—¿Y quién te gusta de entrada, míster simpatía?
—¿Quieres callarte y volver a casa, listillo? —Hyun ignora su provocación.
En ese momento, el mánager Cheol abre la puerta de la sala de espera con la chaqueta de Ry y una expresión seria. Arem se remueve en el sitio, casi tan intranquila como él.
Viernes 7 de septiembre
02:00 p.m.
Casa St!gma — Sala de seguridad
—¿Cómo es posible que hayan alcanzado la zona común sin que nadie las interceptara?
Iseul se lleva las manos a la cabeza justo cuando la puerta tras ella se abre. Los dos técnicos que están en sus puestos, frente a las pantallas de vigilancia, se vuelven a la vez.
—¿Qué es lo que ha pasado? —pregunta Hyun dirigiéndose hacia los monitores.
Obvia la presencia de Iseul, pero esta no se queda en el sitio. Ya se enteró la noche anterior de que no era de su gusto. Al menos, no del todo. Aun así, va a tener que aguantarse.
—Eran tres chicas. Llevaban un paquete con comida, té y un pendrive que, según la carta que han escrito, contiene varias películas para que Jaehee las vea mientras se recupera. —Iseul se acerca a él mientras habla y se cruza de brazos. Hyun la observa de reojo sin cambiar la postura rígida—. Al parecer, han accedido por una de las ventanas de la planta baja mientras estaban ventilando, pero no sé cómo han llegado tan lejos…
Hyun tuerce el gesto y señala las pantallas.
—Las cámaras solo enfocan las puertas y algunas zonas en concreto para que tengamos intimidad. Si saben hacia dónde enfocan, es fácil esquivarlas. No es la primera vez que sucede.
—Pero ¿y los sensores de movimiento?
Iseul se gira hacia él y Hyun hace lo mismo.
—¿Algún neutralizador de potencia para que no lo notificara? ¿Hasta dónde han entrado?
—Habrá que revisar si han inutilizado alguno y repararlo —resuelve Iseul antes de buscar una libreta en el bolsillo interior de la americana—. Han llegado al recibidor de la planta común, Jaehee y yo estábamos en la cocina.
Escribe a toda prisa y se concentra tanto en ello que tarda unos segundos en darse cuenta de que Hyun no dice nada. Cuando levanta la vista, se lo encuentra mirando una pantalla en concreto con el ceño fruncido. No tarda en descubrir que es la que da a la sala de baile.
Se pregunta si estará pensando en lo que pasó allí con Jaehee hace muy pocos días.
—Está mejor —susurra.
Iseul puede notar que Hyun se tensa al escuchar su voz, pero no alcanza a ver su expresión.
—Buen trabajo, chicos, hasta luego —se despide.
Al girarse, a Iseul le parece que intenta no cruzarse con ella y se dirige hacia la puerta. La mánager guarda su libreta para salir detrás del joven.
—Creía que estabas preocupado y te lo contaba por si…
Hyun se vuelve de golpe e Iseul se ve forzada a frenar para no chocar contra él.
—No necesito que me expliquen cómo está mi amigo, gracias. —El joven afila la mirada y chasquea la lengua antes de darle la espalda de nuevo.
Iseul niega con la cabeza y lo sigue en silencio hacia la cocina.
—¿Te has teletransportado para llegar tan rápido del Central City? —pregunta Hyun a alguien que ya está dentro.
—Casi. Buenas tardes, mánager Shin —la saluda Taeyang desde una de las encimeras—. Me ha dicho Jaehee que nos ha dejado hecha la comida, muchas gracias.
Iseul sonríe mientras recoge su teléfono. Sin apenas darse cuenta de que ha continuado grabando durante todo ese rato, lo bloquea y se lo guarda en el bolsillo.
—¿También te ha dicho que me ha ayudado? —pregunta enarcando las cejas.
—No, eso se le ha olvidado. ¿Quieres envenenarnos? —bromea Taeyang, que le da un suave codazo a Jaehee.
—Si a cortar las verduras del acompañamiento y mirar lo que hace por encima de su hombro se le llama cocinar… Entonces, sí —contesta Jaehee haciendo ademán de devolvérsela.
—Y yo que te iba a preparar manduguk hoy que hace tanto frío —se lamenta Hyun.
—¿Sabes cocinar? —pregunta Iseul con admiración.
—Hyun hace la mejor sopa que te puedas imaginar. Mi madre siempre quiere imitar su receta, pero nunca lo logra a la perfección —contesta Jaehee.
Hyun pone una mano sobre la cabeza de Jaehee y tira de él para revolverle el pelo.
—Es que el truco del maestro no se desvela —le dice con un guiño.
Iseul se fija en el cambio de actitud del joven. No parece el mismo que la ha tratado con tanto desprecio momentos antes. Comprende que Hyun debe ser una persona mucho más reservada que el resto, incluso desconfiada.
No tarda en despedirse. Si los mánager que acompañaban a Hyun y Taeyang ya han regresado, ella puede marcharse a casa hasta el día siguiente. La mirada de Jaehee parece lucir un poco más luminosa, por lo que Iseul recoge sus cosas, animada.
La salida de la casa de St!gma es más complicada que la entrada, se nota que han endurecido la seguridad por lo ocurrido. Debe mostrar su identificación varias veces para salir del edificio. Está guardando la tarjeta cuando se choca de lado con una chica.
—Perdona —se disculpa volviéndose hacia ella.
Iseul se queda extrañada porque la desconocida prosigue su camino sin más. Como si no se hubiera dado cuenta.
Viernes 7 de septiembre
04:00 p.m.
Nowadays Entertainment — Planta 20
El fondo de Behind the Masquerade sigue mostrando el blanco respetuoso por el luto a D. Sun mientras Jiyoung baja por la página para buscar la noticia que le interesa. Hyun le ha dicho que el portal ha subido un reportaje fotográfico de la ceremonia de despedida al líder de Bright.
No le gusta demasiado recurrir a páginas web de ese tipo, pero, dentro de lo malo, debe reconocer que el administrador hace buenas fotografías. Aunque tenga cierta tendencia a sacar imagénes en las que Jiyoung sale cortado o de espaldas junto a sus compañeros de St!gma. Es algo que siempre lo ha atormentado, quizá porque, en el fondo, siempre ha sabido que no debieron escogerlo como líder del grupo.
—¿Jiyoung? —pregunta Cheol abriendo la puerta.
El joven cierra el explorador en su móvil y levanta la vista hacia el mánager. Jiyoung se pone en pie con cierto nerviosismo antes de preguntar:
—¿Se sabe algo nuevo?
El mánager Cheol lo reprende con la mirada. Jiyoung se encoge de hombros porque no necesita que lo amoneste por ser siempre tan impaciente. Es incapaz de ser de otra manera. El calmado es Hyun, él es puro nervio.
Bae suele bromear con que son el matrimonio perfecto por lo bien que se compensan, pero ahora mismo le cuesta recordar a su amigo de otra manera que no sea con ese aire taciturno que mostró en la ceremonia de D. Sun y que sigue arrastrando en los mensajes que han intercambiado.
—Hemos reforzado la seguridad en la casa y han soltado a las jixis después de que se disculparan —responde el mánager.
Gesticula para que Jiyoung se acomode en el mismo sofá color perla donde ya estaba sentado. La inquietud en el joven empeora cuando el otro se echa hacia delante para seguir hablando.
—Hit Song no acepta que no actuemos. Dicen que podemos usar un repertorio antiguo, pero que la gala continúa como está.
Jiyoung se recuesta en el sofá con un suspiro.
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