Figura 4-7. Factores que influencian la susceptibilidad de un individuo para desarrollar úlceras por presión.
Tomado de: National Pressure Ulcer Advisory Panel and European Pressure Ulcer Advisory Panel (NPUAP-EPUAP). (2009). Prevention and treatment of pressure ulcer: clinical practice guideline. Washington DC: NPUAP.
Figura 4-8. Úlceras por presión categoría II.
Tomado de: GNEAUPP. Úlcera por presión categoría II. En: GNEAUPP [en línea] 2018 [consultado en el 2019]. Disponible en: https://gneaupp.info/ulcera-categoria-2/
Figura 4-9. Úlceras por presión categoría II.
Tomado de: GNEAUPP. Úlcera por presión categoría II. En: GNEAUPP [en línea] 2018 [consultado en el 2019]. Disponible en: https://gneaupp.info/ulcera-categoria-2/
Categoría o estadio III: pérdida total del grosor de la piel (grasa visible)
Pérdida completa del grosor del tejido. La grasa subcutánea puede resultar visible, pero los huesos, tendones o músculos no se encuentran expuestos. Pueden aparecer esfácelos. Puede incluir cavitaciones y tunelizaciones ( figura 4-10).
Otras características: la profundidad de las LPP de categoría o estadio III varía según su localización en la anatomía del paciente. El puente de la nariz, la oreja, el occipital y el maléolo no tienen tejido subcutáneo (adiposo) y las úlceras de categoría o estadio III pueden ser poco profundas. 31Por el contrario, las zonas con adiposidad significativa pueden desarrollar lesiones por presión de categoría o estadio III extremadamente profundas. El hueso o el tendón no son visibles ni directamente palpables.
Figura 4-10. Lesión por presión categoría III.
Tomado de: Enfermeriabuenosaires.com [homepage on Internet]. España [updated 2019 jan 8; cited 2019 sep 2]; Disponible en: https://enfermeriabuenosaires.com/ulceras-por-presion-fotos-contenido-educativo
Categoría o estadio IV: pérdida total del espesor de los tejidos (músculo, hueso visible)
Pérdida total del espesor del tejido con hueso, tendón o músculo expuestos. Pueden aparecer esfácelos o escaras. Incluye, a menudo, cavitaciones y tunelizaciones ( figura 4-11).
Figura 4-11. Lesión por presión categoría IV.
Tomado de: ulceras.net. [homepage on Internet]. España [updated 2018 jan 8; cited 2019 Sept 20].disponible en: https://www.ulceras.net/monografico/110/98/ulce-ras-por-presion-categorias.html
Otras características: la profundidad de la LPP de categoría o estadio IV varía según su localización en la anatomía del paciente. El puente de la nariz, la oreja, el occipital y el maléolo no tienen tejido subcutáneo (adiposo) y estas lesiones pueden ser poco profundas. Las lesiones de categoría o estadio IV pueden extenderse al músculo, a las estructuras de soporte, o ambos, (por ejemplo, la fascia, tendón o cápsula de la articulación) pueden provocar la aparición de una osteomielitis u osteítis. El hueso o el músculo expuesto es visible o directamente palpable.
Categorías adicionales para los EE. UU.
Inclasificable o sin clasificar: pérdida total del espesor de la piel o los tejidos, profundidad desconocida. Pérdida del espesor total de los tejidos, donde la profundidad real de la úlcera está completamente oscurecida por esfacelos (amarillos, de color bronceado, grises, verdes o marrones) o escaras (de color bronceado, marrón o negro) en el lecho de la herida.
Otras características: hasta que se hayan retirado suficientes esfacelos o escaras para exponer la base de la herida, no puede determinarse su verdadera profundidad; pero será bien de categoría o estadio III o IV. Una escara estable (seca, adherida, intacta, sin eritema o fluctuación) en los talones sirve como «cobertura natural (biológica) del cuerpo» y no debe ser eliminada.
Sospecha de lesión en los tejidos profundos, profundidad desconocida. Área localizada de color púrpura o marrón de piel decolorada o ampolla llena de sangre debido al daño de los tejidos blandos subyacentes por la presión, cizallamiento, o ambos.
Otras características: el área puede ir precedida por un tejido que es doloroso, firme o blando, más caliente o más frío en comparación con los tejidos adyacentes. La lesión de los tejidos profundos puede ser difícil de detectar en personas con tonos de piel oscura. Su evolución puede incluir una ampolla fina sobre un lecho de la herida de coloración oscura. La herida puede evolucionar y llegar a cubrirse por una fina escara. Su evolución puede ser rápida y puede exponer capas adicionales de tejido, incluso aunque se la trate médicamente.
Tratamiento
Para el tratamiento de las UPP se darán pautas generales, ya que en el capítulo de « Cómo elegir un apósito para las heridas» se ampliará más este punto.
La primera medida con un paciente que padece una LPP es el alivio de la presión de forma inmediata valorar de forma completa las características del paciente, de la lesión y aplicar las Superficies Especiales para el Manejo de la Presión (SEMP) más adecuada, además se hace necesario colocar en práctica los cuidados locales y generales recomendados en la literatura mundial y recomendado por grupos como el GNEAUPP. Asimismo, es necesario el registro, la notificación y por ende el correcto diagnóstico de la lesión de acuerdo con sus características principales: dimensiones, tipo de tejido en el lecho de la herida, presencia de tejido de maceración, bordes, profundidad y signos de infección, además de otras características como: presencia de tejido necrótico, estado de la piel perilesional, nutrición entre otras y en lo posible un índice de medida del proceso de cicatrización.
El tratamiento de las LPP se debe basar en tres pilares fundamentales: el primero de ellos hace referencia a la terapia causal, es decir, se enfoca en restablecer el suministro sanguíneo a la zona dañada a través de una completa eliminación de la presión sobre la lesión, ya que si esto no se hace, la curación de la lesión no se hace posible, 29además de mantener una correcta descompresión durante todo el tratamiento o, de lo contrario, el daño que se provoca y el retroceso en el proceso de curación son mayores.
El segundo pilar se enfoca en la terapia local de la lesión donde se incluye el desbridamiento quirúrgico, con lo que se trata de estimular la continua limpieza de la lesión con la ayuda de apósitos hidroactivos de granulación con los que se logra la formación de tejido de granulación, así como la epitelización definitiva. Por estadios, el tratamiento local seria así:
•Estadio I: en este estadio se recomienda la aplicación tópica de hidrocoloides extrafinos, AGHO y apósitos de espuma (CITA libro teresa). 31
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