“Erskine Tate tenía una orquesta de treinta integrantes en el foso del teatro Vendome, en Chicago, y mi madre me solía llevar a escucharlo todas las semanas. Ahora se usa amplificación para todo, pero entonces usaban las cuerdas de modo que uno pod ía estar sentado en una mesa, escuchar la conversación y al mismo tiempo disfrutar de la música”. (12)
Si nos trasladamos a los inicios de este informe habrá que establecer una situación de orden local: en la Argentina, al principio el jazz fue una música de “minor ías” o “especialistas” que un poco por, como se dijo con anterioridad, haber despertado el interés pero también por una buena dosis de esnobismo, tuvo una serie de difusores, comentaristas y críticos que se encargaron de diseminarlo.
Claro que lo que se inició como una novedad se transformó con el tiempo en algo más trascendente para el arte musical como otras que se repetirían -sin llegar a ser tan importantes salvo en el caso del rock and roll y sus posteriores desprendimientos- a lo largo del siglo XX.
Estas situaciones se divulgaron al principio de la centuria pasada sobre todo por un factor preponderante: la aparición de elementos (primero cilindros sonoros, después discos y reproductores) que llevaron la música hacia el exterior de lo que había sido su componente natural hasta entonces -la sala de conciertos y los salones- para permitir el ingreso de esos sonidos a la intimidad de los hogares.
No fue que todo el mundo pudo tener acceso a ello de inmediato, pero sí resultó la apertura hacia una evolución, valga la semejanza, a lo que actualmente significa Internet.
Hemos abierto la puerta de entrada que por la cantidad de páginas que ocupó exponerlo parece ser (aunque espero no lo sea) muy pesada.
Así que ingresemos ahora a un mundo tal vez poco conocido, sobre todo por las nuevas generaciones, pero no por ello menos interesante, además de atractivo y hasta me atrevería a decir...sorprendente.
NOTAS
(1) De “Ecos de la Era del Jazz”, artículo incluido en "The Crack Up", título de una narración de tono autobiográfico redactada a principios de 1936 por el escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald. N .d.A.:La sentencia se muestra completa en el inicio del cuarto capítulo de la serie "JAZZ" del cineasta documentalista Ken Burns, producida por The Jazz Film Project, Inc.
(2) Rafael Dobado González, Doctor en Economía, Universidad Complutense de Madrid en www.historiasiglo20.org.
(3) Cuenta la leyenda que el espíritu de la letra de “Star Dust” tiene poco que ver con el romanticismo melancólico del “Polvo de Estrellas” aceptado como traducción literal del título. Según como se lo distinga, el texto y también el rótulo que Michael Parrish escribió para el tema compuesto por Hoagy Carmichael en 1927, podría ser tomado como una apología de la cocaína aunque la letra lo expone en forma muy -tal vez demasiado- velada y depende de cómo se interprete su lectura para aceptar esa percepción.
De todas maneras en el libro “Star Dust Memories - The Biography Of Twelve America´s Most Popular Songs”, su autor, el periodista y crítico musical estadounidense Will Friedwald, apunta que “en treinta y tres páginas dice todo lo hay que decir sobre esa canció n y en ningún momento menciona esa posible apología de la cocaína” . (Jorge Andrés dixit).
(4) Sergio Pujol en revista “Todavía” (www.revistatodavia.com.ar).
(5) El violinista Hernán Oliva, de conversaciones con el autor en 1983.
(6) Tango y Ragtime” Cuadernillo del mismo nombre - Pompeyo Camps. Servicio Cultural de EE.UU. 1976. Original. Sitio http://presencias.net/invest/ht3020b.html.
(7) Robert Faulkner y Howard Becker; “El Jazz en Acción” .
(8) Gunther Schuller; “The Swing Era” . N.d.A.:la negrita me pertenece.
(9) Rex Stewart; "Jazz Masters of the 30´s" .
(10) Las otras reuniones sociales multitudinarias eran el vodevil y el teatro. Claro que mientras el primero permitía el acceso a las clases de menores recursos, el segundo, ya fuera referido a obras escénicas, óperas o conciertos de los grandes clásicos, tenía generalmente llegada -sobre todo por la posibilidad de ingreso económico- de los niveles medio para arriba. También asomaba el cine, algo más viable para las clases bajas, aunque deberían pasar algunos años antes de que en lo masivo igualara y posteriormente superara al teatro.
(11) Mercer Ellington y Stanley Dance en "Duke Ellington-Una biografía íntima" .
(12) El violinista, cornetista y bailarín Ray Nance en "El Mundo de Duke Ellington" .
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