De forma paralela a la apertura comercial, los saltos disruptivos en las tecnologías permitieron cambios en la forma de producir (cadenas globales de valor en bienes y servicios) y comercializar (comercio electrónico), que imponen nuevas lógicas de relacionamiento entre los Estados en términos de comercio, inversiones pero también en las conocidas como nuevas disciplinas del comercio internacional (propiedad intelectual, medio ambiente, normas laborales, certificaciones y normas técnicas, entre otras).
El fenómeno comentado fue de tal magnitud, que afectó a las economías de forma individual pero también a los procesos de integración en su conjunto, algunos de los cuales vivieron quiebres de significación por diferencias en cuanto a cómo reaccionar frente a dichas tendencias. Actualmente, los conocidos como mega bloques comerciales intentan expandir aún más los impactos de la articulación y convergencia normativa para formar lo que se conoce como plataformas productivas y comerciales, lo que ya es una realidad en América del Norte, Asia Pacífico y Europa.
Respecto a estas tendencias, muy visibles desde la primera década del siglo XXI en adelante, el Mercosur muestra dificultades de reacción, al menos si la misma es calibrada a partir de su desarrollo normativo en áreas relacionadas con los nuevos temas o en la dinámica que muestra su agenda externa.
3.
Nuevos conceptos de integración económica
En términos económicos y comerciales, es indudable que se está frente a una nueva etapa de la globalización económica, especialmente impulsada por los nuevos métodos de producción y comercialización. No es posible ignorar el impacto de los conflictos políticos generados por la crisis de las instituciones de posguerra, incluidos los procesos de integración como el Mercosur, pero también las organizaciones internacionales como la OMC, que enfrentan una ineludible presión de reforma de parte de varios de sus integrantes.
Los negocios en la actualidad siguen el ritmo de las cadenas globales de valor y la progresiva generalización de la robótica, con efectos en la competitividad internacional, el papel de los servicios en la producción y en la comercialización internacional tanto de bienes como de servicios. Estos fenómenos han impulsado una nueva etapa de la integración económica, la que, si bien aún está en proceso de materialización, impone nuevos retos a los procesos de integración denominados clásicos, algunos de los que enfrentan crisis de envergadura que conllevarán a necesarias reformulaciones.
En definitiva, algunos de los fenómenos comentados afectaron la evolución de todos los procesos de integración creados en décadas anteriores, como por ejemplo los constituidos en América Latina desde la década del sesenta en adelante, muchos de los cuales ingresaron en crisis, pero también la propia UE, bloque que enfrenta el desafío del Brexit, hoy con impactos difíciles de proyectar. En Asia se destaca también la importante reforma de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que buscó adelantarse a parte de los desafíos que imponen algunas de las tendencias anteriormente mencionadas. Como resultado de estas dinámicas, surgen nuevos procesos de integración, se da paso a la constitución de mega bloques comerciales o de TLC de una nueva generación con alcances que van mucho más allá del comercio.
3.1 La realidad del comercio mundial
Importantes transformaciones marcan la forma de hacer negocios en los procesos de integración, los que debieron reaccionar incorporando nuevas disciplinas comerciales que surgen a partir de los cambios generados por saltos disruptivos en las tecnologías de la información y las comunicaciones y el transporte.
Dicho contexto está pautado por una aceleración de la internacionalización de la actividad económica, la que se encuentra asociada al proceso de fragmentación productiva (conocido como cadenas globales de valor), la importancia que ha adquirido el comercio electrónico y la cada vez mayor integración de los servicios en la producción de bienes, en lo que algunos autores definen como “servicificación” de los bienes (Low, 2016). El mencionado concepto implica que el diferencial en los productos tangibles será el intangible. Si bien ya es un proceso muy visible en muchos sectores productivos, el fenómeno se extenderá y seguirá cambiando las lógicas productivas en el futuro.
Esta realidad productiva y comercial, no solo permite obtener ganancias adicionales, sino que impone una nueva forma de hacer negocios a impulso del crecimiento de la comercialización de bienes y servicios intermedios (lo que tiene efecto en el número de oportunidades comerciales) y de una asociación entre comercio e inversiones pautada por amplios accesos a los mercados internacionales (Bartesaghi, et al., 2016). En definitiva, se está frente a un fenómeno de aceleración del proceso de internacionalización de la actividad económica, lo que de forma multicausal afecta la evolución de los procesos de integración denominados clásicos y que fueron constituidos hace ya más de 60 años.
Los efectos en la integración económica se pueden observar tanto en los desarrollos internos, como en el posicionamiento de estos esquemas frente a las nuevas etapas de la integración económica, que surge desde la explosión de los acuerdos de libre comercio y más recientemente por la consolidación de los acuerdos plurilaterales (mega bloques económicos). La UE, como otros procesos de integración como el Mercosur, la ASEAN y más recientemente la Alianza del Pacífico, no escapan al fenómeno comentado, especialmente si se analiza la estrategia comercial seguida en los últimos años. Cabe precisar que los efectos se observan tanto por acción, como por inacción de los bloques comerciales frente al nuevo contexto, que a la vez está pautado por la reconfiguración del sistema internacional constituido en la posguerra.
El sistema multilateral de comercio atraviesa una incuestionable crisis, ya no solo por los magros avances de las negociaciones en el marco de la Ronda de Doha, hoy literalmente estancada, sino también por el bloqueo que Estados Unidos ha impuesto al Órgano de Apelaciones del Sistema de Solución de Diferencias de la OMC. Como es sabido, la paralización de las rondas comerciales y los cambios de las estrategias nacionales de las principales potencias globales, llevaron a la explosión de los acuerdos comerciales bilaterales, los que generaron una red de preferencias que imponen profundos desafíos a la OMC y a los procesos de integración que constituyeron uniones aduaneras y mercados comunes (caso de la UE y de otros en América Latina y Asia Pacífico), por el caudal de normas distintas que se negocian en cada uno de los acuerdos.
3.2 Del GATT a los mega bloques comerciales
Los efectos de las nuevas tendencias productivas y comerciales anteriormente señaladas están impactando la evolución de los procesos de integración, por lo que es necesario repasar las diferentes etapas de la integración económica desde que se generaron las condiciones apropiadas en clave institucional, pero sin atender al legítimo debate conceptual que aún existe sobre el alcance del término integración, el que en este caso fue acotado a las asociaciones formales de países que definieron alcanzar determinados objetivos tras la implementación de instrumentos comerciales.
El período de posguerra con estabilidades mínimas en el plano político (Naciones Unidas), así como financiero y de cooperación internacional (instituciones de Bretton Woods), permitieron la conformación del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) en 1947 y la firma del Tratado de Roma del año 1957, el que constituyó la Comunidad Económica Europea (CEE), hoy UE. A partir de dichos hitos se abre la primera etapa de la integración económica liderada casi en exclusividad por los países europeos. Al respecto, cabe recordar que Estados Unidos participó del fenómeno a través del GATT, pero no formó parte de ningún proceso de características similares al de la UE, ya que centró su atención en el conflicto con la Unión Soviética en el marco de la Guerra Fría. De todas formas, sí apoyó fuertemente el proceso de integración europeo, por considerarlo parte de su estrategia de política internacional, lo que no ocurrió con otros procesos en América Latina.
Читать дальше