3. Dermatitis perilesional : asociada al exudado procedente de las heridas en la piel perilesional y cuya localización está en relación con la lesión primaria ( figura 4-4).
4. Dermatitis cutánea asociada a exudado: en estas lesiones el exudado no procede de heridas sino de otros procesos como la insuficiencia cardíaca severa o el linfedema entre otros, y se suele localizar en las extremidades inferiores o en la zona afecta del linfedema ( figura 4-4).
5. Dermatitis periostomal: ocasionada por los efluentes procedentes de ostomías (saliva, efluente intestinal u orina) ( figura 4-5).
6. Dermatitis por saliva o mucosidad procedente de la boca o fosas nasales. Estas lesiones por humedad suelen ir acompañadas de síntomas como ardor, prurito u hormigueo. El dolor también es frecuente en este tipo de lesiones ( figura 4-5).
Clasificación de las lesiones por humedad
La GNEAUPP propuso hace poco clasificar las lesiones por humedad de la siguiente manera:
Figura 4-1. Lesiones por presión. A. Lesión por presión sobre sacro con forma redondeada u ovalada situada perpendicularmente sobre prominencias óseas. B. Lesión por presión sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por distintos materiales o dispositivos clínicos: lesión en antebrazo por sistema de sueroterapia.
Tomado de: 19
Figura 4-2. Lesiones causadas por humedad. Lesión por humedad que es presenta como inflamación de la piel, que puede ocurrir sola o con la presencia de maceración o erosiones situadas sobre zonas muy expuestas a la humedad como glúteos, pliegues intermamarios, etc. Se caracteriza por presentar bordes difusos e irregulares, con forma de espejo acompañada de importante eritema y solución de continuidad de la piel.
Tomadas de: 19
Figura 4-3. A. Dermatitis asociada a la humedad, por incontinencia B. intertriginosa.
Tomado de: 19
Figura 4-4. A. Dermatitis perilesional y B. Asociada al exudado.
Tomadas de: 19
Figura 4-5. A. Dermatitis periostomal y B. Por mucosidad.
Tomadas de: 19
Categoría I: eritema sin pérdida de la integridad cutánea. Piel íntegra con enrojecimiento, que puede ser no blanqueable, de un área localizada, generalmente sometida a humedad. A su vez y en función del eritema, puede clasificarse como:
•1A. Leve, moderado (piel rosada). 20
•1B. Intenso (piel rosa oscuro o rojo).
Las lesiones por humedad de esta categoría pueden confundirse con frecuencia con las lesiones por presión o por fricción.
Categoría II: eritema con pérdida de la integridad cutánea. Pérdida parcial del espesor de la dermis que se presenta como una lesión abierta poco profunda con un lecho de la herida rojo rosado. Los bordes de la piel perilesional suelen estar macerados y presentan un color blanco amarillento. En lesiones extensas compuestas por multitud de lesiones satélites pueden entremezclarse ese color rojo rosado con el blanco amarillento.
A su vez, y en función del grado de erosión o denudación, puede clasificarse como: 21
•2A. Leve, moderado (erosión menor al 50% del total del eritema).
•2B. Intenso (erosión del 50% o más del tamaño del eritema).
Es necesario tener en cuenta otros tipos de lesiones que pueden hacer confuso el diagnóstico. 21
Lesiones por roce o fricción
Este es uno de los factores de riesgo junto con la cizalla que más se asocia a las úlceras por presión, lo que hace que muchas escalas de valoración evalúen dicho ítem. La investigación ha demostrado que las lesiones por fricción solo afectan la capa superficial de la piel, que no se corresponde a la fuerza de presión, por lo cual no deben de entrar dentro en categoría.
Según la GNEAUPP se definen de la siguiente manera: 18« La lesión localizada en la piel (no suele afectar a tejidos subyacentes) provocada por las fuerzas derivadas del roce fricción entre la piel del paciente y otra superficie paralela, que en contacto con él, se mueven ambas en sentido contrario».
El factor principal de estas lesiones son el rozamiento y fricción, por el coeficiente de fricción tan alto que maneja la piel cuando está bajo estas circunstancias, el cual se «aumenta» cuando la piel esta húmeda y hace que se adhiera a la superficie en la que se encuentra; el aumento de este coeficiente dependerá entre muchos factores del tipo de superficie de apoyo, la humedad del ambiente y la humedad de la piel.
Características clínicas de las lesiones por fricción
Se presentan sobre cualquier zona sometida a fricción (que puede ser o no una prominencia ósea) y que fundamentalmente se producen cuando el enfermo, sentado o acostado con la cabecera elevada, se desliza y provoca un roce de la piel, generalmente a través de una sábana con el sillón o cama; la forma más común de producirla es cuando se cambia de posición al paciente de la cama.
Las lesiones de fricción se presentan de tres formas: 22
•Como eritema de formas lineales que no palidece a la presión (en esta fase es difícil distinguirlas de las lesiones por presión).
•Como flictena (vesícula o ampolla en función del tamaño), que determina claramente que la lesión tiene por origen la fricción.
•Como úlcera; cuando se rompe la flictena, deja una lesión abierta con pérdida de sustancia.
Clasificación de las lesiones por fricción
Categoría I: eritema sin flictena. Piel intacta con enrojecimiento no blanqueable de un área localizada, generalmente una zona sometida a fricción, donde el eritema presenta formas lineales. El área puede ser dolorosa, estar más caliente en comparación con los tejidos adyacentes y puede presentar edema. En esta fase puede confundirse con las úlceras por presión.
Categoría II: presencia de flictena. Flictena (vesícula o ampolla en función del tamaño de la misma) que se mantiene intacta, sin solución de continuidad rellena de suero o líquido claro, indica lesión en la epidermis o en la dermis superficial. La piel de la flictena es fina y fácil de retirar. En ocasiones hay contenido hemático por lesión de la dermis profunda, aunque no se ven afectados los tejidos subyacentes.
Categoría III: lesión con pérdida de la integridad cutánea. Pérdida parcial del espesor de la dermis que se presenta como una úlcera abierta, poco profunda, con un lecho de la herida rojo rosado (aunque también pueden existir restos de hematoma o sangre coagulada). Pueden quedar en la zona perilesional restos de la piel que recubría la flictena y los bordes de la piel que rodea a la lesión pueden estar levantados, dentados o ambos.
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