La diversidad de estructuras sintácticas en las que se pueden realizar las expresiones zoonímicas implica obviamente una multiplicidad de funciones sintácticas que estas expresiones pueden cumplir. Muchos sustantivos, adjetivos y verbos se expresan con nombres de animales. En el caso de los sustantivos, muchos de estos son utilizados como vocativos de carácter coloquial, que pueden significar cercanía y confianza, pero que también pueden ser utilizados para denigrar u ofender a la persona a la que hacen referencia. Respecto de los vocativos, es posible observar el uso frecuente de monomorfos supercomunes (epicenos) como dimorfos monotemáticos: «Ese gallo es amigo mío», «la galla que está en la esquina es súper sapa », «este gallo es un choro ».
Respecto del uso de expresiones zoonímicas, llama la atención la existencia de discordancia genérica para algunas expresiones de uso común, particularmente relacionadas con la manifestación de características negativas del sujeto aludido: el gallo mula , el gallo vaca . En este tipo de expresiones, prima un criterio pragmático, de significación en la interacción comunicativa, por sobre la concordancia sintáctica necesaria. Debido a que la zoonimia gallo es adjetivada por otra expresión animal que no tiene variación de género, como mula y vaca , se produce una discordancia que no afecta la significación de la expresión. Resulta interesante que estas mismas expresiones zoonímicas ( mula y vaca ) pueden ser utilizadas para adjetivar diversos sustantivos, no necesariamente de carácter zoonímico, manteniéndose siempre la posibilidad de discordancia entre el sustantivo y la expresión que lo determina.
En el plano de las expresiones zoonímicas con funciones sustantivas, llama la atención la creación de piezas léxicas interesantes mediante diferentes mecanismos de formación de palabras, como creaciones por composición, por derivación o por afijación discontinua, tal como puede apreciarse en los siguientes ejemplos:
Tabla 2. Ejemplos de formación de palabras
Mecanismo lexicogenético |
Ejemplos |
Composición |
Este hombre no es nada, es un simple pelagatos. |
Derivación |
Pedro está actuando muy prepotente, está todo acaballado ; Esta comida está mosqueada. |
Afijación discontinua |
Mi mamá estaba engorilada cuando le conté que me eché un ramo. |
Junto con este tipo de creaciones léxicas zoonímicas, es posible encontrar otras más comunes dentro de la formación de palabras, vinculadas principalmente al uso de diminutivos y aumentativos. Mediante esta derivación de nombres de animales se crea un signo nuevo, con un nuevo significado, diferente a la forma léxica sin diminutivo o aumentativo. El nuevo significado depende del uso que los hablantes le den, es decir, del contexto comunicativo en el que se utilice. Esto quiere decir que el término deja de referir directamente a algún animal o a una parte de un animal para significar de manera metafórica.
Tabla 3. Ejemplos de lexicogénesis mediante diminutivos y aumentativos
Diminutivos |
Aumentativos |
Por ser primero fui el conejillo de indias. |
En la pelea me llegó el tremendo aletazo . |
Él es un palomilla , mantiene sus costumbres. |
No le cuentes nada a Germán es muy hocicón . |
Dentro de las expresiones zoonímicas de carácter sustantivo creadas a partir de un aumentativo, llama la atención la productividad de la expresión huevón . Derivada de huevo, que consideramos parte del mundo animal por ser un producto animal y una forma de reproducción propia de las aves, la palabra huevón es característica del español de Chile, y destaca por su carácter polisémico y multifuncional. Según el contexto comunicativo en el que aparezca, huevón puede funcionar como un vocativo coloquial de carácter positivo, que señala cercanía y confianza; en otros contextos, puede funcionar como una forma de ofensa; de manera neutra, huevón puede significar simplemente hombre . Muchas veces incluso pierde su carácter significativo para transformarse en una muletilla propia del habla coloquial. Esta expresión, absolutamente lexicalizada en el español de Chile, tiene variación de género y número y deriva también en otras formas como huevada (derivada en huevá o hueá ) o huevas . La primera puede tener tanto una significación neutra –es decir, reemplazar al sustantivo cosa – como una negativa. En el caso de huevas , la expresión hace referencia más bien a los testículos como una forma de señalar la posibilidad de engaño o aprovechamiento hacia alguien.
Ejemplos de usos de la expresión huevón y sus derivados son: Oye , huevón , te invito a un asado en mi casa el fin de semana; ¡Pucha el huevón huevón , huevón ! (¡Vaya el tipo tonto, compadre!); me encanta esta huevá , es muy buena ; estás haciendo puras huevadas ; no me quieras ver las huevas con este negocio .
Otro uso muy común de las zoonimias de carácter sustantivo dice relación con la expresión toponímica, es decir, con la referencia a lugares físicos. Ejemplo de esto, Tu pieza es un chiquero , en donde se utiliza el lugar físico de los cerdos para hacer referencia al desorden y a la suciedad; o Por fin tenemos nuestro nidito de amor , en donde el nido es sinónimo del hogar. Esta misma zoonimia puede ser utilizada también con referencia a realidades de carácter más sicológico, como en la expresión Sus padres sufren del síndrome del nido vacío , o para caracterizar negativamente un lugar o una situación particular, como en Este es un nido de ratas o de víboras .
Las expresiones zoonímicas pueden ser utilizadas también como adjetivos calificativos de personas o cosas del mundo. En este uso, pueden implicar tanto aspectos positivos como negativos del referente adjetivado. Algunas características extremas de la fauna pueden ser utilizadas para expresar comportamientos análogos en las personas, como en la frase ¡Qué bestia, es un salvaje! , palabras que permiten al mismo tiempo, dependiendo del contexto en el que aparezcan, construir mensajes halagadores: ¡Qué fantástico, qué salvaje: el muy bestia acertó en todo! Este ejemplo permite demostrar la productividad significativa de las expresiones zoonímicas, así como su fuerte relación con el ámbito pragmático-comunicativo de la lengua. Si bien a primera vista pareciera ser que el uso de expresiones zoonímicas como adjetivos es muy extendido, en realidad la aparición de estas se da más bien como atributos en oraciones copulativas, es decir, deben ser consideradas sintácticamente como elementos nominales, aun cuando refieran a una cualidad de un sujeto o elemento.
Ejemplos de expresiones zoonímicas usadas como adjetivos/frases nominales: Esa mujer es una mosca muerta ; tu esposo es un ratón de un solo hoyo (fiel); todos estos alumnos son pajaritos nuevos ; Cuidado con Juan , porque es muy picado de la araña .
En relación con las formas verbales, se observa también una gran productividad respecto de las expresiones zoonímicas. Como se dijo anteriormente, los verbos de carácter zoonímico pueden presentarse de dos maneras diferentes: como un término animal derivado como infinitivo o como una construcción de una forma verbal más una zoonimia. En el primer caso, el uso de la zoonomía como forma verbal construye una referencia relativamente directa con el significado del verbo que se crea, mientras que en el segundo caso, el significado resulta ser algo más metafórico, indirecto.
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