Varios autores - Solo se lo diría a un extraño

Здесь есть возможность читать онлайн «Varios autores - Solo se lo diría a un extraño» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Solo se lo diría a un extraño: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Solo se lo diría a un extraño»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un taller de escritura virtual, a inicios de una cuarentena obligatoria, reúne a desconocidos en una sala de
Zoom. Motivados por las consignas de escritura, comienzan a develarse, en textos cortos, historias y relatos que fluctúan entre la ficción y la realidad.Temas como el poder, la infidelidad, la maternidad, el suicidio y los secretos de familia se repiten en los diferentes autores, manifestándose en distintos estilos y tonos. Es así como "
Solo se lo diría a un extraño" reúne los mejores textos escritos en aquel taller de cuarentena donde un grupo de desconocidos decidió desvestirse con palabras.

Solo se lo diría a un extraño — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Solo se lo diría a un extraño», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y en pleno exorcismo, en lo más doloroso de mi introspección, comprendí que la única fuerza capaz de triturar mi temple era tu ausencia en mi vida, hijo. Liberado, y con el corazón en la boca, me volqué indestructible hacia ti, con tus dos añitos, y te reencontré en mi centro. Le eché un buen vistazo a la cuesta y reemprendí el ascenso (esta vez, sin el trumposo atuendo).

¿Sabes? Eso de “Ten cuidado con lo que deseas, porque puede que lo consigas” te advierte no de lo que consigues sino de la persona en la que irreflexivamente te conviertes para hacerlo.

Así que ya sabes, flaco, ¡agradécele a Donald Trump! Si no fuese por él, no estarías en Madrid leyendo esta carta y borrando las huellas torpes de tu progenitor con tu sutil y narizona ironía.

Aletas polinesias

¿Qué pasa con las cosas que se lleva el mar? ¿Se acumulan en la isla de basura flotante de nosecuantosmil kilómetros cuadrados, esa que aparece en las pesadillas de los ecobloggers? ¿Cada vez que tomo una gaseosa, el plástico de la chapita termina encorsetando las tenazas de un cangrejo? No lo sé.

Algunas veces, las he perdido por imprudencia; otras, por culpa de una ola inesperada. Lo cierto es que el mar me ha quitado sandalias, zapatillas, palitos de helado D’Onofrio (que valían otro helado) y hasta un Discman con todo y pilas AA.

Aunque no siempre era el mar el que me arrebataba las cosas. A veces era yo, como cuando mi tía me animó a escribir una carta embotellada. La aventamos desde el muelle de Chorrillos. Recuerdo haber deseado que llegara hasta China, porque eso era lo que en mi imaginación infantil quedaba al otro lado del Pacífico. Hoy, sé que frente a Lima quedan las Islas Marquesas, que se llaman así por el marqués de Cañete, virrey del Perú. No me imagino dos paisajes más distintos. ¿Algún polinesio habrá visitado la nunca tarrajeada ciudad de Cañete, cuna de Lolo Fernández? ¿Probó chupe de camarones en Lunahuaná? ¿Hizo canotaje?

Pero mis aletas Makapuu, eso no te lo perdono, Poseidón. Hay objetos tan bien diseñados que nunca requieren una revisión. No hay nada que añadirles, nada que mejorar. Como las cafeteras italianas Bialetti o las navajas suizas Victorinox. Lo mismo pasa con las aletas Churchill modelo Makapuu. Caucho azul y suave en la parte donde calzan los pies. Amarillo y rígido en la parte que desplaza el agua y convierte tus piernas humanas en las ancas de un anfibio.

Esa tarde, en Punta Negra, estabas furioso conmigo. Seguramente por lo del Discman (porque en eso sí tienen razón los ecobloggers, no hay nada más cochino que un par de pilas AA). Yo no te guardo rencor, pero tengo que confesarte que no entiendo tu comportamiento. Porque una cosa es que me quites las dos aletas, pero ¿solo una? ¿De qué podría servirle una aleta suelta a un muchacho polinesio?

Antítesis

De chica, quería ser hombre. En los recreos, los niños jugaban fútbol, se tiraban al piso y le entregaban todo a la pelota. Las mujercitas, en cambio, hacíamos cada vez menos esfuerzo físico y, conforme íbamos creciendo, los recreos se convertían en sesiones de chismes y momentos para contemplar a los jugadores. Eso me aburría.

Además de querer tirarme al piso, perseguir una pelota y sudar por mi equipo, quería tener pipilín. Hacer groserías con él cuando se volteara la miss, poder mear donde fuera, escribir mi nombre con el chorro. Ser hombre era un privilegio, y yo lo deseaba con todas mis hormonas.

Mi hermano hizo de mi cuarto un campo de batalla. Convirtió mi casa de Barbies en un arco de fútbol. Si yo quería ver tele, debía elegir entre los Súper Campeones o Las Tortuninjas. Tuve que aprender a defenderme para sobrevivir y a utilizar estrategias de guerra. Eso para mí era divertido y despiadado, pero, sobre todo, masculino.

Dejé de bailar ballet para probar mi fuerza en el remo. Me sentía ruda. Me rehusaba a que me crecieran las tetas. Los tops de deporte se encargaban de aplastarlas, pero ellas, necias, se hinchaban igual.

A diferencia de mis amigas, a mí nunca me gustaba nadie. Qué aburridas me resultaban esas charlas de evaluación y puntaje a cada chico. Dejé de juntarme con ellas. Entonces, el paradero se convirtió en el mejor point para aprender a escupir y silbar con los muchachos.

La regla estaba de mi lado y me vino muy tarde, casi al terminar el colegio. Todo esto me conflictuaba, porque, a fin de cuentas, era mujer y el conflicto, propio de mi género.

Con los años, mi cuerpo fue cambiando y las hormonas, ocupando su lugar. Ahora me gusta ser mujer, cada vez más. Poder traer vida (aunque todavía no lo hago); que mis tetas, ahora poco hinchadas, puedan alimentar algún día a un ser humano y que mis labios pintados de rojo logren hacerme sentir una dama o una puta. Dejo salir mi femineidad y me siento especial.

De todas formas, cada vez que veo a un grupo de chibolos corriendo detrás de una pelota, siento ese deseo imposible de querer ser uno de ellos.

Aquel beso

La primera vez que te vi, me temblaron las piernas. La segunda vez, nos ganaron la necesidad, la sed, las ganas de marcarnos. La tercera, ya me tenías. Tomé un avión y fui a tu encuentro.

No me frenaron mis veintitrés años de castidad ni los diez más que me llevabas de ventaja. No me frenó el hecho de haberte visto solo dos veces en mi vida. No hubo razón, ni lógica, ni miedo, ni duda que me detuviera.

Recuerdo verte ahí, plantado, esperándome entre el tumulto ansioso. Tan tú, seguro, relajado, con esa mirada profunda que me atravesaba y esa media sonrisa cerrada.

Pasamos veinte días refugiados en tu guarida, en la parte alta de un pueblo rodeado de árboles. El lugar perfecto para perderte del mundo.

Sin tecnología, sin planes, viviendo el instante. Abocados por completo a nuestros caprichos, a nuestras incontrolables y nuevas necesidades.

Tus orgasmos y los míos cabalgaban al mismo paso, sin picos ni caídas. Éramos un ondulante sinfín de energía, desarmándonos y volviéndonos a armar. No éramos dos extraños conociéndose sino dos almas reencontrándose. Nos debíamos tanto, no sé de cuándo, pero así se sentía.

Recibimos juntos la llegada de un nuevo año, aún recuerdo ese beso. Decidido, me sacaste del bullicio segundos antes de las doce y me aislaste entre tus piernas contra un árbol, respiraste, me miraste y, sin palabras, me robaste el aire.

Autorreflejos

Llevo un rato despierto. Tengo hambre y ya me cansé de ver tele. El cuarto de mi mami está cerrado con pestillo. Ayer vinieron invitados y la bulla me despertó varias veces. Prefiero eso a los pleitos y gritos cuando ellos están solos. Ahí no puedo dormir, y, si duermo, solo tengo pesadillas.

Bajo las escaleras. Encuentro la sala como si los objetos hubieran seguido la fiesta a solas. Respiro el olor del tabaco atrapado entre las paredes. La delgada capa de humo que envuelve los muebles me transporta a la hacienda de mis abuelos, cuando observaba la fina niebla que usan de falda las montañas.

La escena no cuadra. Mamá es muy ordenada, así que algo malo debe haber pasado. Siento un calor que me invade el pecho. Entre los cojines, encuentro un empaque de cigarrillos arrugado: caja blanca, letras azules y el camello dibujado. Mamá ha estado fumando y eso solo puede significar que está triste.

El calor ahora también está en mi estómago. Olfateo los vasos con resto de alcohol y mi cabeza gira hacia atrás de forma automática. Es una reacción parecida a la que tienen mis manos al cubrirme la cara cuando mi padrastro levanta el puño. En el cole nos enseñaron que se llaman autorreflejos. Juego a ser un inspector unos minutos, pero la angustia no me deja tener diez años. Me asomo por la ventana y compruebo mi sospecha: falta el Mercedes de mi padrastro.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Solo se lo diría a un extraño»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Solo se lo diría a un extraño» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Solo se lo diría a un extraño»

Обсуждение, отзывы о книге «Solo se lo diría a un extraño» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x