CUADRO 2.2. “En general, el conocimiento interdisciplinario es mejor que el conocimiento obtenido en una sola disciplina” (porcentajes)
FUENTE: Fourcade, Ollion y Algan, “The Superiority of Economists”: 95 (Trad. por el autor)
Si se revisa el índice analítico de textos de comercio internacional tan conocidos a nivel de pregrado, como los de Krugman y Obstfeld, de Salvatore y de Carbaugh, Porter nuevamente brilla por su ausencia. Y si de textos de posgrado se trata, en el de Feenstra, considerado por The Economist referencia obligada para cualquier candidato al PhD que quisiera prepararse para sus exámenes en el área de comercio internacional, el nombre de Porter tampoco aparece por ningún lado. 71
LLAMADOS A LA HUMILDAD
Durante de la primavera y el verano de 1942, desde el techo de la capilla del King’s College de la Universidad de Cambridge, John Maynard Keynes, de casi 60 años, y Friedrich Hayek, de 41, vigilaron diligentemente los cielos para dar su voz de alerta sobre la aproximación de bombarderos alemanes. Lo hicieron como ciudadanos muy pendientes del bien común y como los buenos amigos que eran. 72Sus diferencias doctrinarias e intelectuales eran por todos conocidas, pero lo que ninguno de ellos podía anticipar es que, con el correr del tiempo, los dos iban a coincidir en un llamado a la humildad a los economistas. En 1930, Keynes dijo:
No lleguemos a sobreestimar la importancia de los problemas económicos, o a sacrificar en nombre de sus supuestas necesidades otros asuntos de mayor y más permanente trascendencia. Esto debería ser materia para especialistas como la odontología. Si los economistas pudiésemos conseguir que se nos piense como gente humilde y competente, como si fuéramos dentistas, sería simplemente espléndido. 73
En 1974, y ampliando sobre el tema, Hayek, al recibir el premio Nobel en Economía, puso con admirable precisión varios puntos sobre varias “íes”:
El premio Nobel confiere a un individuo una autoridad que, en economía, ningún hombre debe poseer. Esto no tiene trascendencia en las ciencias naturales. En ellas, la influencia que un individuo puede ejercer es principalmente sobre sus colegas profesionales, quienes, de inmediato, lo pueden poner en su sitio si es que se excede en sus competencias. Pero la influencia de los economistas que de verdad cuenta es la que este ejerce sobre gente no versada en sus temas: políticos, periodistas, empleados oficiales y el público en general.
No hay ninguna razón por la que un hombre que ha hecho aportes distinguidos a la ciencia de la Economía tenga que ser omnicompetente en todos los problemas de la sociedad, en la forma como la prensa tiende a tratarlo hasta cuando él mismo termina convenciéndose de que sí lo es. Le hacen creer a uno que tiene como obligación pública pronunciarse sobre problemas a los que posiblemente no haya prestado mayor atención.
Estoy, por tanto, casi inclinado a sugerir que se requiera de los galardonados un juramento de humidad, como un juramento hipocrático, de nunca salirse en sus pronunciamientos públicos de los límites de su competencia. 74
Sabias palabras que hacen un magnífico dúo con la manera tan sencilla con la que Drucker comentó sobre el tema:
La Economía solía ser una disciplina grata debido a que era tan humilde. Si alguien hacía una pregunta a un economista de 1925 su respuesta era “No sé”. Lo cual no dejaba de ser una respuesta respetable (por lo menos modesta). 75
No sabemos si alguna vez Rodrik leyó a Drucker, pero en 2015, en el octavo de sus mandamientos para economistas, corroboró sus sentimientos: “Está bien decir ‘no sé’ cuando le pregunten sobre política económica”. 76
Amén.
EL PRODUCTO INTERNO BRUTO (PIB)
El PIB vino al mundo de la mano de la Macroeconomía y de las cuentas nacionales. La publicación, en 1936, de la Teoría general del empleo, del interés y del dinero, de John Maynard Keynes, puso en marcha un proceso que culminó con la construcción de lo que hoy se conoce como la Macroeconomía. Esta la rama de la teoría económica que estudia el comportamiento de los agregados económicos en la determinación del nivel de empleo, del nivel de ingreso y del nivel de precios en una economía considerada como un todo.
En el gráfico 3.1, que es la repetición del gráfico 1.3del primer capítulo, se esboza un funcionamiento elemental de un prototipo simplificado de una macroeconomía moderna. En él se ve cómo los factores de producción procedentes de los hogares, al ser empleados por las empresas, generan, simultáneamente, los bienes y servicios que estas llevan al mercado y los ingresos necesarios para que las familias los puedan comprar a los precios que en él se establezcan, cerrando así un círculo beneficioso de apoyos mutuos. En él se puede ver también cómo aquella parte de esos ingresos que no van al consumo van necesariamente al ahorro y que, si las condiciones son propicias, estas se pueden convertir en inversiones y reincorporarse así a la corriente circular. Adicionalmente, se detecta cómo los impuestos se convierten en recursos del Gobierno, cómo se reintegran a la corriente circular en la forma de gasto público y cómo las empresas se dedican a exportar e importar.. En esa ocasión, sin embargo, se resalta que todo este accionar no se llevaba a cabo en un vacío sino dentro de un sistema social, el cual, a su vez, estaba inmerso en un ecosistema.
En este capítulo se toma una dirección alterna. Tan pronto los estudiosos de turno tuvieron a su disposición el bagaje de conceptos básicos de la Macroeconomía, se dedicaron a ponerle cifras a todo este entramado. Lo primero que hicieron fue crear la disciplina de la Contabilidad Nacional y, por esta vía, un buen día hace ya algunos años apareció en el planeta Tierra el PIB. Este capítulo está dedicado a avanzar en el entendimiento de quién es este personaje. Se ocupa de identificar sus virtudes y defectos, y de precisar cómo lo usan las cuentas nacionales, que desde 1950 elabora el Banco Central del Ecuador.
GRÁFICO 3.1. Prototipo simplificado de una macroeconomía (valores hipotéticos en millones de dólares)
Y = C + I + G 1000 = 65 + 250 + 100 S + T = I + G 250 + 100 = 250 + 100
En la primera sección se cubren las tres definiciones del PIB, las falencias que las acompañan, los usos que se hacen de él, y cómo, con el afán de llenar parcialmente sus vacíos, se ha desarrollado la métrica alterna del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En la segunda, siguiendo los cánones de las cuentas nacionales, se identifican y se analizan los comportamientos de los principales componentes de los usos del PIB, en el período 1965-2017: los consumos de los hogares y del Gobierno; la FBKF por parte del sector público y del sector privado, y las exportaciones menos las importaciones. En la tercera, con la misma base contable y para el mismo período, se hace una tarea similar con las industrias que originan al PIB por el sector primario, el sector secundario y el terciario. En la cuarta, tomando en cuenta que en el PIB no se incluye la producción de bienes intermedios y que estos son de vital de importancia en el funcionamiento de la base productiva de una nación, se explican de manera somera los conceptos e instrumentos básicos de la contabilidad interindustrial y de una muy reciente aplicación de estos al caso ecuatoriano. Al finalizar el capítulo, se tendrá una visión panorámica del devenir de los principales componentes de la demanda interna y de los principales sectores de la producción que han generado el PIB de la nación desde 1965 hasta 2017. Quien lee habrá dado sus primeros pasos en el entendimiento de lo que ha sido y es la economía ecuatoriana.
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