UNA EMIGRANTE BAJO LA TORRE EIFFEL
SECTIVA LOZANO AGUILERA
UNA EMIGRANTE BAJO LA TORRE EIFFEL
EXLIBRIC
ANTEQUERA 2019
UNA EMIGRANTE BAJO LA TORRE EIFFEL
© Sectiva Lozano Aguilera
© de la imagen de cubiertas: Bellybutton
Diseño de portada: Bellybutton
Iª edición
© ExLibric, 2019.
Editado por: ExLibric
c/ Cueva de Viera, 2, Local 3
Centro Negocios CADI
29200 Antequera (Málaga)
Teléfono: 952 70 60 04
Fax: 952 84 55 03
Correo electrónico: exlibric@exlibric.com
Internet: www.exlibric.com
Reservados todos los derechos de publicación en cualquier idioma.
Según el Código Penal vigente ninguna parte de este o
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previa y por escrito de EXLIBRIC;
su contenido está protegido por la Ley vigente que establece
penas de prisión y/o multas a quienes intencionadamente
reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria,
artística o científica.
ISBN: 978-84-17845-32-2
Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.
SECTIVA LOZANO AGUILERA
UNA EMIGRANTE BAJO LA TORRE EIFFEL
Índice de contenido
Portada
Título UNA EMIGRANTE BAJO LA TORRE EIFFEL
Copyright UNA EMIGRANTE BAJO LA TORRE EIFFEL © Sectiva Lozano Aguilera © de la imagen de cubiertas: Bellybutton Diseño de portada: Bellybutton Iª edición © ExLibric, 2019. Editado por: ExLibric c/ Cueva de Viera, 2, Local 3 Centro Negocios CADI 29200 Antequera (Málaga) Teléfono: 952 70 60 04 Fax: 952 84 55 03 Correo electrónico: exlibric@exlibric.com Internet: www.exlibric.com Reservados todos los derechos de publicación en cualquier idioma. Según el Código Penal vigente ninguna parte de este o cualquier otro libro puede ser reproducida, grabada en alguno de los sistemas de almacenamiento existentes o transmitida por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro, sin autorización previa y por escrito de EXLIBRIC; su contenido está protegido por la Ley vigente que establece penas de prisión y/o multas a quienes intencionadamente reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica. ISBN: 978-84-17845-32-2 Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.
Índice
INTRODUCCIÓN
DE CATALUÑA A ANDALUCÍA
UN RUBIO CON CARA DE ÁNGEL
ENCUENTRO CON EL DESTINO
¡ADIÓS, ESPAÑA! ¡HOLA, FRANCIA!
MI MARIDO EN CITROËN
MI RELACIÓN CON LOS LIBROS
EL «SUICIDIO» DE JESICA
¡ADIÓS A LA BURGUESÍA!
MARINA Y EL INTERNADO
LA GRAN DEBACLE INESPERADA
QUIEN LA SIGUE, LA CONSIGUE
LOS AUTOS INGLESES Y LES CUILLES
CÓMODA EN «EL TEMPLO»
ACOSADA
CAMBIO DE EQUIPO
EL ALCOHOL EN RENAULT
MONTLERY
COSAS QUE NO DEBERÍAN OCURRIR
¡VIVAN LAS VACACIONES!
ANÉCDOTAS CON GRACIA
AL TALLER DE LOS ZOMBIES
LA MEDALLA DEL TRABAJO
EPÍLOGO
Estamos en 1952, acabo de estrenar mi veintidós cumpleaños. Cuando tenía catorce años, un hermano mío me llevó a Cataluña y luego me olvidó allí durante siete, los mismos que llevo sin ver a mi madre; durante los cuales siendo menor de edad no podía viajar sola. Ahora sí puedo. Con la mayoría de edad me entraron unas ganas locas de ir a ver a mi madre, de correr hacia ella y decirle: «Cuánto me has faltado…».
Para mi suerte se acercaba el verano, y la Universidad de Barcelona, donde se encontraba el restaurante en el cual yo trabajaba, cerraba.
Tengo dos prioridades, una será ir a ver a mi madre, y otra emigrar a Argentina, pero para ello he de sacarme el pasaporte. Ahí será donde me entero de que realmente no me llamo como me he llamado durante toda mi vida.
Con esta incertidumbre, aquí me veo en un tren, camino de Andalucía, pensando en pedir explicaciones a mi familia y averiguar de dónde me han recogido, pues ni siquiera mi nombre es auténtico.
Y de lo que yo hacía un mundo, mi madre me lo resuelve en tres palabras: Consuelito, siempre te hemos llamado por tu nombre de bautismo, pero tu nombre auténtico es Sectiva. Pide tus papeles con este nombre y todo te quedará resuelto.
Según mi madre, en esos días de guerra ella se dirigía a casa de sus padres, a Villanueva de Algaidas (Málaga), y necesitaba un salvoconducto para atravesar la frontera que había entre Sevilla y Málaga, con un conflicto entre republicanos y franquistas. Mi verdadero nombre, Sectiva, era ateo, por lo que mi madre temía que no nos dejaran pasar, y desde ese mismo instante decidió bautizarme con el nombre de Consuelo, como se denominaba la misma iglesia donde me concedieron la fe: la iglesia de la Consolación de Utrera.
Dejando a mi madre ya bien instalada, con su querido hijo Antonio, en la Vega de Antequera y disfrutando de su corral de gallinas (que seguramente le traía viejos recuerdos de juventud, de cuando se encontraba con mi padre en la oscuridad en el gallinero de Leonor), pero sobre todo disfrutando de un retiro bien ganado de sus muchos años de cocinera en el hospital de San Juan de Dios de Antequera, me dispongo a reflexionar sobre mi nueva vida y esta identidad recién estrenada que no sé aún cómo manejar. Una cosa es «certera»: a mí Argentina me espera.
—¡Aunque Mari y mi madre se habían confabulado las dos para impedir que me fuera! Aún me quedaba un mes y pico de vacaciones para estar con ellas, pero me habían buscado toda clase de trabajos para retenerme a su lado y, a decir verdad, en mi fuero interno Argentina me daba un poco de miedo, por lo que me dije: «Tan poco pierdo nada en escuchar sus proposiciones».
Una de ellas se trataba de una bolera que se abría en los baños del Carmen, en el Palo. Medio en broma y medio en serio, mi hermana me convenció para que aceptara trabajar allí, por lo menos para probar, y así lo hice. Lo primero que pensé fue: «Si esto no marcha, siempre puedo volver a Barcelona». Y con mi nuevo pasaporte en mano vuelvo a Barcelona a recoger mis cosas y a despedirme de mi señora Anita. Es domingo y me lleva al teatro que sabe que tanto me gusta; lo que ella quiere es engatusarme para que no me vaya.
De lo que no cabe duda es que yo soy joven y aventurera y quiero comerme el mundo. Mi decisión está tomada, será Argentina, donde nadie me conoce y donde nadie nunca más me llamará Consuelito. Esos eran mis propósitos, pero claro, sin contar con mi hermana Mari y su poder de persuasión, que es un poco bruja y lee el porvenir, asegurando que mi vida estará aquí en Málaga.
Es el año 1953, tengo diecisiete años y estoy en Barcelona, donde trabajo desde hace cuatro años en el bar de Anita Zafón, en la calle Rosellón.
Mi hermana Mari me enseñará toda Málaga, ciudad que yo encuentro muy bonita, medio pueblo y medio capital.
—¿Ves Consuelito como, además de Barcelona, hay otros sitios en el mundo para vivir? ¡Por favor, no te vayas que solo quedamos tú y yo como hermanas!, ¿no es maravilloso?
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