Valor agregado = excedente bruto de explotación + remuneración de los trabajadores ∑ Valores agregados = PIB = ∑ Pagos a factores primarios
FALENCIAS DEL PIB
Hechas las tres definiciones, se encuentra que faltan una variedad de conceptos importantes, entre ellos:
•Los productos intermedios y los productos o servicios que no salen al mercado y que, por tanto, no tienen precios con qué valorarlos, como el trabajo de las amas de casa y la producción de subsistencia de las nacionalidades indígenas. Lo curioso, en el caso del primero, es que cuando esas mismas labores domésticas se las pone a cargo de personas contratadas, esos pagos sí se contabilizan en el PIB.
•Impactos sociales y económicos de la distribución del ingreso; mejoras o deterioros en la calidad de vida de la gente; mejoras o deterioros en la calidad de los productos que se compran y se venden; proliferación de la economía informal y de las actividades ilegales.
•El valor previamente agregado por la naturaleza a sus recursos, lo cual trae como resultado la singular situación de que, por ejemplo, cuando se tumba un árbol que tomó años en llegar a su madurez, no hay ninguna partida de costo que registre esa disminución de los recursos naturales, pero sí hay partidas de ingresos que surgen de los productos que se obtienen del árbol caído.
•El agotamiento de los recursos energéticos, de los recursos hídricos, de los recursos mineros, de los recursos forestales, de las existencias de peces, de las aguas subterráneas y, en general, la depredación del medio ambiente.
Después de considerar estas falencias, la conclusión inevitable es que el PIB es una medida incompleta de la actividad económica y un indicador inadecuado del bienestar de la gente.
EL PIB REAL PER CÁPITA
A pesar de las limitaciones que se acaban de anotar, el concepto que universalmente se utiliza como el indicador más representativo del desempeño económico de cualquier país es el PIB real per cápita, esto es el PIB valorado a precios constantes, sin efectos inflacionarios, y dividido para la población. Las razones no son nada misteriosas: es relativamente fácil de calcular, es igualmente fácil de comunicar e interpretar y se presta, sin mayores problemas, para hacer comparaciones de cómo les ha ido a las economías de los países a lo largo de los años.
Para el caso del Ecuador, por ejemplo, en el gráfico 3.5una lectura rápida de los altos y bajos que este concepto ha experimentado entre 1965 y 2017 permite identificar cuatro etapas y un epílogo por los cuales ha transitado la economía en estos años. En la primera, de 1965 a 1971, justo antes de la primera bonanza petrolera, la tasa de crecimiento anual promedio del PIB real per cápita fue tan solo de 1,0 %, lo cual explica por qué la curva se queda por debajo de la línea de tendencia. En la segunda, entre 1972 y 1981, con el primer auge petrolero, la tasa real de crecimiento promedio subió, sorprendentemente, a un 3,9 %, que no solo nos llevó sobre la tendencia, sino que, lastimosamente, no se ha vuelto a repetir. La tercera llegó, entre 1982 y 1999, con dos décadas perdidas en las cuales la tasa anual de crecimiento fue de 0,0 % y que nos llevó de regreso por debajo de la tendencia. En la cuarta, entre 2000 y 2014, impulsada por la segunda bonanza del crudo, la tasa de crecimiento subió a un 2,1 %, que sirvió para ubicarnos nuevamente por encima de la tendencia. Con la drástica caída de los precios del petróleo en el tercer trimestre de 2014, el crecimiento promedio de 2015 a 2017 fue de -1,0 %.
GRÁFICO 3.5 PIB per cápita en dólares de 2007, 1965-2017
FUENTES: 1965-2006: BCE, 85 años Series estadísticas históricas, 1927-2012 (Cuadros 4.1, 4.2 y 4.13) 2007-2017: BCE, IEM , varios números (Cuadro 4.3.1)
Cuando se considera el período 1965-2017 como un todo, se encuentra que la tasa de crecimiento promedio anual fue de tan solo un 1,5 %. Si este fuera el único indicador de lo que se ha hecho en el país en beneficio de su población, el balance de nuestros esfuerzos sería muy pobre, y no sería el adecuado. Cierto es que falta mucho por hacer; también es cierto que, a pesar de las muchas carencias que nos acosan, los ecuatorianos vivimos mejor que hace 50 o 30 años. En resumen, el PIB real per cápita es una métrica útil pero inadecuada cuando se trata de aquilatar el bienestar de la gente de una nación.
EL ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO (IDH)
La creciente insatisfacción con el uso generalizado de la tasa de crecimiento del PIB como la medida de los avances en el desarrollo económico de las naciones llevó al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a diseñar una métrica que, sin dejar de lado el componente cuantitativo del PIB, incorporara dimensiones cualitativas más “centradas en la gente”. El resultado de este empeño, bajo la inspiración y dirección de visionarios como Mabbub al Haq y Amartya Sen, fue la estructuración del IDH, que se publicó por primera vez en 1990.
Luego de una prolija búsqueda de indicadores “más centrados en la gente”, los constructores del IDH decidieron incluir en él, a más del PIB per cápita, las dimensiones de salud y de educación. En el cuadro 3.2se puede observar cómo estas dimensiones están representadas por la esperanza de vida al nacer y por el promedio de años de escolarización, respectivamente.
Llegaron a esta decisión una vez que las investigaciones que se llevaron a cabo dentro del proceso para generar el IDH demostraron la “ausencia de una correlación significativa entre crecimiento económico y avances en salud y educación [...] [siendo] esta relación [...], especialmente débil en los niveles de IDH medio y bajo”. 78En otras palabras diferencia o similitudes en el per cápita no traen consigo diferencias o similitudes paralelas en salud o en educación, lo cual se puede percibir directamente cuando se comparan las cifras de la cuarta columna con las de las dos anteriores. 79
Tomemos los casos de Nueva Zelanda y Arabia Saudita. Según los valores de sus INB per cápita(USD 23.737 y USD 23.274, respectivamente), a los dos países se los podría clasificar en una categoría económicamente afín, pero cuando se toman en cuenta las diferencias en esperanza de vida y en años de escolarización surgen las razones que hacen que, en el ranking general del IDH, el primero ocupe el quinto lugar y el segundo esté en el puesto 56. Otra comparación interesante se puede hacer entre Ecuador y Costa Rica. La diferencia en INB per cápita es más bien moderada, USD 7.589 vs. USD 10.497, pero la diferencia en sus posiciones es de 83 a 69, respectivamente, o sea de 14 puestos. En el caso de Australia y Estados Unidos, se da la curiosa situación deque mientras el primero tiene un INB per cápita sustancialmente inferior al del segundo (USD 34.402 vs. USD 43.017), su posición en el ranking es claramente superior: 2 vs. 4.
CUADRO 3.2. Muestra de países: IDH y sus componentes, 2011
INB, Ingreso Nacional Bruto: Ingreso total generado por los factores productivos dentro y fuera del país.
FUENTE: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2011, 145 y 146
3.2. OFERTA Y UTILIZACIÓN FINAL DE BIENES Y SERVICIOS
Bajo el título de Oferta y utilización final de bienes y servicios, el Banco Central agrupa a los componentes claves de la demanda interna de la economía ecuatoriana: consumo de los hogares y consumo del Gobierno, que sumados dan el consumo total; la formación bruta de capital fijo (FBKF, por sus siglas en inglés), que incluye tanto la inversión pública como la privada, y las exportaciones netas, que son la diferencia de las exportaciones y de las importaciones de bienes y servicios. La ecuación correspondiente es como sigue:
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