LA LEYENDA DE LOS DOLGIAS
ARNOLDO LOZANO
© Arnoldo Lozano
© La Leyenda de los Dolgias
Septiembre 2021
ISBN ePub: 978-84-685-6160-8
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Para el amor de mi vida, mis padres, manita, sobrinos, familia y amistades
Gracias por tanto y por todo.
Índice
I LEYENDA Y LEGADO: LA ASAMBLEA ANCESTRAL
II SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
III GRADUACIÓN
IV ESPACIOS DE LIBERTAD
V RUTA THENDE
VI UNIVERSIDAD DE DOLGIAVIT
VII UN INSTRUMENTO INSIGNIA
VIII EL PALACIO DE PROMEND
IX RENACIMIENTO
X LA VENGANZA PERPETUA DE VANDORM
XI ¡NO ME QUEDARÉ A VERLOS MORIR, GENERAL!
XII CADETE GANEVE
XIII TODO VIVE, TODO SE UNE, TODO BRILLA
XIV UNA JOVEN CAPITANA
I
LEYENDA Y LEGADO: LA ASAMBLEA ANCESTRAL
La joven líder de los asistentes del Palacio Ancestral irrumpe en la Sala de la Asamblea en plena sesión.
—¡Mi Lend Engelmor! —dice, agitada.
—¿Qué ocurre, Larevied? —le pregunta Engelmor, desde el asiento principal.
—Mi Lend, señores de la Asamblea, una comitiva Vandormana se ha estacionado en los alrededores del palacio —dice ella, con grandes gotas de sudor recorriéndole el rostro—. La nave del General Kwold está al frente del convoy, como la última vez. Los soldados del Regimiento Tavet son insuficientes para contenerlos.
Engelmor baja la mirada y se lleva la mano a la barbilla.
—Señores —dice dirigiéndose a los siete representantes de los planetas del Sistema Planetario Ancestral—, como sabemos, nuestra última reunión con la Prefectura de Vandorm no resultó en buenos términos. Debemos ser precavidos e inteligentes. Solo así podremos fortalecer las bases de nuestro sistema y lograr su unificación de por vida.
—Mi Lend —dice el representante del planeta Cudienk—, es evidente que Vandorm pretende dominarnos. Ya lo logró antes con los sistemas de Imlers y Oplatrerd.
—Es lo único que les interesa —asiente el representante de Yamchem—. Hemos recibido noticias acerca de la colonización de regiones cercanas por su parte.
—Mi Lend, señores, este es el momento de defender y consolidar la soberanía de Dolgiania y del sistema entero —interviene el representante de Dodanesk.
Engelmor lo observa con seriedad.
—Nuestra prioridad es negociar con inteligencia, señor Sonjorz. El último recurso del que dispondremos será el destierro perpetuo de Vandorm. Debemos emplear la menor violencia posible. Como usted sabe, siempre hemos sido y seguiremos siendo un sistema pacífico —dice, y vuelve el rostro hacia su asistente — Larevied, ordena al Regimiento Tavet que envíe tropas al palacio, pero con cautela. Debemos evitar que Kwold y los soldados Magma Vandormanos los intercepten y ataquen.
—Sí, mi Lend. Enseguida —responde ella, dándose la vuelta y lanzándose a correr hacia la Cúpula de Enlaces Tavet del palacio.
Engelmor y los miembros de la Asamblea se levantan y se dirigen hacia el Prisma Ancestral, ubicado en el centro de la Sala. Creado por ellos, se trata de una monumental columna prismática octagonal, de diez metros de diámetro y cincuenta de altura, coronada por una esfera de cristal de Virtunmend. Funciona como el centro energético y comunicacional del sistema planetario Dolgia.
Los ocho hombres, ataviados con túnicas teñidas de blanco y azul marino, levantan sus brazos hacia él. De la túnica de Engelmor comienza a brotar un resplandor intenso que provoca que el prisma se ilumine. La luz envuelve y une a los miembros de la Asamblea y alcanza la esfera en la cúspide, alumbrando por completo la Cúpula Mayor del palacio y expandiéndose a través de su estructura hacia el espacio exterior. La atmósfera de Dolgiania se enciende y brilla, así como también, al mismo tiempo, el resto de los planetas del sistema.
—Luz de Promend, protege el sistema planetario y llénalo de paz —dice Engelmor en un tono solemne.
—¡Todo vive, todo se une, todo brilla! —exclaman los ocho hombres al unísono.
En los alrededores del Palacio Ancestral, Kwold y sus tropas del Regimiento Magma observan con incredulidad el sobrenatural e intenso resplandor en el cielo de Dolgiania. Pese a la sorpresa, se mantienen inmóviles y silenciosos, esperando el momento justo para penetrar en el palacio e iniciar sus movimientos estratégicos.
En medio de la verde vegetación del Valle de Locrugvit, dos generales vestidos con sus uniformes de media gala vigilan la construcción de la Base de la Flota Tavet. La obra fue aprobada por la Asamblea Ancestral como parte del inicio del Acta Magna para la fundación y unificación del Sistema Planetario Dolgia.
En las áreas provisionales de la Base, habitada por mil doscientos soldados, cadetes, miembros del escuadrón especial y altos mandos, suena la alerta general Tavet. Los batallones se reúnen con rapidez en la explanada, bajo el sol matutino, a la espera de instrucciones por parte de sus líderes. Poco después, el Teniente Trerdik Leklird y el General Vald Gandvold, Comandante Supremo de la Flota Tavet, descienden a la explanada desde un vehículo aéreo y se acercan al templete en el que se encuentra el sistema de sonido.
—La Asamblea requiere apoyo inmediato en el Palacio Ancestral —dice Gandvold a sus tropas—. Nos han notificado que una gran fuerza del Regimiento Magma de Vandorm planea invadirlo, así como también, probablemente, la ciudad. Nuestro Lend Engelmor nos asegura que esta vez no han venido con la intención de negociar. No es momento de especular. Debemos anticiparnos y aniquilarlos. La defensa de la paz y de la unificación de nuestro sistema está en nuestras manos. ¡Por todos! ¡Por Dolgiania!
Las tropas de la Flota Tavet responden al unísono, realizando el saludo militar. Después se separan en escuadrones para iniciar las maniobras por tierra y por mar. Los soldados y cadetes de la División Acuática abordan las naves anfibias Tavet estacionadas en las plataformas subterráneas de los hangares, aún sin concluir. La División Aérea, por su parte, activa sus naves de combate. Ambos regimientos se despliegan maniobrando sobre el Mar de Cortran.
—Aquí Lend Azul a Regimiento Aéreo —dice el Capitán Lotrerdvelk a sus tropas a través del comunicador—. Apliquen formación Matzik para maniobra de reconocimiento a cien metros sobre el nivel del mar.
—Copiado, Lend Azul —responde el Primer Oficial Oltrivte—. Regimiento, inicie formación.
Las unidades aéreas de los regimientos Azul y Blanco activan entonces los sistemas antirradar para evitar ser detectados por los batallones Vandormanos conforme se aproximan a las costas de Virtunmend, donde se localiza el Palacio Ancestral. La visibilidad es perfecta y las naves avanzan sin contratiempos en formación Matzik.
—Regimientos, aquí Lend Azul —dice el Capitán Lotrerdvelk—. Inicien formación separada cautelar. Atentos a mi señal cuando estemos a doce kilómetros del palacio.
—Copiado, capitán —dice el Primer Oficial—. Regimiento, inicie separación en cien metros.
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