el reinado de los Budas vivos, e interrumpiendo la lucha con el pontífice de Urga ideó la intriga siguiente para el logro de sus fines:
Pekín invitó al Pandita Gheghen de Dolo Nor, así como al jefe de los lamaístas chinos, al hutuktu de Utai, dos personajes que no reconocían la soberanía del Buda vivo, a ir a la capital. Allí se acordó, después de consultar los libros búdicos, que el Bogdo Kan actual debía ser el último Buda vivo, puesto que la parte del espíritu de Buda que mora en los Bogdo Kanes no puede detenerse más que treinta y una veces en el cuerpo humano. Bogdo Kan es el treinta y un Buda encarnado desde la época de Undur Gheghen, y en él, por consecuencia, termina la dinastía de los pontífices de Urga. No obstante, al saber esto, Bogdo Kan mismo hizo varias investigaciones y descubrió en los viejos manuscritos tibetanos que uno de los pontífices de este país estuvo casado y que su hijo fue un Buda encarnado. He aquí por qué el Bogdo se casó y tiene ahora un hijo joven, enérgico y capaz; de modo que el trono religioso de Gengis Kan no quedará vacante. La dinastía de los emperadores chinos he desaparecido de la escena de los acontecimientos políticos, y el buda vivo continua siendo el centro del ideal panasiático.
El nuevo gobierno chino de 1920 se apoderó de la persona del buda vivo, confinándoles en su propio palacio; pero al comenzar el año 1921, el barón Ungern con los suyos atravesó el Bogdo Ol sagrado, y, acercándose al monasterio por detrás, dieron muerte a flechazos a los centinelas chinos; los mongoles penetraron en el palacio y libertaron a su dios, quien inmediatamente dio el grito de independencia, sublevó la Mongolia y despertó las esperanzas de los pueblos y las tribus de Asia.
En la lujosa mansión del Bogdo, un Lama me enseñó una cajita especial, cubierta con un precioso tejido, donde se guardan las bulas del Dalai Lama y del Tashi Lama, los decretos de los emperadores rusos y chinos y los Tratados entre Mongolia, Rusia, china y Tíber. En esta misma cajita está la placa de cobre con el signo misterioso del rey del mundo y el relato de la última visión del Buda vivo.
CAPITULO VI
“He rezado y he visto lo que está oculto a los ojos del pueblo. Una vasta llanura se extendía delante de mí, limitada por lejanas montañas. Un viejo Lama llevaba un casto lleno de pesadas piedras. Andaba muy despacio. Del Norte vino un jinete vestido de blanco. Se acercó al Lama y le dijo:
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Bestias, Hombres, Dioses»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Bestias, Hombres, Dioses» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Bestias, Hombres, Dioses» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.