1 ...7 8 9 11 12 13 ...30 En este grupo de películas aplico todo el aparato metodológico diseñado aquí, para analizar ciertas constantes, relaciones y discontinuidades en la construcción de los discursos, en la retórica del cine de no ficción contemporáneo. Esta propuesta para el estudio crítico de las producciones documentales parte principalmente de un sistema analítico eminentemente retórico, basado en diversos aportes de la retórica clásica, la nueva retórica y la llamada retórica general, que englobaría las anteriores. Dicho sistema retoma las diferentes etapas de textualización y puesta en discurso extraídas del canon retórico para analizarlas en un recorrido que parte de la capa más superficial, la enunciación (actio), hacia capas cada vez más profundas: microestructura - macroestructura (elocutio y dispositio), hasta llegar al núcleo argumentativo (inventio - intellectio). Así, este canon retórico, que se explica con mayor detalle más adelante, relaciona el texto en sí con elementos extratextuales y contextuales; es decir, los diferentes elementos que entran en juego en la persuasión. Se logra de esta forma un análisis más completo que da cuenta de la complejidad y riqueza del discurso documental contemporáneo, con lo cual este trabajo pretende convertirse en un aporte teórico que genere discusión y contribuya al avance de los estudios del cine y de la retórica, pero también de la realización de películas de no ficción.
Con esta investigación pongo a prueba esta metodología de análisis/producción de documentales cinematográficos a partir de las operaciones retóricas. Analizo entonces cómo se trasladan, se trasforman o se hibridan algunos mecanismos retóricos en el cine de no ficción de la posverdad, qué tan unitarias o variables son las prácticas discursivas y qué tan estables o cambiantes son estas, es decir, cómo se evidencian elementos de continuidad —recursos retóricos familiares, formas y significados homogéneos— o de cambio —formas creativas de usar los viejos recursos, formas y significados heterogéneos—. Es claro que el foco estará en estos trabajos en que la creatividad discursiva, su heterogeneidad e hibridación se corresponden con la naturaleza del tiempo que vivimos, de cambio continuo y rápido, teniendo en cuenta, no obstante, que, aunque puede esperarse que la práctica del discurso creativo sea relativamente compleja en términos de géneros, discursos mezclados y forma de mezclarse, también puede ocurrir que dicha complejidad sea convencionalizada.
El punto general a enfatizar es que la creatividad en las prácticas discursivas está amarrada a condiciones sociales particulares —condiciones de cambio e inestabilidad. El término “creatividad” puede ser equivocadamente llevado a su connotación individualista, pero la creatividad discursiva es un efecto de las condiciones sociales, no un logro de individuos que tienen cualidades (creativas) particulares (Fairclough, 1995: 61).
Se trata de un análisis que va más allá de la descriptiva lingüística de los textos, para trabajar desde este modelo más interpretativo de análisis contextual, pero también intertextual, con el que se busca desentramar los diferentes géneros y discursos que comúnmente, en la práctica discursiva creativa, son una mezcla muy compleja. Busco conocer qué géneros y discursos fueron reunidos para producir el texto y qué huellas de estos se encuentran en los textos. Para usar un ejemplo familiar, las huellas en un texto documental son una mezcla de géneros de información, persuasión y entretenimiento. Este análisis busca resolver qué tan unitarias o variables son las prácticas discursivas y qué tan estables o cambiantes son estas (Fairclough, 1995: 61).
1En el sentido en que lo entiende Català (2001), de apropiación de herramientas metodológicas de varias disciplinas que extraigan los elementos útiles para el análisis específico que se realiza, atravesando así los contextos de interpretación y haciendo aflorar, en el ámbito específico de lo cinematográfico, espacios fenomenológicos nuevos.
2Véase la filmografía al final.
La retórica: un sistema integral de análisis
y producción de discursos documentales
Aproximación a la retórica
La retórica tiene un largo recorrido. Descansa en los pilares establecidos por pensadores del mundo antiguo y ha retomado fuerza en el último medio siglo, evolucionando en nuevas retóricas que se han retroalimentado de los desarrollos de la lingüística, la semiología, la teoría literaria, los estudios cinematográficos y los medios masivos de comunicación. Hoy, además de los más tradicionales objetos de estudio, como el discurso político y el jurídico, la retórica se ocupa de fenómenos tan diversos como la conversación, el discurso científico, la pintura, la literatura, la publicidad, el periodismo o el cine. Dentro de este último, el cine de no ficción presenta un gran potencial para ser estudiado desde esta perspectiva retórica como uno de los discursos más dinámicos, persuasivos y controvertidos sobre la realidad contemporánea.
Resulta, pues, indispensable un previo acercamiento a la retórica, para conocer su recorrido histórico y sus principales características, sin pretender realizarlo de manera exhaustiva, pues ello desborda los objetivos del trabajo. Se trata más bien de comprender las diferentes tendencias de análisis retórico que existen en la actualidad y ver cómo, a pesar de sus auges y caídas históricas, el sistema retórico se encuentra vigente en muchas de las propuestas contemporáneas y sus planteamientos se pueden aplicar a discursos como el documental.
Delimitación de la retórica y breve recorrido por su historia
La retórica ha sido una disciplina asentada con firmeza en los estudios sobre el acto comunicativo oral y escrito fundamentalmente. En sus más de dos milenios y medio de historia, varios teóricos la han definido de diferentes formas: “la capacidad de discernir, en cualquier caso dado, los medios disponibles de persuasión”
(Aristóteles, 1991: 1355b26); “el arte del bien decir, es decir, con conocimiento, habilidad y elegancia” (Cicerón, 1982: II 5); “el estudio de los medios de argumentación que no dependen de la lógica formal y que permiten obtener o aumentar la adhesión de otra persona a la tesis que se proponen para su asentimiento” (Perelman y Olbrechts - Tyteca, 1994: 12).
Estas aproximaciones asocian la retórica con la persuasión, la argumentación, el lenguaje elocuente y el discurso. Según Teruel, esta arte o disciplina se debe entender como la unión de muchos significados:
Práctica del discurso en público, estudio de las estrategias de la oratoria, el uso del lenguaje escrito o hablado para informar o persuadir, la reflexión sobre los efectos persuasivos del lenguaje, el estudio de las relaciones entre lenguaje y conocimiento, la clasificación y uso de las figuras, el estudio de la metáfora y de vez en vez, el uso de premisas vacías y de medios verdaderos como una forma de propaganda
(1998: 15).
El pensamiento sistematizado sobre la retórica comenzó en la antigua Grecia. El primer manual escrito se atribuye a Córax y a su discípulo Tisias, cuyos trabajos, al igual que los de otros de los primeros retóricos, comenzaron en las cortes y litigios de una sociedad que entraba en el sistema democrático, para el cual el uso de la oratoria era fundamental. Se crean así los dos primeros géneros retóricos: el judicial y el deliberativo, ligados a los discursos judiciales y a los políticos, respectivamente. La retórica evolucionó como una importante arte que proveía al orador con las formas, significados y estrategias para persuadir a una audiencia sobre la validez de sus argumentos, hasta convertirse en una tekné que controlaba todas las artes de la comunicación.
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