Varios autores - Solo se lo diría a un extraño

Здесь есть возможность читать онлайн «Varios autores - Solo se lo diría a un extraño» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Solo se lo diría a un extraño: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Solo se lo diría a un extraño»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un taller de escritura virtual, a inicios de una cuarentena obligatoria, reúne a desconocidos en una sala de
Zoom. Motivados por las consignas de escritura, comienzan a develarse, en textos cortos, historias y relatos que fluctúan entre la ficción y la realidad.Temas como el poder, la infidelidad, la maternidad, el suicidio y los secretos de familia se repiten en los diferentes autores, manifestándose en distintos estilos y tonos. Es así como "
Solo se lo diría a un extraño" reúne los mejores textos escritos en aquel taller de cuarentena donde un grupo de desconocidos decidió desvestirse con palabras.

Solo se lo diría a un extraño — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Solo se lo diría a un extraño», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La primera vez que miré a través del lente fue como entrar por una puerta secreta a un lugar donde terapéuticamente se disolvía la inseguridad al ir descubriendo mi forma de ver las cosas. Lo mejor de todo era que podría volver a esas imágenes, una y otra vez, en la sala de edición.

Regresé fascinado con mi nuevo hallazgo, que, hasta ahora, sigo explorando. Para mi suerte, el mundo se volvió cada vez más visual, y yo logré hacer una carrera a partir de escuchar a mis instintos. Nunca más solté una cámara.

Me casé a los cincuenta años y tuve una hija preciosa, que es la experiencia humana más extraordinaria que he tenido. A ella, le deseo que siga sus instintos y busque lo que la haga feliz.

Veinticinco

Provocadora, la muerte me ha vuelto a sumergir la cabeza en el agua, una vez más. Acaba de morir, hace unas horas, mi tío adorado. Mi mamá está muerta en vida desde que nací. He enterrado a mi padre, a mi hermana y a mi marido, y todavía no cumplo cuarenta. Quizás por eso, a mí, los muertos no me conmueven. Hace años que dejé de dedicarles mis lágrimas y ya ni siquiera voy a sus velorios.

A pesar de que este tránsito se me ha vuelto cotidiano, pensar en mi último latido activa una corriente de aire frío que baja por mi espalda. Si el desafío es saber quién soy, no me interesa el futuro ni lo que venga después; lo que me preocupa es que sea mi presente el que me derrote. No quiero ser una mujer que no pueda volver a sentir hambre por alguien. La mamá agobiada, que no se da un respiro porque vive para sus hijos, porque sus deseos se reducen a anhelar salud y años de vida para verlos crecer.

Durante años, me he definido por mi relación con la muerte. Ya no. Ya no le temo. Si acaso algo me da miedo no es el fin, sino la inercia de la vida que a veces pareciera mantenerla inmóvil.

Veintiséis

Tenía trece años. Nuestro primer beso supo a Coca Cola. El corazón puede cargar un disfraz pesado durante días o años. Incluso, si quieres, puedes elegir pretender no escuchar el bombeo de su sangre.

Para obtener permiso de la Iglesia, tuvimos que reunirnos con un sacerdote y presentar pruebas de que él y yo no éramos hermanos. Nos encontramos frente a puertas que no nos recibían y nos condenaban a tener hijos imperfectos. Acepté la furia de mi madre por arrastrarla a una iglesia con los mismos asistentes que habían estado en su boda, esa que resultó en divorcio.

El amor traspasa las antesalas de jardines formales, hace malabares con escenarios imperfectos, crece con valentía, dolor y una cómoda extrañeza. Tropieza sobre miradas y aprende a caminar bien. Transforma lo indebido en rutas amables, se convierte en nuestro propio mundo subterráneo bajo amenaza de tribus homogéneas. El amor es terco, nosotros también.

Me casé con mi primo hermano y lo volvería a hacer.

Breves relatos y reflexiones

4:26 a. m.

Ahí vas, una noche más, deslizándote al baño en la oscuridad. Me casé con un ninja, ¡la cagada! ¿Crees que no me despierto? ¿Te olvidaste de que soy madre de tres?

4:26 de la mañana.

Tienes cincuenta años. ¡No puedes tomar tanto jugo de manzana en las noches! Dejas la puerta entreabierta para no hacer ruido, pero prendes la luz y jalas la cadena. ¡Buena, Einstein! Y no solo dejas la tapa arriba, sino que, pa’ concha, estás descalibrado. ¿Tendría que pintarte la mosca esa para que apuntes bien y no mojes el piso? Tsss...

Si al menos mearas como chibolo y se oyese un torrente caudaloso, nutrido. No te pido el Iguazú, pero al menos una muestrita de dignidad por favor. Ese chorrito de mierda parece una procesión en clave morse... ta-ta-tá... ta-tá... ta-ta-tá... ta-tá.

No quiero ni ver el summary en mi Apple Watch; seguro el miserable marcará una sola hora de sueño profundo. Se me jodió el día. ¡Gracias, huevón!

¿Qué hago para dormir? Si prendo la tele, me va a poner cara de culo. ¡Qué tal concha! Pero ¿y si pongo el canal japonés? Siempre dice que ese idioma arrulla y noquea en segundos. Pero ¿dónde estará ese canal? ¿Cuál era? ¿MKH? ¿NHJ? Creo que estaba al lado de los brasileños...

Mejor voy a tomarme un cuartito de Dormex. Un placebo, muy efectivo. Esperaré a que regreses a la cama y me acurrucaré pegadita a ti. Mi cabeza bien encajada en tu cuello, tu brazo envolviendo mi cuerpo y mis pies haciendo nudo con los tuyos.

Eso sí, no te vuelvas a levantar porque ahí sí te cae golpe. Lo vas a hacer. Te conozco. Porsiaca, mejor me tomo un cuartito más.

¡A por ellos!

Son las nueve de la mañana. Mario sigue en casa. Como hace meses, casi no sale. Todos dicen que la Corona no le permite salir. Infiero que se debe a una carta que lo escuché proclamar frente a sus secuaces, dirigida a la Reina, donde declinaba de la opción de ser rey. Usó un tono altivo, impropio, casi insultante para dirigirse a un monarca. No tengo dudas de que la Reina, ante tamaña tropelía, ha ordenado su detención y fusilamiento inmediato. Por eso está escondido, como un facineroso. Las pocas veces que pisa la calzada, lo hace de manera clandestina, con máscaras que cubren su rostro. Cuando regresa, se descalza acojonado y limpia sus manos con prisa, como si hubiese cometido un crimen atroz.

Debo confesar que me siento identificado con él. Soy un ferviente antimonárquico y, cuando estuve vivo, pasé mucho tiempo escondido. Mi nombre es Aitor y fui un republicano en la guerra civil española. Lo que está viviendo Mario me recuerda a aquella vez, en la batalla del Puerto de Santa María, entre Cádiz y Jerez de la Frontera, cuando, asediados por el enemigo, no tuve más remedio que huir y esconderme en una barrica de gran tamaño, que estaba casi llena. Sin pensarlo y con premura, me sumergí en el líquido púrpura. Una vez dentro, la cerré. La única forma que tenía para poder respirar era mirar hacia arriba, posición que me permitiría mantener la nariz en ese pequeño espacio de aire que había entre el líquido y la tapa. Escuchaba las tropas del enemigo pasar. Tragaba el vino por cansancio, desconcierto, angustia y, por supuesto, miedo.

Pasé aproximadamente cuatro días escondido en esa barrica. Tuve alucinaciones, vi dragones y molinos, metido en un agujero de madera. Afortunadamente, cuando salí, el enemigo se había marchado.

Nunca más pude tomar o siquiera oler el vino. Pero aprendí que nadie sabe lo que puede un cuerpo hasta que lo pone a prueba. Vamos, Mario, resiste, macho, que esta vez ganamos los buenos. ¡A por ellos!

¡Ay, mi madre!

Mi mamá dice que siempre me consigo tipos complicados. Así dice, me consigo. ¿Tendrá razón? ¿Será cierto?

¿Qué carajo me pone? Ya sé lo que están pensando, que me busco tipos como mi papá. No. Nada que ver. Salvo por el descaro. Eso sí me pone. Me gustan los descarados que me ven a los lejos en un bar, que me eligen y yo lo sé. Los que aparecen de pronto a comerme la boca de un beso y que me agarran el culo delante de todo el mundo como si yo les perteneciera.

Quizás me pone lo prohibido. Entonces mi mamá puede tener razón, y sí soy la que se complica. Pero ¿y si son ellos los que me buscan a mí? ¿Existirá un radar? ¿Tendré un letrero que solo los complidescarados pueden leer en mí? ¿Encontraré al descarado no complicado? ¿En serio pienso en eso? ¿En tremenda cojudez?

Le doy otro sorbo a mi cerveza para dejar de pensar huevadas y veo que el tipo alto de pelo largo, brazos fuertes y anillo reluciente me está mirando y me ha elegido. Y yo no puedo resistirme. Me pido un shot de Jäger. Mejor que sean dos.

OK, mi madre tiene razón.

¿Dónde estás, corazón?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Solo se lo diría a un extraño»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Solo se lo diría a un extraño» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Solo se lo diría a un extraño»

Обсуждение, отзывы о книге «Solo se lo diría a un extraño» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x