Sebastián Bermúdez Zamudio - El garrochista

Здесь есть возможность читать онлайн «Sebastián Bermúdez Zamudio - El garrochista» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El garrochista: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El garrochista»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Francisco Tudó, un garrochista de Setenil que, llevado por la venganza, decide formar parte del primer Ejército de Andalucía para hacer frente a las tropas de Napoleón que llegan por Despeñaperros. Junto a su fiel e inseparable caballo Zerrojo, vive mil aventuras, conoce a personajes emblemáticos, y las dichas y desdichas formarán parte de su largo camino.Una novela de ficción dentro de la realidad de la Guerra de Independencia española que llevará a Francisco a un viaje marcado por el amor, la amistad y la crueldad de la batalla. ¿Volverá a casa de nuevo?

El garrochista — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El garrochista», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Vayamos a lo que nos importa, que es preparar esta pieza y luego nos medimos quien la tiene más larga entre todos los valientes —dijo San Martín.

Cuatro hombres fueron los encargados de realizar la faena en el patio de las Aguzaderas, procedieron al socarrado amarrando por patas y manos al jabalí, quemando toda la superficie ocupada con el pelo. La candela encendida con piornos, escobas, helechos y paja funcionaba correctamente, desprendiendo un olor a pelo quemado que colmaba toda la planicie donde nos encontrábamos. Los muchachos se quedaron fuera, ayudando unos con los caballos y otros se acercaron a los pueblos cercanos y granjas próximas para pedir alguna colaboración en modo de alimento o caudal, como buenamente pudiese colaborar cada cual. No en todas las casas eran bien recibidos, la monarquía española no contaba con la aprobación de todo el país, gran parte de los españoles estaba cansado de tan fraudulento mandato.

Francisco Pacheco, ayudado de unos paños de lino y un cepillo muy efectivo, comenzó con la tarea de eliminar el pelo al animal sobre una mesa. Otro señor le ayudó con una navaja para dejar apurada la piel.

—Es necesario tener cuidado al abrirlo muchacho —le dijo el ayudante.

—No se preocupe señor, no es el primeo que me trabajo, estoy acostumbrado —le contestó

Rajó con habilidad y abrió el jabalí sacando las vísceras y dándolas a los dos asistentes que las introdujeron en un baño de agua y las limpiaron para reservarlas, el estómago y los intestinos dejaron un nauseabundo olor que provocó las arcadas de José de San Martín, quien no pudo resistir y se tuvo que ir para no vomitar allí presente mientras nos reíamos de él.

Yo me acerqué y sostuve al animal de un lado para que le fuese más fácil llevar el tajo a Pacheco, me lo agradeció con un gesto de cabeza. Una vez limpio, con la ayuda de todos, lo colgamos y dejamos un momento que escurriera todo el agua y toda la sangre que aún chorreaba por el interior.

—¡Esto está listo señor! —gritó a José el espontaneo matarife Pacheco.

—“A cada cerdo le llega su San Martín”—dijo José de modo burlón.

Horas más tarde todos nos preparábamos para salir, los poco más de ochenta lanceros de Jerez, los cuatro soldados, el Ayudante Primero José de San Martín y yo, que cabalgaría a su lado por petición de este. El jerezano que quería comprarme a Zerrojo se disculpó alegando una mala mañana, nos estrechó la mano y felicitó de manera educada, luego acarició a Zerrojo disculpándose.

—Perdona mi insolencia amigo, no ha sido digno mi comportamiento con tan buen caballo.

—No, si la patada lo ha dejado nuevo, al final va a ser que habla con los caballos —dijo la misma voz que esa mañana provocó las risas.

Todos volvieron a carcajear, incluido Mendoza, el jerezano que perdió el lanceo y los papeles, eso nos animó para iniciar, a trote tranquilo, el camino en busca del destino que se hallaba en los llanos de Consolación. Nos dirigiríamos hasta Utrera bordeando El Coronil, que dejaríamos a la izquierda para no atravesar ni levantar suspicacias entre las poblaciones de la campiña sevillana, dejando a la derecha Morón primero y el Arahal posteriormente.

Cuando comenzó la marcha se nos acercó Chacón, el del grito de “España Jerez”, con cara de preocupación.

—Señor —se dirigió a San Martín—, ¿sabe dónde se encuentra Pablo?

—No lo sé Chacón, pero me da que pronto lo sabremos.

La misteriosa respuesta me dejó confuso, al igual que al bueno de Chacón que dio media vuelta con su yegua para volver a incorporarse a la fila de lanceros.

—Hay algo que sabes y que los demás no tenemos ni idea. Supongo que en eso consiste ascender en el grado militar, en estar al tanto o percibir al instante lo que otro no puede captar con esa facilidad. ¿Es eso José?

—Llevamos semanas de guerra, son demasiados los sucesos que rodean a un ejército con gran cantidad de efectivos, hechos difíciles de percibir pero que te curten como militar. Somos alrededor de noventa los que cabalgamos juntos, aquí es más fácil dar un cuarto al pregonero para descubrir algo. Aun siendo joven, soy perro viejo Paco, puede que me equivoque pero… pronto sabremos dónde está Pablo.

No comprendía las razones de ese conocimiento del que presumía José de San Martín, sin embargo, tampoco conocía ningún motivo para dudar de su capacidad como mando. Confié en su deducción y continué camino a su lado sin preguntar nada sobre la cuestión en sí. Derivamos la conversación a lo que podría ser un enfrentamiento contra las tropas napoleónicas, un ejército al que en Europa se le conocía como invencible, hasta el momento nadie había logrado derrotarlo. Zerrojo miraba en dirección al Castillo de las Aguzaderas, buscando con la mirada otro jabalí para seguir jugando a perseguirlo, o tal vez desconfiado de las sombras que en la noche anterior me visitaron. Sigo pensando en ello, no comenté con José lo que me sucedió, quise guardarlo para mí. Extraje de mi bolsillo el pañuelo rojo acercándolo con parsimoniosa lentitud para aspirar su aroma, un dulce olor penetrante subió por los orificios de la nariz hasta llegar a mi cabeza, golpeando con fuerza mis sentidos. Al cerrar los ojos por la turbadora experiencia, la silueta de la mujer mirando con sus penetrantes ojos me apareció nuevamente.

Aun hoy, mientras escribo sentado en mi cómoda mecedora frente al pacífico, en mi humilde casa de Talcahuano, sigo acercándome el pañuelo para aspirar su aroma, vuelvo a cerrar los ojos y la mujer sigue mirándome con la misma fuerza que entonces. Son ya muchos los años que el olor de este pañuelo rojo me acompaña, muchas aventuras desde que lo encontré atado a mi garrocha en el Castillo de las Aguzaderas.

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El garrochista»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El garrochista» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El garrochista»

Обсуждение, отзывы о книге «El garrochista» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x