En este momento, intentar una respuesta a esta pregunta sería demasiado pretencioso; sin embargo, sí puedo señalar algunas pistas. La primera es que con la autoridad de Basadre no se puede competir. El afamado historiador, al recoger la historia por medio del cuento —por más que haga la salvedad de qué aspectos le interesan del relato—, terminó, quizás a pesar de sus intenciones, por consagrar la narrativa literaria como histórica. En ese sentido, los interesados en que Pomares se convierta en héroe nacional actúan con la academia de su lado. Lo segundo es que la existencia o no de este hecho heroico no es la única historia de la cual se tienen algunas dudas —si no, todos estaríamos convencidos de que Alfonso Ugarte se lanzó del Morro de Arica tal y como lo muestran las esculturas o sus representaciones, solo por citar un caso emblemático—.
Por último y claramente más importante, lo valioso es reconocer detrás de la historia de Pomares la necesidad de reivindicar a otros «Pomares» que seguramente existieron y cuya historia no contó con un López Albújar que se interese por perennizarla. Uno de los testimonios citados es sorprendentemente lúcido. El abogado Juan Ponce, entrevistado en 1984, era consciente de las objeciones documentales de Varallanos, pero su respuesta es muy interesante:
El personaje llamado Aparicio Pomares ha existido como hombre. No interesa que [se] haya llamado Pomares, Culque, Chahua o Mallqui. Haya nacido en Chupán o no. Sobre su figura habla mejor Teófilo de la Mata Funegra. Muchos dicen que fue guerrillero de Chupán. José Varallanos sostiene que no se llamó Aparicio Pomares ni fue de Chupán, ya que faltan pruebas instrumentales históricas, no existen partes chilenos […]. La tradición tiene fuerza más grande y dice que el hombre de la bandera se llamó Aparicio Pomares. Enrique López Albújar, escritor, recogió información de Ezequiel Ayllón y este en su niñez fue testigo presencial del hombre de la bandera. Aparicio Pomares, tal vez, fue seudónimo por causas obvias, puede ser que haya sido de Chupán, porque en ese lugar se gestó y organizó la milicia. Y desde tiempos inmemoriales ha demostrado la valentía y braveza de los indios de esa zona (AP, 2018, p. 27).
Es decir, no importa si existió o no, sino qué y a quién representa. Por lo menos yo no tendré el mal gusto de ir en busca de una verdad que no aportaría nada a la comprensión de la complejidad; prefiero disfrutar de la maravillosa ambigüedad de la ficción, los hechos y su historia.
Referencias
Arrelucea, Maribel & Jesús Cosamalón (2015). La presencia afrodescendiente en el Perú, siglos XVI-XX. Lima: Ministerio de Cultura.
Basadre, Jorge (2005 [1939]). Historia de la República del Perú, 1822-1933. Cuarto periodo. La Guerra con Chile, 1879-1883. Volumen 9. Lima: El Comercio.
Cadena, Marisol de la (2004). Indígenas mestizos: raza y cultura en el Cusco. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Casalino, Carlota (2008). «Los héroes patrios y la construcción del Estado-nación en el Perú (siglos XIX y XX)» (tesis de doctorado). Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
Comisión Central para Declarar Héroe Nacional a Aparicio Pomares (2018). Huánuco.
Cosamalón, Jesús (2018). El juego de las apariencias: la alquimia de los mestizajes y las jerarquías sociales en Lima, siglo XIX. Lima: El Colegio de México-Instituto de Estudios Peruanos.
Earle, Rebecca (2005). Sobre Héroes y Tumbas: National Symbols in Nineteenth-Century Spanish America. Hispanic American Historical Review, 85(3), 375-416.
Escajadillo, Tomás (2010). López Albújar: ¿narrador o juez? Revista de Crítica Latinoamericana, 36(72), 481-488.
Gálvez, Carlos (2015). Francisco Bolognesi o la construcción del héroe. En Mauricio Novoa (ed.), Bolognesi (pp. 141-155). Lima: Telefónica del Perú-Ministerio de Defensa-Ejército del Perú.
Ginzburg, Carlo (1981). El queso y los gusanos: el cosmos según un molinero del siglo XVI. Barcelona: Muchnik.
López Albújar, Enrique (1970). Cuentos andinos. Lima: Juan Mejía Baca.
Méndez, Cecilia (1995). Incas sí, indios no: apuntes para el estudio del nacionalismo criollo en el Perú. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Méndez, Cecilia (2011). De indio a serrano: nociones de raza y geografía en el Perú (siglos XVIII-XXI). Histórica, 35(1), 53-102.
Mendoza, Zoila (1989). La danza de los Avelinos, sus orígenes y sus múltiples significados. Revista Andina, 7(2), 501-521.
Millones, Iván (2006). El mariscal Cáceres: ¿un héroe militar o popular? Reflexiones sobre un héroe patrio peruano. Íconos, 26, 47-57.
Rohner, Fred (2018). La Guardia Vieja: el vals criollo y la formación de la ciudadanía en las clases populares (1885-1930). Lima: Instituto de Etnomusicología de la PUCP.
Varallanos, José (1959). Historia de Huánuco: introducción para el estudio de la vida social de una región del Perú, desde la era prehistórica a nuestros días. Buenos Aires: Imprenta López.
19Mi agradecimiento a los comentarios que hizo Gonzalo Zavala a una versión preliminar de este texto.
20Para el caso de América Latina puede consultarse el artículo de Rebecca Earle, 2005.
21Los trabajos que han demostrado el rechazo de las élites políticas decimonónicas frente a las expresiones populares de origen indígena y afroperuano son abundantes. Con el riesgo de la excesiva simplificación, se puede citar a Méndez (1995 y 2011), Cadena (2004), Arrelucea y Cosamalón (2015), y Rohner (2018).
22Entre varias expresiones vale la pena citar a la danza de «Los Avelinos», la cual se representa en San Jerónimo de Tunán (Huancayo). Esta danza rememora la participación de los campesinos en la campaña de la Breña, dirigida por Andrés Avelino Cáceres. Véase el análisis de Mendoza, 1989.
23Carlo Ginzburg, 1981, propuso con gran claridad que los procesos de construcción de la cultura no son biunívocos; por el contrario, a partir del ejemplar caso de Domenico Scandella («Menocchio»), un molinero del siglo XVI enjuiciado por la Inquisición, demostró la circularidad de las ideas desde las élites a los sectores populares y viceversa.
24Como he señalado, la primera edición de Historia es de 1939, pero en la década de 1960 se editaron la quinta y la sexta edición, complementadas por ediciones póstumas desde 1983.
25El dato está corroborado por el testimonio del pirotécnico Víctor Visag Sánchez (65 años), quien declaró que junto con el profesor Teófilo de la Mata y otras personas fundaron esa sociedad en ese año (Comisión Central para Declarar Héroe Nacional a Aparicio Pomares, 2018, pp. 26-27; en adelante, citado como AP, 2018).
26Agradezco la información proporcionada por Gonzalo Zavala.
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