Una variedad de técnicas conductual-cognitivas que, paradójicamente, a pesar de ser acuñadas por seguidores –aunque heterodoxos– de Watson, han sido protagonistas importantes en el proceso de revalorización del uso terapéutico de las imágenes en la comunidad de los psicólogos científicos.
14º Comprender la eficacia de los procedimientos psicocorporales
Haber reconocido el poder terapéutico de procedimientos psicocorporales, aparte de las vías verbal e imaginaria, es un logro también muy específico de la Psicología Humanista.
De los más de cien modelos o métodos psicocorporales existentes (ciento diez en la enumeración de Gimeno-Bayón, 2013), muchos psicoterapeutas humanistas, o bien ejercen su actividad terapéutica en el marco de uno de estos modelos –Bioenergética, Biosíntesis, Focusing, Rolfing, Psicodanza, etcétera–, o bien integran una selección de procedimientos corporales en el suyo, logrando con ello aumentar el poder terapéutico de las vías verbal e imaginaria.
Este tipo de enfoque responde a la convicción de que el ser humano es una unidad psicofísica en la que las dimensiones somática y psicológica son expresiones de una misma realidad, plasmada en esos dos niveles.
15º Creación de nuevos paradigmas de investigación
Un último logro a destacar es el haber aportado la metodología de nuevos paradigmas de la investigación cuando los convencionales no resultan idóneos para verificar algunas hipótesis.
La primera obra colectiva importante de autores implicados en el Movimiento de la Psicología Humanista se publicó en 1967, siendo el coordinador James F.T. Bugental, con el título Challenges of Humanistic Psychology. En ella hay un porcentaje importante de capítulos que hacen referencia a la investigación científica. La parte tercera, titulada Research areas and methods contiene siete capítulos. La parte cuarta, titulada Some research products, seis capítulos. Es decir, desde sus inicios, la Psicología Humanista ofrece el testimonio de psicólogos con vocación de investigación científica, no sólo de psicoterapeutas. Esto ocurre sobre todo en aquellos países como los Estados Unidos en los que son abundantes la Universidades que tratan con respeto a los psicólogos humanistas. No ocurre así en España, salvo en algunos casos concretos.
Pero como logro principal respecto a esta cuestión hay que destacar la obra Human Inquiry. A Sourcebook of New Paradigm Research, editada por Peter Reason y John Rowan en 1981 y reimpresa en 1985.
Se señalan a continuación algunos de los títulos de sus cuarenta capítulos:
Philosophical basis for a new paradigm, de John Heron
The subjective side of Science, de Jan Mitroff
The general and the unique in psychological science, de G. W. Allport
The psychology of science, de Abraham Maslow
On making sense, de John Rowan y Peter Reason
Experiential research methodology, de John Heron
Personal construct theory and research, de Donald Bannister
The interviewing process re-examined, de Fred Massarik
Heuristic research, de Clark Moustakas
Issues of validity in new paradigm research, de Peter Reason y John Rowan
Sharing the research work: participative research and its role demands, de Max Elden
Implementing new paradigm research: a model for training and practice, de Shulamit Reinharz
A continuación, se indican algunos de los criterios del Nuevo Paradigma que se han tratado de cumplir en el Instituto Erich Fromm de Psicoterapia Integradora Humanista (desde el que escribe el autor), cuando ha realizado alguna investigación:
1. El trabajo clínico ha reunido normalmente las características de una investigación cooperativa, en la línea de lo reclamado entre otros por Heron (1985a): “En la forma completa de este enfoque, no sólo será el sujeto plenamente un coinvestigador sino que el investigador será también un cosujeto, que participa plenamente en la acción y experiencia que ha de investigarse” (Heron, 1985a, p.195).
2. La capacidad de alcanzar una elevada calidad de conciencia, por parte del psicoterapeuta y del investigador es un requisito para la validez de una investigación según proponen, p.e., Reason (1985), Heron (1985b), y Maslow (1966). Reason y Rowan establecen ocho principios para garantizar la validez en la investigación del nuevo paradigma, relacionándose los dos primeros con esta cuestión. Los formulan con estos términos: “Una investigación válida se apoya sobre todo en una conciencia de alta calidad por parte de los coinvestigadores” (Reason & Rowan, 1985, p.245). “Dicha conciencia de alta calidad sólo puede mantenerse si los coinvestigadores se implican en algún método sistemático de desarrollo personal e interpersonal” (Ibidem, p.246).
Sin haber vivido la experiencia de profundizar en el propio autoconocimiento y sin algún tipo de trabajo personal sistemático que haya facilitado entrar en contacto con procesos internos inconscientes, estos autores consideran difícil alcanzar la capacidad de atención y de conciencia requerida para una investigación válida sobre los procesos psicológicos de otros sujetos.
Maslow se refiere también al peculiar estado de la mente que requieren el terapeuta y el investigador, para comprender lo que ocurre en la mente de estos sujetos. Solamente este peculiar modo de atención puede ser fiel al enfoque holista –en contraposición a reduccionista– requerido por el nuevo paradigma. Con su lenguaje más bien informal y exagerado, lo resume en estos términos:
Todo clínico sabe que en el proceso de conocer a otra persona es mejor mantener su cerebro fuera del camino, y escuchar de forma total, encontrarse totalmente absorbido, receptivo, pasivo, paciente, y expectante más bien que apremiante, rápido e impaciente. No ayuda estar midiendo, preguntándose, calculando o probando nuestras teorías categorizando o clasificando. Si su cerebro está demasiado ocupado, usted no puede escuchar y ver bien. El término de Freud atención flotante describe bien esta clase de conocimiento de otra persona que no interfiere, global, receptivo, que espera (Maslow, 1966, cit. por Rowan, 1985, p.83).
3. El conocimiento experiencial es requerido, en la ciencia del nuevo paradigma, como complemento del conocimiento proposicional y del conocimiento práctico. Tanto Heron como Reason lo reclaman, como también Harré, Rowan, Torbert y Reinharz, entre los autores que colaboran en la obra ya citada de Reason y Rowan (1985):
Conocimiento experiencial es conocer una entidad –persona, lugar, pensamiento, proceso, etc.– en un encuentro e interacción cara a cara. Es conocer a una persona o cosa a través de un trato prolongado. La investigación empírica, precisamente porque es empírica, requiere necesariamente cierto grado de conocimiento experiencial sobre las personas y objetos sobre los que trata la investigación. Las conclusiones del investigador son proposiciones sobre personas o cosas de los cuales él o ella ha tenido un conocimiento experiencial a través de un encuentro directo (Heron, 1985b, p.27).
De los principios de Reason y Rowan, ya citados, para la validez de la investigación, el quinto contiene también esta reclamación: “La investigación válida implica una interacción sutil entre diferentes formas de conocimiento” (Reason & Rowan, 1985, p.249), en la que se refiere al logro de un conocimiento más “denso” y más “sustancial” cuando incluye las cuatro formas de conocimiento experiencial, práctico, presentacional y proposicional. Torbert subraya también este requisito con particular énfasis:
De acuerdo con el nuevo modelo de investigación, un sistema de actuación que no se ocupe de un estudio de sí mismo experiencial no puede ni producir ni reunir datos válidos debido a las incongruencias no examinadas en el interior de su experiencia. Tal sistema distorsionará los datos tanto de forma deliberada como sin querer y resistirá procesar un feedback que identifique las incongruencias (Torbert, 1985, p.150).
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